(CNN) – Meses después de condenar al exagente de la Policía de Minneapolis que mató a George Floyd, los miembros del jurado describen el juicio como una experiencia que les altera la vida y que todavía les persigue.
Fue su primera y única entrevista desde que declararon en abril a Derek Chauvin culpable de homicidio accidental, homicidio no intencional con desprecio por la vida y homicidio no intencional en la comisión de delito grave.
Siete miembros del jurado le dijeron a Don Lemon, de CNN, que su veredicto en el juicio más importante de la era de Black Lives Matter se basó únicamente en las pruebas, no en sus opiniones sobre la raza.
El espantoso video de Chauvin presionando con su rodilla el cuello de Floyd durante más de nueve minutos, mientras el hombre negro gritaba que no podía respirar, está grabado en sus mentes, dijeron. Algunos han buscado asesoramiento y terapia.
“Definitivamente está en mi espíritu y siempre estará ahí”, dijo Sherri Belton Hardeman sobre el video.
“Ver a George Floyd llamar a su madre me rompió el corazón. Siendo yo una madre, una madre negra, una abuela negra. Llamamos a nuestra madre cuando estamos sufriendo, cuando nos duele y cuando lo necesitamos… Y desgraciadamente su madre no pudo acudir a su rescate. De hecho, nadie vino a su rescate. Es desgarrador”, afirmó.
“No hay lugar para el error en absoluto”
Los miembros del jurado deliberaron durante más de 10 horas a lo largo de dos días antes de llegar a un veredicto. Chauvin, que tiene previsto recurrir el fallo, fue condenado en junio a 22 años y medio de prisión.
El jurado escuchó cerca de tres semanas de testimonios. Los fiscales les pidieron que “creyeran en sus ojos” y se basaran en el video de los últimos momentos de Floyd, incluidas las imágenes de un teléfono móvil tomadas por una joven de 17 años. La defensa llamó a siete testigos, pero no a Chauvin, que se acogió a su derecho a no declarar en virtud de la Quinta Enmienda.
“Lo primero que hicimos fue, uno, quitarnos las mascarillas y luego intercambiar nombres”, dijo Nicole Deters.
“Algunos de nosotros nos sentimos un poco ansiosos porque habíamos estado aguantando todo esto durante tres semanas y media”, añadió Brandon Mitchell.
Luego vino la primera de las muchas votaciones que harían, empezando por los cargos de homicidios. Los votos eran anónimos, garabateados en trozos de papel.
Cuando todos coincidieron en la culpabilidad por homicidio, algunos miembros del panel empezaron a hacer de abogados del diablo y sugirieron que discutieran los argumentos de la defensa. Esos argumentos se enumeraron en una pizarra.
“Quería asegurarme de que todo el mundo estaba en la misma página”, dijo Belton Hardeman. “Quería asegurarme de que estábamos actuando con la debida diligencia y de que realmente entendíamos cuál era nuestra tarea. No había margen de error en absoluto”.
Hubo unas cuatro votaciones en el segundo recuento antes de llegar a un acuerdo sobre la culpabilidad. Vieron el video y revisaron montones de notas y testimonios para responder a preguntas como: ¿Cuántas veces se comprobó el pulso de Floyd? ¿Qué se dijeron los agentes entre sí?
Jodi Doud planteó otra pregunta: “Un momento. ¿Tiene que ser la muerte de George Floyd el acto de daño intencionado o puede ser [el hecho] que no le hayan proporcionado el soporte vital?”.
“De repente se les encendieron las bombillas a las personas que creo que estaban indecisas o en el lado de la no culpabilidad”, dijo Deters.
“No se trata de lo que hizo, sino más o menos de lo que no hizo”, añadió Doud, refiriéndose a Derek Chauvin. “No proporcionó medidas para salvar la vida de George Floyd cuando sabía que el tipo estaba sufriendo o necesitaba atención médica”.
Deters se mantenía en la línea de no culpabilidad o de indecisión hasta que Doud habló de la intención.
“Yo estaba como, ‘Oh Dios mío, tienes toda la razón’”, dijo Deters. “Hay intención […] de no proporcionar medidas para salvar la vida cuando él sabía tres veces que no había pulso”.
La raza ni siquiera se mencionó en el juicio a Derek Chauvin
En la sala del jurado, dijo Belton Hardeman, recordó el testimonio sobre un lema de la Policía de Minneapolis: “Bajo nuestra custodia, a nuestro cuidado”, o palabras en ese sentido.
“George Floyd estaba bajo su custodia”, dijo. “Nunca estuvo bajo su cuidado. Y eso para mí… es un golpe duro. Siento que nunca se preocuparon por él”.
Los miembros del jurado dijeron que probablemente habrían llegado a la misma decisión si Derek Chauvin hubiera subido al estrado en su defensa.
“Las pruebas eran las pruebas”, dijo Mitchell.
Belton Hardeman añadió: “Todavía estoy tratando de entender nueve minutos y 29 segundos. ¿Por qué? Y no creo que Derek Chauvin pueda explicármelo nunca”.
Aun así, los miembros del jurado dijeron que les hubiera gustado escuchar al expolicía explicar sus acciones.
“Para nosotros, es una experiencia traumática”, dijo Mitchell. “Nos habría añadido un poco de cierre solo para escuchar lo que estaba pensando. ¿Cómo se llegó a esto?”.
Aunque la muerte de Floyd a manos de un exagente blanco provocó protestas generalizadas contra la brutalidad de las fuerzas del orden y el racismo bajo el lema Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan), el diverso panel dijo que la raza no entró en sus deliberaciones.
“Llegamos aquí por el racismo sistémico dentro del sistema, cierto, por lo que ha estado sucediendo. Así es como llegamos a una sala de justicia en primer lugar”, dijo Deters. “Pero cuando se llegó a los tres veredictos, se basó en las pruebas y los hechos al cien por cien”.
Belton Hardeman añadió: “La raza ni siquiera se mencionó en las tres semanas y media que estuvimos en esa sala, y no creo que se mencionara durante las deliberaciones”.
La cámara no miente
Los videos de los transeúntes, el video de vigilancia del otro lado de la calle y el video del exterior de la tienda donde se detuvo a Floyd, el 25 de mayo de 2020, fueron cruciales. Captaron los más de nueve minutos que Derek Chauvin se arrodilló sobre el cuello de Floyd.
“La cámara no miente”, dijo Belton Hardeman. “Y fue a cámara lenta en algunos momentos mientras estabas sentado allí en el tribunal… Así que fue duro. Pero jugó un papel muy importante. Realmente lo hizo”.
Las imágenes que se hicieron virales justo después de la muerte de Floyd fueron grabadas por una joven llamada Darnella Frazier, quien se encontró con la escena mientras iba a la tienda Cup Foods con su primo.
El encuentro con la policía comenzó con Floyd comprando un paquete de cigarrillos con un billete de 20 dólares que un cajero de la tienda creyó que era falso.
“Sin esos videos de los transeúntes habría ocurrido algo, pero no habría llegado a este nivel, no lo creo”, dijo Deters, refiriéndose a la eventual condena de Derek Chauvin.
Lisa Christensen añadió: “Sin el video de la señorita Frazier, no creo que estuviéramos sentados aquí hoy, para ser sincera”.
“No quiero volver a ver ese video”
Ver el video una y otra vez le pasó factura emocional.
“A veces me iba a casa y me metía en mi habitación, cerraba la puerta y me iba a la cama a pasar el resto del día. Era agotador”, dijo Christensen. “Ver a alguien pasar por lo que pasó el señor Floyd cuando podría haberse evitado. Todavía no puedo entender cómo un billete falso de 20 dólares acabó en la muerte de George Floyd”.
Doud quiso cerrar los ojos la primera vez que vio el vídeo en su totalidad.
“Me molestó mucho”, dijo. “¿Cómo puede alguien hacer eso a otra persona? Y fue una muerte lenta. No fue solo un disparo y ya está muerto”.
Doud se alejó de sus familiares.
“Todavía, a día de hoy, tiene efectos en mí”, dijo.
Deters también vio el video completo por primera vez en el tribunal.
“En el fondo de mi cabeza decía: ‘Oh, Dios mío, oh, Dios mío. Solo respira. Solo respira”, recordó. “Y luego pienso: ‘George Floyd no podía respirar’. Me digo a mí mismo que respire para no desmayarme al tener que ver esto. Pero estoy viendo a un hombre que no podía respirar”.
Mitchell quería cerrar los ojos.
“Tuve que obligarme a seguir mirándolo. Quieres apartar la vista. Quieres mirar a la pared. Quieres mirar a cualquier otra parte realmente”, dijo.
“Pero incluso cuando miras hacia otro lado sigues oyéndolo… él, llorando y gimiendo. Y es como una pesadilla continua. Es como si siguieras viendo el video. Estoy cansado de verlo. No quiero volver a ver ese video nunca más”.
Belton Hardeman recordó el momento del video en el que los fiscales dijeron que Floyd estaba muerto.
“Tuve un gran suspiro”, dijo. “Nunca había vivido algo así. No creo que ninguno de nosotros lo haya hecho. Fue muy, muy traumático. Y me dolió… me dolió toda el alma, todo el cuerpo. Y sentí dolor por su familia”.
Alrededor de una semana después del juicio, dijo Christensen, visitó la calle fuera de la tienda de Cup Foods donde Floyd dio su último aliento.
“Presenté mis respetos. Para mí fue un cierre, o al menos pensé que iba a ser un cierre”, dijo. “Lo vimos todo en el tribunal y en los videos, pero estar allí y verlo me pareció… real. Me ayudó a cerrar un poco la puerta. Pero me acompañará siempre”.