(CNN Business) – El incumplimiento de pago de la deuda de Estados Unidos sería un “golpe catastrófico” para la recuperación económica de Estados Unidos frente al covid-19, desencadenando una recesión que bien podría rivalizar con la Gran Recesión, advierte Moody’s Analytics en un nuevo informe.
Si Estados Unidos incumple los pagos de su deuda y la situación se prolonga, la recesión que acarrearía acabaría con casi 6 millones de puestos de trabajo y elevaría la tasa de desempleo del país hasta casi el 9%, proyecta Moody’s en un informe publicado este martes.
La crisis del mercado reduciría los precios de las acciones en un tercio, eliminando unos US$ 15 billones en riqueza de los hogares, según el informe.
“Este escenario económico es cataclísmico”, escribió Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. estima que se quedará sin efectivo en algún momento de octubre, a menos que el Congreso eleve el techo de la deuda. A pesar de la acechante posibilidad de caer en impago, los republicanos se han negado a respaldar un aumento del límite de la deuda debido, en parte, a la preocupación por los vastos planes de gasto del gobierno de Biden.
Moody’s señala que los mercados financieros aún no muestran señales de temor por la cuestión del aumento del techo de la deuda, lo que sugiere que existe una creencia generalizada de que el Congreso tomará medidas eventualmente. El impacto en Wall Street ha sido mucho menor hasta ahora que durante los momentos decisivos de 2011 y 2013.
“Irónicamente, debido a que los inversores parecen tan optimistas sobre cómo se desarrollará este drama, los responsables políticos pueden creer que no tienen nada de qué preocuparse y no resolver el límite de la deuda a tiempo”, escribió Zandi. “Esto sería un error atroz”.
¿Momento TARP?
Incluso una situación cercana podría costar a la economía y a los contribuyentes.
El temor a un impago de Estados Unidos en 2013 elevó los rendimientos del Tesoro, lo que costó a los contribuyentes un estimado de medio billón de dólares en costos de intereses adicionales, además de encarecer los préstamos para las familias y las empresas, según Moody’s.
Si el Congreso no levanta el techo de la deuda y el Tesoro empieza a pagar las facturas con retraso y entra en impago, los mercados reaccionarían muy negativamente.
“Es probable que se produzca un momento TARP”, escribió Zandi, refiriéndose a la caída del mercado en 2008 después de que el Congreso no aprobara inicialmente el rescate de Wall Street, y que luego se revirtiera rápidamente. [TARP se refiere al programa del gobierno implementado en 2008 para la compra de activos de instituciones financieras para hacer frente a la crisis de las hipotecas].
El peor escenario, según Moody’s, sería que el Congreso siguiera sin actuar para elevar el techo de la deuda y el estancamiento se prolongara.
Eso obligaría al gobierno federal a retrasar unos US$ 80.000 millones en pagos que vencen el 1 de noviembre, incluidos los de los beneficiarios de la Seguridad Social, los veteranos y los militares en activo, según Moody’s. Si la crisis se prolongara hasta noviembre, habría que imponer nuevos y drásticos recortes de gastos.
Más allá del golpe inmediato a la economía de Estados Unidos, un impago probablemente ensombrecerá a Estados Unidos durante mucho tiempo.
“Los estadounidenses pagarían por este impago durante generaciones”, escribió Zandi, “ya que los inversores mundiales creerían, con toda razón, que las finanzas del gobierno federal se han politizado y que puede llegar un momento en que no se les pague lo que se les debe cuando se les debe”.