(CNN) – Alrededor de 3.000 trabajadores del sector de la salud en Francia fueron suspendidos tras incumplir la obligación gubernamental de vacunarse contra el covid-19, según declaró el jueves el ministro de Salud, Olivier Véran, a la emisora de radio RTL.
Los empleados no cumplieron el plazo del 15 de septiembre para vacunarse, introducido por el gobierno en julio.
En la ciudad de Niza, al sur del país, 320 empleados del Hospital Universitario fueron suspendidos el miércoles y otros 100 están todavía en fase de revisión de su estatus, según declaró a CNN la responsable de relaciones con los medios de comunicación del centro, Isabelle Battarel.
El personal sanitario ha presentado una docena de dimisiones por esta política, pero Véran asegura que no ha habido “ningún caos” derivado de las dimisiones.
El 12 de julio, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que todos los trabajadores del sector salud, incluidos los de hospitales, residencias de ancianos y de atención domiciliaria, deben estar completamente vacunados contra el covid-19 o se arriesgan a ser suspendidos o despedidos a partir del 15 de septiembre.
Hay unos 2,7 millones de trabajadores sanitarios en el país.
La medida de Macron forma parte de un amplio conjunto de medidas para fomentar la vacunación después de que el ritmo de vacunación se desacelerara durante el verano.
Desde agosto, cualquier adulto que no tenga un “pase verde” que demuestre su estado de vacunación o un test negativo reciente no puede entrar en bares y cafeterías, ni viajar largas distancias en tren.
La mayoría de los trabajadores sanitarios suspendidos hasta ahora son personal de apoyo, dijo Véran, y añadió que “un gran número de las suspensiones son solo temporales”.
“Muchos de ellos decidieron vacunarse al ver que la obligación era una realidad”, dijo.
Véran añadió que lo más importante es que “todas las personas en contacto con franceses vulnerables o ancianos se vacunen a partir de ahora”.
Casi dos tercios de la población francesa están totalmente vacunados, y otro 10% ha recibido al menos una dosis.
La incidencia del coronavirus en siete días en el país cayó el miércoles por debajo de los 100 casos positivos por cada 100.000 personas por primera vez desde el 18 de julio, según los datos de la agencia de salud pública.