(CNN) – Un récord en la temporada y la expulsión de dos aficionados. El regreso tras la suspensión iba a convertir a LeBron James en el centro de atención, pero, incluso para sus estándares, la noche del miércoles fue agitada.
La estrella de los Los Angeles Lakers volvió a la cancha por primera vez tras la segunda expulsión de su carrera -ocurrida contra los Detroit Pistons el domingo- y el jugador de 36 años liberó cualquier rastro de frustración con una victoria en tiempo extra por 124-116 sobre los Indiana Pacers en Indianápolis.
A pesar de la ausencia de Anthony Davis por enfermedad, LeBron James se destapó con un récord de temporada de 39 puntos en el partido -siete de los cuales llegaron en el tiempo extra-, así como seis asistencias y cinco rebotes para llevar a su equipo a la victoria.
El base Malcolm Brogdon lideró los números de los Pacers con 28 puntos, siete rebotes y dos asistencias, al tiempo que el equipo cae a 8-12 en el Este.
Los Lakers estuvieron por detrás durante la mayor parte del partido, y solo se pusieron en ventaja por primera vez al final del último cuarto, antes de que dos triples en los últimos 30 segundos de los Pacers, de Justin Holiday y Chris Duarte, llevaran el partido a tiempo extra.
James, el 17 veces All-Star, encestó dos triples que superaron a los Pacers en el tiempo extra, y los Lakers se mantuvieron firmes para igualar su récord de temporada en 10-10.
Dos aficionados expulsados
Hubo otra expulsión en un partido de los Lakers, pero esta vez no fue de un jugador. El domingo, James fue expulsado después de que contactara en la cara a la estrella de los Pistons Isaiah Stewart, un altercado que desencadenó una reacción de confrontación por parte de Stewart y una trifulca en la cancha.
La NBA sancionó a Stewart con dos partidos de suspensión por “agravar” la situación y perseguir “repetida y agresivamente” a James, que a su vez fue sancionado con un partido por “golpear imprudentemente” al pívot de los Pistons en la cara.
A mitad del tiempo extra contra los Pacers, James habló con el árbitro y pareció hacer un gesto a dos aficionados sentados en la cancha. A continuación, la pareja fue escoltada por la seguridad del Gainbridge Fieldhouse.
“Hay una diferencia entre animar al equipo de casa, abuchear al rival, no querer que el rival tenga éxito, y luego hay momentos en los que se pasa el límite con gestos y palabras obscenas”, dijo James a periodistas cuando se le preguntó por el incidente tras el partido.
“Eso no debería ser tolerado en nuestro juego por parte de nadie. Nunca se lo diría a un aficionado y un aficionado nunca debería decírselo a un jugador”.
James también arrojó más luz sobre su propia expulsión el domingo, revelando que no había hablado con Stewart desde el incidente que dice que fue estrictamente “accidental”.
“Fui a disculparme con él y ustedes vieron lo que pasó después”, dijo James.
“Definitivamente fue accidental, no soy ese tipo de jugador. Odio ver lo que se intensificó después de eso. Pensé que merecía una expulsión por lo que pasó después… pero una suspensión, no pensé que estuviera justificada”.
“Una actuación para la posteridad”
Al margen del drama de la expulsión, el entrenador de los Lakers, Frank Vogel, simplemente se alegró de tener a su superestrella de vuelta y de ser testigo de “una actuación para la posteridad”.
“Sé que quería conseguir esta victoria”, dijo Vogel.
“Tenía muchas ganas de jugar en ese partido contra los Knicks, lo espera cada año. Así que recuperarse esta noche, dirigir la defensa y llevar la ofensiva de la manera que lo hizo, eso es solo una actuación para la posteridad”.
Por otra parte, los Warriors de Golden State se impusieron por 116-96 a los 76ers de Filadelfia. En un asunto familiar, Steph Curry, de los Warriors, superó a su hermano menor, Seth, con 25 puntos, para lograr la quinta victoria consecutiva de los líderes de la Conferencia Oeste.
En cuanto a las rachas, los Suns de Phoenix continuaron su buena racha con una decimocuarta victoria consecutiva, superando a los Cavaliers de Cleveland por 120-115, mientras que los Rockets de Houston rompieron una racha de 15 derrotas con una sorprendente victoria por 118-113 sobre los Bulls de Chicago.