Islamabad, Pakistán (CNN) – El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, afirmó que la mejor manera de avanzar hacia la paz y la estabilidad en Afganistán es dialogar con los talibanes e “incentivarlos” en cuestiones como los derechos de las mujeres y el gobierno inclusivo.
En declaraciones a CNN desde su residencia privada de Bani Gala, en Islamabad, este miércoles, Khan habló de soportar lo que percibe como una relación “terrible” con Estados Unidos, que ha sido desastrosa para Pakistán, y de cómo ahora busca un enfoque más pragmático para tratar con los nuevos líderes de Afganistán.
Fue la primera entrevista del primer ministro con una organización internacional de noticias desde que los talibanes tomaron el control del vecino Afganistán el mes pasado, tras la retirada completa de las tropas de Estados Unidos.
“Los talibanes controlan todo Afganistán y si ahora pueden trabajar hacia un gobierno inclusivo, reunir a todas las facciones, Afganistán podría tener paz después de 40 años. Pero si sale mal, y eso es lo que realmente nos preocupa, podría llegar el caos. La mayor crisis humanitaria, un enorme problema de refugiados”, dijo Khan.
Khan afirmó que los talibanes buscan la ayuda internacional para evitar una crisis, que podría servir para empujar al grupo en “la dirección correcta hacia la legitimidad”. Sin embargo, advirtió que Afganistán no puede ser controlado por fuerzas externas.
“Ningún gobierno títere en Afganistán cuenta con el apoyo del pueblo”, dijo. “Así que en lugar de sentarnos aquí y pensar que podemos controlarlos, deberíamos incentivarlos. Porque Afganistán, este gobierno actual, siente claramente que sin la ayuda y el apoyo internacional no podrá detener esta crisis. Así que deberíamos empujarlos en la dirección correcta”.
Incluso antes de que los talibanes volvieran al poder, el conflicto prolongado, la pobreza, las sequías consecutivas, el declive económico y la pandemia de coronavirus habían empeorado una situación ya de por sí grave en la que 18 millones de afganos, casi la mitad de la población, necesitaban ayuda, según las agencias de Naciones Unidas.
A los críticos que dicen que los talibanes desestabilizarán el país, Khan les recordó la retirada de los soviéticos en 1989, que dio lugar a un “baño de sangre”. Khan dijo que esperaba que se produjera un baño de sangre similar tras la salida de las fuerzas de Estados Unidos.
“Nuestras agencias de inteligencia nos dijeron que los talibanes no podrían tomar el control de todo Afganistán, y que si intentaban tomar Afganistán militarmente, se produciría una guerra civil prolongada, que es lo que temíamos porque nosotros somos los que más sufriríamos”, dijo Khan. Ahora, dijo, el mundo debería “darles tiempo” para formar un gobierno legítimo y cumplir sus promesas.
Mujeres en el gobierno
Desde que asumió el poder, el grupo militante ha intentado pulir su imagen a nivel internacional, con promesas de defender los derechos humanos, especialmente en lo que respecta a las mujeres y las niñas, y permitir que los periodistas continúen con su trabajo.
Sin embargo, las mujeres han sido omitidas del gobierno provisional de línea dura de los talibanes, se les ha ordenado permanecer en casa en algunas zonas y se ha restringido su educación. Las protestas contra el régimen talibán y a favor de los derechos civiles han sido reprimidas con violencia, y se ha informado de la detención de periodistas y de las fuertes palizas que han recibido.
“Es un error pensar que alguien de fuera va a dar derechos a las mujeres afganas. Las mujeres afganas son fuertes. Hay que darles tiempo. Conseguirán sus derechos”, dijo Khan.
“Las mujeres deben tener la capacidad en una sociedad de realizar su potencial en la vida”, dijo Khan. “En Pakistán, lo que hemos hecho es dar becas a las familias pobres para que las niñas vayan a la escuela porque creemos que si las niñas estudian, si tienen educación, conseguirán sus propios derechos”, dijo.
Sin embargo, muchos miembros de la comunidad internacional no tienen esperanzas de que los talibanes avancen en la defensa de los derechos de las mujeres. Los talibanes, que gobernaron Afganistán desde 1996 hasta 2001, pero que se vieron obligados a abandonar el poder tras la invasión liderada por Estados Unidos, han tratado históricamente a las mujeres como ciudadanos de segunda clase, sometiéndolas a la violencia, a los matrimonios forzados y a una presencia casi invisible en el país.
El grupo prohibió a las mujeres el trabajo, les impidió salir de casa sin compañía y las obligó a cubrirse todo el cuerpo.
En los últimos días, los talibanes han ordenado la segregación de géneros en las aulas y han dicho que las estudiantes, profesoras y empleadas deben llevar hiyab, de acuerdo con la interpretación que el grupo hace de la sharía. Un funcionario talibán anunció que no se permitiría a las mujeres jugar al críquet y a otros deportes. Y los militantes talibanes han utilizado látigos y palos contra las mujeres manifestantes, que han salido a la calle en protestas esporádicas en todo el país para exigir la igualdad de derechos.
“En contradicción con las garantías de que los talibanes defenderían los derechos de las mujeres, en las últimas tres semanas las mujeres han sido progresivamente excluidas de la esfera pública”, declaró el lunes en Ginebra la jefa de derechos humanos de la ONU, Michele Bachelet.
Retirada de Estados Unidos
Khan criticó anteriormente la salida de Estados Unidos de Afganistán y dijo que no ha hablado con el presidente Joe Biden desde la toma del poder por los talibanes, a pesar de que Pakistán es un importante aliado no perteneciente a la OTAN.
“Me imagino que está muy ocupado, pero nuestra relación con EE.UU. no depende solo de una llamada telefónica, tiene que ser una relación multidimensional”, dijo Khan.
Eso es algo que Khan no cree que Pakistán haya disfrutado durante los 20 años de guerra de Estados Unidos en Afganistán. “Nosotros (Pakistán) éramos como un sicario”, dijo Khan. “Se suponía que debíamos hacerles (a EE.UU.) ganar la guerra en Afganistán, cosa que nunca pudimos hacer”.
Khan dijo que advirtió en repetidas ocasiones a los funcionarios de EE.UU. que Estados Unidos no podría alcanzar sus objetivos militarmente, y que “se quedaría atascado allí”. Afirmó que Estados Unidos debería haber intentado llegar a un acuerdo político con los talibanes desde una “posición de fuerza”, en el momento de mayor presencia en Afganistán, y no cuando se estaba retirando.
Pakistán tiene profundos lazos con los talibanes y ha sido acusado de apoyar al grupo mientras luchaba contra el gobierno respaldado por Estados Unidos, acusaciones que niega Islamabad. En 2018, las autoridades de Pakistán liberaron al alto funcionario talibán Mullah Baradar de la cárcel con el propósito expreso de negociar con Estados Unidos. La semana pasada fue nombrado viceprimer ministro en el gabinete exclusivamente masculino de los talibanes.
El lunes, el secretario de Estado Antony Blinken dijo que Estados Unidos reevaluaría sus vínculos con Pakistán tras la retirada. Blinken dijo al Congreso, durante una audiencia de la comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, que Pakistán tiene una “multiplicidad de intereses, algunos de los cuales entran en conflicto con los nuestros”. “Está implicado en cubrir sus apuestas constantemente sobre el futuro de Afganistán, está implicado en albergar a miembros de los talibanes… también está involucrado en diferentes puntos de cooperación con nosotros en la lucha contra el terrorismo”, según reporta Reuters.
Khan calificó esos comentarios de “ignorantes”, y dijo a CNN que “nunca había oído tanta ignorancia”.
Como país vecino con profundos lazos culturales, el destino de Pakistán está ligado al de Afganistán. La violencia, la agitación política y la crisis humanitaria en Afganistán se extienden inevitablemente a través de la frontera. Para Khan, la invasión de Estados Unidos en Afganistán en 2001 fue desastrosa para Pakistán.
Según Khan, miles de pakistaníes perdieron la vida en ataques terroristas de grupos militantes debido al apoyo de su país a Estados Unidos.
“Solo porque nos pusimos del lado de Estados Unidos, nos convertimos en un aliado de este país tras el 11S y la guerra de Afganistán. El sufrimiento por el que pasó este país, con un momento en el que había 50 grupos militantes atacando a nuestro gobierno… además, deben saber que hubo 480 ataques con drones por parte de Estados Unidos en Pakistán”, añadió.
“Es la única vez que un país ha sido atacado por su aliado”, dijo sobre los ataques estadounidenses.
EE.UU. ha acusado repetidamente a Pakistán de albergar a terroristas y darles refugio, una afirmación que Khan niega.
“¿Qué son esos refugios?” preguntó Khan. “La zona de Pakistán a lo largo de la frontera con Afganistán fue la más vigilada por drones de Estados Unidos… seguramente habrían sabido si había algún refugio”.
Al no enfrentarse a Estados Unidos, los anteriores jefes de Estado paquistaníes se expusieron a acusaciones de colaboración, dijo Khan.
“La cuestión es si Pakistán estaba en condiciones de emprender una acción militar contra los talibanes afganos cuando ya estaba siendo atacado desde dentro, por los talibanes paquistaníes que estaban atacando al Estado de Pakistán”, dijo.
Khan dijo que no puede destruir su país para “luchar en una guerra ajena”.
“Los talibanes afganos no nos estaban atacando. Si yo hubiera estado en el gobierno, me habría gustado decirle a Estados Unidos que no vamos a enfrentarnos a ellos militarmente porque primero tenemos que servir al pueblo. Mi responsabilidad habría sido con la gente de mi país”, dijo Khan.
–Becky Anderson, Alireza Haji Hosseini y Zeena Saifi reportaron desde Islamabad. Helen Regan escribió desde Hong Kong. Con reportaje adicional de Reuters.