(CNN) – Las nuevas directrices de calidad del aire publicadas el miércoles por la Organización Mundial de la Salud podrían prevenir millones de muertes en todo el mundo cada año, dijo la agencia de la ONU.
El material particulado fino, o PM 2.5, es el contaminante más pequeño y, a su vez, uno de los más peligrosos. Cuando se inhala, viaja hacia el tejido pulmonar, donde puede ingresar al torrente sanguíneo y puede contribuir al asma, enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades respiratorias.
Las nuevas directrices, que no se habían actualizado en 15 años, recomiendan que se reduzca la concentración de esta sustancia nociva en el aire a nivel mundial a la mitad, de 10 microgramos por metro cúbico a 5.
En 2016, cerca de 4,1 millones de muertes prematuras estuvieron asociadas al particulado fino. Esto es más de la mitad de las muertes totales atribuibles a problemas de calidad del aire. Si se hubieran aplicado las nuevas directrices de calidad del aire de 2021, podría haber habido una reducción de casi el 80% en las muertes prematuras relacionadas con PM 2.5. En otras palabras, podrían haber habido 3,3 millones de muertes menos, según la agencia de la ONU.
Las directrices, que están diseñadas para ayudar a los gobiernos a elaborar regulaciones sobre la calidad del aire, también incluyen otros contaminantes importantes que dañan la salud y el clima, tanto en exteriores como en sitios cerrados, como el PM 10 (un particulado de mayor tamaño que el PM 2.5), así como el ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono.
El informe se conoce en momentos en que los líderes mundiales están reunidos en Nueva York para la 76ª Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de abordar las crisis de la pandemia de covid-19 y el cambio climático. Dorota Jarosińska, líder técnica de la agencia internacional, quien ayudó a desarrollar las nuevas directrices globales, calificó la nueva actualización como un “escenario de triple ganancia”, ya que no solo protege la salud pública y mejora la calidad del aire, sino que también mitiga la crisis climática.
“Estas directrices refuerzan la necesidad de una acción urgente que beneficie la salud de todos, incluidas las poblaciones vulnerables”, dijo Jarosińska a CNN. “Esto crea un escenario de triple ganancia en beneficio de la calidad del aire, la acción climática y la salud, y es uno de los elementos postulados por el Manifiesto de la OMS para una recuperación saludable del covid-19”.
El vínculo entre contaminación del aire y covid-19
Las últimas directrices también respaldan investigaciones recientes que encontraron que la contaminación del aire probablemente es un factor que contribuye a la enfermedad causada por el covid-19. El material particulado fino proviene de fuentes como la quema de combustibles fósiles, incendios forestales y agricultura, y está relacionado con una serie de complicaciones de salud como el asma, enfermedades cardíacas, bronquitis crónica y otras enfermedades respiratorias, todas afecciones subyacentes que hacen que las personas sean vulnerables a enfermarse gravemente de covid-19.
Las personas con estas condiciones médicas subyacentes corren un mayor riesgo de desarrollar casos más severos de infección por covid-19, mostró la investigación. Los investigadores ya han registrado también una conexión particularmente fuerte entre el aumento de casos de covid-19 y la contaminación del aire por los incendios forestales. Un estudio reciente publicado en agosto encontró que el aumento de PM 2.5 del humo de los incendios forestales en 2020 dio lugar a un aumento en los casos y muertes por covid-19 en todo el oeste de Estados Unidos.
Tarik Benmarhnia, epidemiólogo del cambio climático en la Institución de Oceanografía Scripps que estudió los impactos del humo de los incendios forestales en la salud, dijo que las nuevas pautas podrían haber sido más ambiciosas que simplemente reducir los umbrales. Calificó el alcance de la actualización como “un poco decepcionante”.
“Hay mucha evidencia que se ha producido en los últimos años que muestra que incluso en los niveles más bajos de contaminación del aire, incluyendo (los de) PM 2.5 y dióxido de nitrógeno, todavía hay un gran impacto a nivel de población”, dijo Benmarhnia a CNN.
Muchos países no alcanzan los estándares de la OMS
Las evaluaciones a nivel mundial de la contaminación del aire sugieren que se pierden cientos de millones de años de vida saludable por esta causa. Los países de ingresos bajos y medios son los más afectados. Aun así, muchos países no cumplen con las directrices recomendadas por la OMS. En la India, donde el aire en grandes partes del país a menudo está obstruido por el humo de las industrias, una investigación reciente mostró que las personas podrían tener casi seis años de esperanza de vida más si se cumplieran estrictamente las pautas de calidad del aire.
En Estados Unidos, las personas de color y las comunidades de bajos ingresos sufren de manera desproporcionada la contaminación del aire. Un estudio reciente encontró que el 78% de los estadounidenses negros está expuesto a concentraciones de contaminación superiores al promedio provenientes de todo tipo de fuentes, incluidas la industria, agricultura, construcción y vehículos.
Estas mismas comunidades también enfrentan los mayores impactos de la crisis climática. Algunos contaminantes del aire, incluido el metano, —un potente gas de efecto invernadero—, así como los componentes del hollín y el smog urbano, son contaminantes climáticos de corta duración, que se han vinculado al aumento de temperatura del planeta a corto plazo. Se describen como “de corta duración” porque persisten en la atmósfera durante unos pocos días o meses.
A pesar de esto, Benmarhnia dijo que las nuevas directrices podrían haber ampliado el alcance e incluido más tipos de fuentes de emisiones en el contexto de la crisis climática.De todas maneras, agrega que les da a los gobiernos la oportunidad de identificar más fuentes de contaminación e impulsar políticas más sólidas mismas basadas en estas pautas.
“Esta es solo una herramienta, entre muchas otras, y no debe darse por sentada”, dijo. “Debería ser una especie de herramienta de defensa para demostrar que tenemos que reducir cada vez más la exposición a la contaminación del aire”.
¿Qué implicancia tiene en la lucha contra el cambio climático?
Las nuevas directrices reflejan las conclusiones del principal informe de la ONU sobre cambio climático publicado en agosto, que pide recortes fuertes y rápidos de los contaminantes de vida corta, en particular las emisiones de metano, para mejorar la calidad del aire y mitigar los peores efectos del cambio climático.
“Gran parte de la contaminación del aire proviene de las mismas fuentes que impulsan el cambio climático, principalmente de la quema de combustibles fósiles”, dijo Jarosińska. “Por lo tanto, abordar la contaminación del aire va de la mano con la acción climática global. Los esfuerzos para mejorar la calidad del aire contribuirán a la mitigación del cambio climático. A su vez, los esfuerzos de mitigación del cambio climático también mejoran la calidad del aire”, explicó.
Con conocimientos más claros sobre las fuentes de contaminación o emisiones, la OMS también pide a los líderes mundiales que eliminen gradualmente los combustibles fósiles, en particular el carbón y la combustión de biomasa. Las disparidades en la exposición a la contaminación del aire son significativas y están aumentando en todo el mundo debido a la urbanización a gran escala y el desarrollo económico que recientemente ha dependido en gran medida de la quema de combustibles fósiles perjudiciales para el planeta.
Benmarhnia dijo que también es importante que los líderes tengan en cuenta que la nueva actualización no es una solución igual para todos, ya que los países no son iguales en términos de calidad del aire y los diferentes desastres climáticos que enfrentan.
“Es importante registrar las desigualdades en términos de exposición, pero también en términos de impactos de susceptibilidad asociados con la contaminación del aire”, dijo. “Con suerte, las próximas directrices serán un poco más completas al tomar en cuenta la heterogeneidad de las fuentes de emisión y la composición del material particulado en el contexto del cambio climático”.