(CNN) – El presidente de EE.UU., Joe Biden, espera usar un Foro de CNN este jueves para ayudar a impulsar su ambiciosa agenda nacional hacia la línea de meta, a medida que las semanas de negociaciones principalmente privadas entre demócratas parecen estar llegando a su conclusión.
El evento de las 8 p.m., hora de Miami, que se celebrará en Baltimore, se produce en medio de un impulso público cada vez más intenso por una visión reelaborada para expandir la red de seguridad social, combatir el cambio climático y aumentar los impuestos a los ricos. El arte de vender públicamente de Biden de su agenda Build Back Better, compuesta por un proyecto de ley de obras públicas de US$ 1,5 billones y el plan de gastos más grande, aún en negociación, se ha intensificado en los últimos días a medida que las conversaciones se acercan a su conclusión.
Sin certeza sobre lo que se incluirá en el paquete final, Biden ha estado hablando de las líneas generales de su visión y los valores detrás de ella. El plan final se reducirá del paquete de US$ 3,5 billones que Biden inicialmente retrasó este verano, pero aún contiene importantes inversiones en educación, atención médica y medio ambiente.
Dijo un día antes, en un evento en Scranton, Pensilvania, que las perspectivas de un acuerdo estaban mejorando.
“Creo que los vamos a sorprender”, dijo durante un largo discurso cargado de nostalgia sobre su crianza. “Porque creo que la gente está empezando a darse cuenta de lo que está en juego”.
Se espera que Biden responda preguntas de una audiencia solo por invitación durante el evento del jueves, que es moderado por Anderson Cooper, de CNN.
“Hemos avanzado mucho, pero aún tenemos trabajo por hacer”, dijo el miércoles el asesor principal del presidente Cedric Richmond. “Tenemos un buen marco, pero todavía estamos en el proceso de finalizar y tratar de llegar a un compromiso. Entonces, ves que el presidente lo hace de la mejor manera. Eso es lo que se pasó ayer haciendo. Y ahora está saliendo, mostrando su caso al pueblo estadounidense”.
Más que entrevistas sentadas o conferencias de prensa formales, los asesores de Biden creen que el formato de foro juega con su estilo político característico, con una habilidad para conectarse con los estadounidenses a nivel personal. En eventos anteriores, mencionó la batalla de su hijo con la adicción y consoló a un niño de segundo grado que temía contraer el coronavirus en la escuela.
Las apariciones pasadas también han venido con algunos momentos fuera de tono, como cuando le dijo al dueño de un restaurante de Ohio, en julio, que estaría “en aprietos por un tiempo” en medio de la escasez de mano de obra en todo el país. Y pareció contradecir a su propio personal cuando estableció diferentes objetivos para la reapertura de las escuelas, en un foro en febrero.
Sin embargo, el foro es una oportunidad para realinear la atención del público sobre su amplia agenda nacional, cuyos elementos son muy populares entre el pueblo estadounidense. Biden y sus aliados creen que aprobar los proyectos de ley podría ayudar a impulsar a los demócratas en las elecciones de mitad de período del próximo año.
Biden ha expresado su frustración porque la mayor parte de su tiempo lo pasó a principios de este año promoviendo la agenda, cuando aún se estaban formando opiniones sobre las amplias propuestas que incluyen la mayor parte de sus promesas nacionales. Una retirada caótica de Afganistán y una serie de desastres naturales impidieron que Biden concentrara toda su atención en explicar a los estadounidenses lo que estaba incluido en los planes.
Ahora, los demócratas se apresuran a completar las negociaciones sobre la ambiciosa agenda del presidente y él está presionando para tener algo concreto que promocionar cuando parta la próxima semana hacia Europa para una cumbre del G20 y conversaciones sobre el clima en Escocia.
La etapa final de las negociaciones ha llegado con decisiones difíciles sobre qué reducir del paquete original de US$ 3,5 billones y qué atacar por completo. Si bien las líneas generales de esas decisiones han comenzado a surgir esta semana, las conversaciones continúan a un ritmo frenético.
“El presidente sabe que no obtendrá todo lo que quiere en este paquete, ni la presidenta de la Cámara [de Representantes], Pelosi, ni el líder [del Senado] Schumer, ni probablemente ningún miembro del Congreso. Y de eso se trata el compromiso y la negociación”, dijo la secretaria de Prensa, Jen Psaki, a los periodistas en el Air Force One, el miércoles.
La agenda de Biden esta semana se ha dedicado casi en su totalidad a reuniones con legisladores, quienes han viajado a la Casa Blanca en grupos e individualmente para reunirse con el presidente en la Oficina Oval.
La ráfaga de reuniones ha señalado que las arduas negociaciones sobre la agenda interna de Biden estaban llegando a su fin, y el martes el presidente comenzó a presentar elementos que habían sido eliminados del gran paquete presupuestario para apaciguar a los moderados.
Eso incluyó su plan prometido durante mucho tiempo de ofrecer universidad comunitaria gratuita, que no se espera que llegue al corte final. También se espera que se reduzca un crédito fiscal por hijos. Y ahora se cuestiona un aumento en la tasa del impuesto de sociedades.
Se esperaba que otros elementos, como la licencia familiar pagada, el jardín de infantes universal y la ampliación de los beneficios de atención médica permanecieran en el proyecto final. Y continúa el debate sobre qué disposiciones para combatir el cambio climático mantener en el paquete.