(CNN) – La explosiva acusación #MeToo de una estrella china del tenis realizada a comienzos de noviembre contra un exdirigente estatal ha sido silenciada por censura generalizada, y las autoridades se apresuran a eliminar cualquier mención de un escándalo políticamente sensible que ha resonado en todo el internet de China.
Peng Shuai, de 35 años, excampeona de dobles de Wimbledon y del Abierto de Francia, acusó el 2 de noviembre al vice primer ministro retirado Zhang Gaoli de presionarla para que mantuviera relaciones sexuales, según las capturas de pantalla de una publicación, que ya borraron, de la cuenta verificada de Peng en Weibo, la plataforma china de medios sociales similar a Twitter.
Desde entonces, ha habido una creciente preocupación por el paradero de Peng, y este jueves los medios de comunicación estatales de China publicaron un correo electrónico supuestamente de la estrella del tenis en el que afirma que está bien y parece retractarse de sus acusaciones.
CNN no ha podido verificar de forma independiente la autenticidad del post original de acusación de más de 1.600 palabras, y se ha puesto en contacto con Peng para que haga comentarios, así como con la Oficina de Información del Consejo de Estado de China, que se encarga de las consultas de prensa del gobierno central.
En la publicación, que se lee como una carta abierta a Zhang, Peng alega una relación durante un periodo intermitente que abarcó al menos 10 años. Peng dice que abrió su corazón a Zhang, que ahora tiene 75 años.
“¿Por qué tuviste que volver a mí, llevarme a tu casa para obligarme a tener relaciones sexuales contigo? Sí, no tenía ninguna prueba, y era sencillamente imposible tenerla”, escribió.
“No podría describir lo asqueada que estaba, y cuántas veces me pregunté si todavía soy humana. Me siento como un cadáver andante. Cada día me preguntaba: ‘¿qué persona es la verdadera yo?’”.
CNN no pudo contactar con Zhang, quien formó parte del Comité Permanente del Politburó del gobernante Partido Comunista -compuesto por siete personas y que es el órgano supremo de dirección del país- entre 2012 y 2017, durante el primer mandato del líder chino Xi Jinping en el poder. Se retiró como vice primer ministro en 2018.
En China, los altos dirigentes de la categoría de Zhang siguen siendo inaccesibles y privados incluso después de su jubilación, lo que hace que sea prácticamente imposible contactar con él para que haga comentarios para este reportaje.
El emergente movimiento #MeToo de China ha apuntado anteriormente a académicos, trabajadores de ONG y celebridades, con resultados variables. Pero esta es la primera vez que llega a las altas esferas del Partido Comunista.
“Debemos darnos cuenta de lo extraordinario que es que Peng Shuai haya decidido hablar. Pocas personas tendrían el valor de hacerlo, porque podría ser a costa de su seguridad y la de su familia”, dijo Lv Pin, una destacada feminista china que ahora reside en Nueva York.
El escándalo, además, se produjo pocos días antes de una reunión crucial de las élites del partido en Beijing, que se espera que allane el camino para que Xi Jinping consiga un tercer mandato.
Censura generalizada en China
Cuando las acusaciones de Peng se hicieron públicas en internet, la censura se puso en marcha con una rapidez y ferocidad nunca vistas en ninguno de los casos anteriores de #MeToo en el país.
Su extensa publicación, que tuvo lugar poco después de las 10 de la noche del martes 2 de noviembre, fue eliminada en menos de 30 minutos. Las capturas de pantalla del mensaje habían circulado inicialmente por las redes sociales y en grupos de chat privados, pero pronto fueron censuradas también, junto con otros mensajes sobre el caso.
La cuenta verificada de Peng, que tiene más de medio millón de seguidores, sigue en Weibo hasta el miércoles por la noche. Pero la bloquearon de las búsquedas. También se cerraron todas las secciones de comentarios de sus publicaciones anteriores.
En una muestra del nivel de censura sin precedentes, incluso se cerraron los comentarios de una página de discusión de Weibo sobre el tenis. Y también se eliminaron oscuras referencias al escándalo.
En Douban, el sitio web chino de reseñas de películas similar a IMDB, se censuró la página de la serie romántica coreana “El primer ministro y yo”, después de que los usuarios discutieran el caso de Peng en su sección de reseñas.
La rápida y exhaustiva censura contrasta con la respuesta a otros casos recientes de gran repercusión del #MeToo, como las acusaciones de violación contra la estrella del pop canadiense-chino Kris Wu.
Ese escándalo tuvo una gran repercusión en las redes sociales, dominando los trending topics en Weibo durante días, mientras los medios de comunicación estatales amplificaban la acusación, criticando a Wu por su decadencia moral.
Posteriormente, se detuvo a Wu como sospechoso de violación. Antes de su detención, Wu negó las acusaciones en su cuenta personal de Weibo. Su empresa dijo que iba a emprender acciones legales contra su denunciante, calificando las acusaciones de “rumores malintencionados”.
Poco después, el gobierno desencadenó una amplia ofensiva contra la industria del entretenimiento, cancelando a una serie de “celebridades de mala conducta”.
Las acusaciones de la tenista
Peng afirmó en su post que la primera vez que tuvo relaciones sexuales con Zhang fue hace más de 10 años, cuando él era el jefe del Partido Comunista en Tianjin, una ciudad costera al sureste de Beijing. Pero Zhang rompió el contacto después de ser promovido al Comité Permanente del Politburó en Beijing, según la publicación.
No explicaba las circunstancias de su primer encuentro sexual.
Luego, una mañana de hace unos tres años, después de que Zhang se hubiera retirado, la publicación alega que él invitó repentinamente a Peng a jugar tenis en Beijing. Después, escribe, Zhang y su esposa la llevaron a su casa, donde Peng afirmó que la presionaron para tener relaciones sexuales con Zhang.
“Esa tarde no estuve de acuerdo al principio y estuve llorando todo el tiempo”, escribió Peng. Después de cenar con Zhang y su esposa, y tras mucha persuasión por parte de Zhang, ella cedió, según el post.
Al igual que Zhang, su mujer, Kang Jie, sigue protegida por el gobierno y no ha podido ser localizada para que haga comentarios.
“Tenía pánico y miedo, y accedí con mis sentimientos por ti desde hace siete años”, decía el post.
Peng dijo que entonces inició una relación extramatrimonial con Zhang, pero que sufrió “demasiadas injusticias e insultos”. Afirmó que se pelearon la semana pasada, y que Zhang se negó a reunirse con ella y desapareció.
Peng dijo que no tenía pruebas para demostrar sus acusaciones, y afirmó que a Zhang siempre le preocupaba que ella grabara las cosas.
“Sé que para alguien de su eminencia, el viceprimer ministro Zhang Gaoli, dijiste que no tenías miedo. Pero aunque solo sea yo, como un huevo que golpea la piedra, una polilla que vuela en llamas, cortejando la autodestrucción, diría la verdad sobre nosotros”, escribió. CNN no puede verificar de forma independiente las afirmaciones de Peng.
La información que rodea la vida personal de los altos funcionarios chinos suele estar rodeada de secreto, e incluso algunos de los datos biográficos más básicos se consideran tabú. Sin embargo, bajo el mandato de Xi, las supuestas extravagancias y fechorías de algunos funcionarios en desgracia atrapados en su campaña anticorrupción se han hecho ampliamente públicas, proporcionando una rara ventana a sus vidas privadas.
“Es una mujer excepcional”
A pesar de la censura, muchos usuarios de las redes sociales expresaron su apoyo a Peng, a menudo en términos vagos.
“Qué desesperada e impotente debe haber estado”, publicó un popular bloguero de tenis con más de 200.000 seguidores. “Espero que se mantenga a salvo”.
“No sé qué más puedo decir aparte de rezar para que esté a salvo. Hemos aceptado por defecto que este incidente desaparecerá de internet: la publicación desaparecerá, la cuenta desaparecerá, la justicia desaparecerá; solo el dolor que atormenta a la víctima no desaparecerá, solo el miedo de la próxima víctima no desaparecerá”, decía otro comentario.
Ambos comentarios fueron borrados posteriormente.
Los supervivientes de agresiones sexuales se han enfrentado durante mucho tiempo a un fuerte estigma y resistencia en China, tanto a nivel oficial como entre el público. Pero en los últimos años, un número creciente de mujeres se ha unido a las víctimas que hablaron, a medida que el movimiento #MeToo cobraba fuerza.
Lv, la activista feminista de Nueva York, dijo que Peng despertó una amplia simpatía pública en parte por el éxito que ha tenido en su carrera profesional.
En 2013, Peng ganó el campeonato de dobles en Wimbledon con su compañera de Taiwán. En 2014, el dúo ganó el título de dobles del Abierto de Francia. Peng también fue semifinalista del US Open.
“Es una mujer realmente excepcional, la gloria de China, una persona mundialmente famosa. Incluso mujeres como ella se verían atrapadas en un problema como este”, dijo Lv. “Esto demuestra cuántos obstáculos tienen que saltar las mujeres chinas en su búsqueda de la igualdad y la independencia”.
“Todo el mundo está preocupado por ella. Nadie sabe qué le puede pasar. Creo que la atención pública al caso es su mayor protección”, añadió.