(CNN) – Los pasajeros de las aerolíneas están llevando armas al aeropuerto en cantidades nunca antes vistas, y es un “gran problema”, dijo a CNN el jefe de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés).
Los funcionarios de seguridad y de aplicación de la ley están lidiando al mismo tiempo con un aumento sin precedentes de pasajeros rebeldes que están poniendo a prueba los sistemas diseñados para mantener seguros los viajes aéreos.
“Hemos tenido muchos más incidentes donde hay disturbios de pasajeros tanto en los puntos de control como a bordo de la aeronave. Eso hace que sea más importante que no haya armas involucradas”, dijo el administrador de la TSA, David Pekoske, en una entrevista.
La TSA informa que se recolectaron 4.650 armas de fuego en los puntos de control durante los primeros 10 meses del año —la mayoría de las cuales estaban cargadas. Ese número supera el récord de todo el año de 4.432, establecido en 2019.
Y con 11 semanas restantes en el año —incluyendo las ajetreadas temporadas de viajes de Acción de Gracias y Navidad— Pekoske dice que cree que la cantidad de armas confiscadas refleja una población estadounidense que está cada vez más armada.
“Creo que más personas llevan armas, generalmente en todo el país, y luego lo que sea que esté sucediendo en todo el país lo vemos reflejado en nuestros puntos de control”, dijo. “Como pasajero, no quiero que otro pasajero vuele conmigo con un arma en su poder”.
La agencia también está encontrando armas a un ritmo mucho más rápido que nunca. Durante los mínimos de viajes realizados durante la pandemia en 2020, los agentes de seguridad confiscaron un arma en aproximadamente 10 pasajeros de cada 1 millón. Este año, están encontrando 11 pasajeros armados por cada millón.
La mayoría de las armas de fuego encontradas estaban cargadas —más de 3.900, o más del 80%.
“Ningún puesto de control, ningún aeropuerto es inmune a que los pasajeros traten de llevar armas a través del punto de control”, dijo Pekoske. “Ocurre con más frecuencia en los estados donde el porte de armas es más alto en comparación con otros estados”.
Los hallazgos de armas de fuego por parte de los trabajadores de la TSA crean un inconveniente para los viajeros en un momento en que más personas buscan viajar nuevamente y cuando las restricciones de viajes internacionales se están aflojando. Los descubrimientos de armas ralentizan las líneas de control y desencadenan una respuesta de la policía local o del aeropuerto. Mientras tanto, los funcionarios de la aerolínea están pidiendo a la policía del aeropuerto que sea proactiva para detectar a los pasajeros intoxicados o agitados que puedan provocar una perturbación en el vuelo.
Esos pasajeros rebeldes también se encuentran en niveles nunca antes vistos.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) dijo el martes que los auxiliares de las aerolíneas han reportado 4.724 incidentes este año, incluidos 98 en la última semana. Ha abierto más de 880 investigaciones; en un año típico, realiza alrededor de 180 investigaciones.
Las sanciones por intentar pasar un arma de fuego a través de un punto de control comienzan en alrededor US$ 2.500 por un arma descargada y van hasta los US$ 10.000 por un arma cargada. Las sanciones son más altas para las infracciones posteriores, aunque Pekoske dijo que rara vez los infractores reinciden.
La agencia también puede revocar la membresía de PreCheck, las autoridades locales pueden enjuiciar penalmente, y en el área de Pittsburgh, la TSA dice que el departamento del alguacil acordó revocar los permisos para portar armas para las personas que intentan pasar un arma por un puesto de control.