(CNN) – La pandemia de coronavirus ha centrado la atención en el papel de la ciencia en la sociedad como nunca antes, y el ritmo de los descubrimientos científicos ha sido vertiginoso.
Las mentes más brillantes de la física, la química y la medicina serán condecoradas cuando se anuncien la semana que viene los Premios Nobel, la cúspide de los logros científicos. Los ganadores (a los que no se les informa de antemano) se ven catapultados a la fama instantánea, sus descubrimientos salen de la oscuridad académica, son buscados en Google y discutidos.
Aunque es famosamente difícil predecir quién ganará un Premio Nobel, tanto la lista de candidatos como los nominadores son secreto, y los documentos que revelan los detalles más jugosos están sellados a la vista del público durante 50 años, aquí hay algunos candidatos que se merecen ganar el Nobel y sus descubrimientos que cambian la vida.
La ciencia de las vacunas
Los Premios Lasker y los Premios Breakthrough (este último fundado por Sergey Brin, Priscilla Chan y Mark Zuckerberg), a menudo considerados como precursores de un Premio Nobel, fueron otorgados en 2021 a los científicos cuyo trabajo fue crucial para el desarrollo de las vacunas contra el covid-19.
El Lasker fue para Katalin Karikó, vicepresidenta sénior de BioNTech con sede en Alemania, y Drew Weissman, profesor de investigación de vacunas en la Universidad de Pennsylvania, por desarrollar un método de uso de ARN mensajero sintético para luchar contra la enfermedad que implica cambiar la forma en que el cuerpo produce material para combatir el virus. Aunque su trabajo recibió poca atención cuando su investigación se publicó por primera vez en 2005, ahora es la base de dos vacunas contra el covid-19 ampliamente utilizadas.
“Convencidos de la promesa de las terapias con ARNm a pesar del escepticismo generalizado, crearon una tecnología que no solo es vital en la lucha contra el coronavirus hoy en día, sino que es muy prometedora para futuras vacunas y tratamientos para una amplia gama de enfermedades como el VIH, el cáncer y las enfermedades autoinmunes y genéticas”, dijo el Premio Breakthrough en su anuncio.
Sin embargo, existe un debate sobre quién merece el mérito de ser el pionero de esta tecnología, ya que la investigación sobre el ARNm comenzó en la década de 1980 y en ella participaron diferentes grupos de científicos de todo el mundo.
Según las reglas establecidas por el industrial sueco Alfred Nobel en 1895, el comité de selección del Premio Nobel solo puede premiar a un máximo de tres personas, algo que cada vez es más difícil dada la naturaleza colaborativa de muchas investigaciones científicas.
Secuenciación del ADN
David Pendlebury es un analista de citas senior en el Instituto de Información Científica de la empresa de investigación Clarivate, que hace predicciones sobre el Nobel observando la frecuencia con la que los artículos clave de un científico son citados por sus colegas. Pendlebury cree que es demasiado pronto para que la ciencia que está detrás de las vacunas contra el covid-19 reciba el reconocimiento del Nobel. Pendlebury afirmó que el comité del Nobel es innatamente conservador y suele esperar al menos una década, si no es que varias, antes de conceder el ingreso en su exclusivo club.
Él cree que el comité podría honrar a Jacques Miller, un investigador franco-australiano, cuyo descubrimiento sobre la organización y función del sistema inmunológico humano en la década de 1960, en particular de las células B y T, está a la base de la investigación sobre las vacunas.
El Premio Breakthrough también reconoció a Shankar Balasubramanian, David Klenerman y Pascal Mayer por su trabajo sobre las tecnologías de secuenciación del ADN de nueva generación.
Antes de sus inventos, la resecuenciación de un genoma humano completo podía llevar muchos meses y costar millones de dólares. Hoy en día puede completarse en 24 horas con un costo de unos US$ 600, dijo la Fundación del Premio Breakthrough. Esto ha transformado muchos campos, como la biología, la ecología, la paleoarqueología, la medicina forense y la medicina personalizada.
Diversidad
En 2019, el Comité del Premio Nobel pidió a los nominadores que tuvieran en cuenta la diversidad de género, geografía y campo, pero ese año hubo un cartel de galardonados exclusivamente masculino. El año pasado, dos mujeres, Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna, ganaron el premio Nobel de Química, por el desarrollo del método CRISPR para la edición del genoma, mientras que Andrea Ghez formó parte del trío que ganó el premio Nobel de Física por su trabajo sobre un agujero negro supermasivo.
Aunque Pendlebury dice que parte de esto puede atribuirse a un “efecto de retardo”, otros dicen que hay evidencia de un sesgo sistémico.
“El Premio Nobel suele reconocer a personas que aportaron descubrimientos hace 20, 30 o 40 años. En los años 80 y 90, en las universidades no había muchas mujeres en los altos niveles: directores de departamentos, líderes en su campo, en esa época”, dijo Pendlebury. “Eso ha cambiado drásticamente en los últimos 40 años”.
No faltan mujeres que puedan ser premiadas por la ciencia. Jocelyn Bell Burnell, física norirlandesa, se menciona a menudo como posible ganadora de física por su trabajo en el descubrimiento de los púlsares, uno de los principales descubrimientos astronómicos del siglo XX. En medicina, la genetista estadounidense Mary-Claire King descubrió en 1990 las mutaciones BRCA y su relación con el riesgo de cáncer de mama, confirmando un riesgo hereditario de cáncer.
También hay muy poca diversidad geográfica, ya que la mayoría de los ganadores siguen procediendo de instituciones de élite de Estados Unidos y Europa, aunque, según el análisis de Pendlebury de las citas de las revistas científicas, los trabajos más citados proceden de Asia. Un científico merecedor del Nobel señalado por Pendlebury este año es Ho Wang Lee, profesor emérito de la Universidad de Corea, en Seúl, por su trabajo de identificación y aislamiento de los hantavirus, una familia de virus propagados por roedores que causan diversas enfermedades en todo el mundo.
No ha habido ningún premio Nobel negro en física, química y medicina (aunque hay una mejor representación en los premios Nobel de la paz y la literatura). Una posible ganadora negra del Nobel de Medicina es la médica e investigadora estadounidense Marilyn Hughes Gaston, por su innovador trabajo sobre la anemia de células falciformes – una enfermedad hereditaria en la que el cuerpo es incapaz de producir hemoglobina de manera normal– que condujo a la detección al nacer y al tratamiento preventivo de los afectados.
El Premio Nobel de Medicina se anunciará el lunes 4 de octubre, el de Física el martes y el de Química el miércoles, seguidos por el de Literatura el jueves, el de la Paz el viernes y el de Economía el siguiente lunes.