Hong Kong (CNN) – El entusiasmo por los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 es cada vez mayor en China, con gente clamando por puestos como trabajadores voluntarios (incluso mientras las restricciones se endurecen en medio de un brote de covid-19).
Desde que se abrieron las solicitudes hace casi dos años, más de un millón de personas han solicitado trabajar sin remuneración en los Juegos de Beijing, que se celebrarán en febrero, informó este lunes el tabloide estatal Global Times. De ese enorme grupo, se seleccionaron casi 20.000 voluntarios, en su mayoría estudiantes universitarios de Beijing y de la provincia circundante de Hebei.
La avalancha de aspirantes refleja el entusiasmo que reina en China, ya que Beijing se prepara para convertirse en la primera ciudad que acogerá tanto los Juegos Olímpicos de Verano como los de Invierno. Se trata de un importante motivo de orgullo nacional, evidente en la grandiosa retórica oficial y en la frecuente cobertura de los medios de comunicación estatales en el periodo previo a los Juegos.
Antes de los Olímpicos de Verano de Beijing 2008, multitudes similares de ciudadanos deseosos de participar se inscribieron como voluntarios, y los medios de comunicación estatales informaron de más de 1,2 millones de solicitudes.
Pero los próximos Juegos de Invierno se celebran en un entorno drásticamente diferente, ya que China es uno de los pocos países del mundo que sigue manteniendo la política de “covid cero”.
Aunque otros países de la región y del mundo empiezan a abrirse y a “vivir con el covid”, las autoridades chinas no muestran signos de retroceder en las medidas estrictas y el cierre de fronteras en la búsqueda de un país libre del virus.
En las últimas semanas, el resurgimiento del virus ha provocado la aparición de casos en más de un tercio de las provincias y regiones chinas, lo que ha llevado a los gobiernos locales a introducir severas restricciones a los viajes y a someter a millones de personas a cierres repentinos.
En cierto modo, la situación se asemeja a la de los Juegos Olímpicos de Verano de Tokio 2020, retrasados por la pandemia, que se celebraron hace unos meses con el telón de fondo de la crisis de covid en el país anfitrión. Mientras los atletas se reunían en la capital japonesa entre julio y agosto, los nuevos casos diarios se dispararon y Tokio se declaró en estado de emergencia.
La determinación del gobierno japonés de celebrar los Juegos a pesar del riesgo de covid fue controvertida, y el apoyo público cayó drásticamente. Aunque 80.000 personas se inscribieron inicialmente como voluntarios en los Juegos, al menos 10.000 habían renunciado a mediados de junio, sobre todo por la preocupación que suscitaba el covid. Muchos seguían esperando a ser vacunados, y afirmaron que recibieron poca protección contra el covid, más allá de las mascarillas de tela y el desinfectante de manos.
En China no parece haber esa reticencia, lo que refleja la confianza en las medidas de prevención del covid en el país, que son ampliamente populares entre el público.
A diferencia del retraso en la vacunación antes de los Juegos Olímpicos de Tokio, China puso en marcha su programa de vacunación con notable rapidez y eficacia. Hasta ahora se han administrado más de 2.200 millones de dosis en la China continental, según informó el martes la Comisión Nacional de Salud del país.
Para garantizar que los Juegos Olímpicos no provoquen un brote entre la población, los organizadores chinos celebrarán los Juegos en lo que se ha denominado una “burbuja covid segura” alrededor de Beijing, destinada a separar a los atletas y participantes de los residentes locales. Solo las personas que viven en la China continental podrán asistir a los Juegos como espectadores.
Pero los Juegos de Beijing no han evitado la polémica. Los activistas de derechos humanos han pedido a Estados Unidos y a otras democracias que boicoteen el evento, citando los supuestos abusos de derechos humanos de Beijing en el Tíbet, Xinjiang y Hong Kong. El gobierno chino ha negado repetidamente estas afirmaciones.
Los periodistas internacionales también han criticado a los organizadores por su falta de transparencia y acceso. Este martes, el Club de Corresponsales Extranjeros de China afirmó en Twitter que se excluyó a los periodistas extranjeros de los actos, se les bloqueó el acceso a las conferencias de prensa y se les impidió informar sobre los preparativos.
Pero la controversia en el extranjero no ha frenado el entusiasmo en casa. Ni siquiera el agotador proceso de selección y formación ha disuadido al ejército de jóvenes voluntarios.
Una de las voluntarias seleccionadas, la estudiante Li Wanghua, declaró al diario estatal China Daily que tuvo que completar más de 20 sesiones de capacitación online antes de realizar una serie de exámenes. Los aspirantes fueron sometidos a pruebas de conocimiento de los deportes de invierno y de los Juegos, así como de sus conocimientos de inglés, antes de someterse a entrevistas.
Luego vino el entrenamiento. Dado que muchas de las competiciones se celebrarán al aire libre, en la nieve, los voluntarios deben realizar evaluaciones físicas como caminar 15 kilómetros a través del campo para entrenar su resistencia al frío, dijo Li.
Ese es solo el comienzo de su entrenamiento, que durará hasta el final del año para los 20.000 voluntarios seleccionados, según Global Times. El programa de formación incluye el aprendizaje de la conducta de servicio, la atención de emergencias, las estrategias de prevención de covid, y la atención básica de la salud psicológica y física.
El trabajo también puede tener un costo personal. Una voluntaria que fue seleccionada para trabajar en el aeropuerto de Beijing dijo que tiene que ingresar dos semanas antes de que comiencen los Juegos, lo que significa que se perderá las celebraciones del Año Nuevo Lunar. Se trata de una de las mayores fiestas anuales de China, en la que las familias suelen reunirse, algo parecido al Día de Acción de Gracias o la Navidad en Estados Unidos.
Pero para los voluntarios poco importa: los Juegos Olímpicos les proporcionan -y a China- un momento triunfal en el centro de atención mundial.
“La profesionalidad y la pasión de los voluntarios de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008 están profundamente grabadas en mi memoria, aunque entonces solo era un estudiante de primaria”, declaró Li al China Daily. “Es un honor tener la oportunidad de emularlos”.