(CNN) – Una de las tendencias más importantes de este año es el autocuidado, que se define de forma imprecisa como el hecho de centrarse en la propia salud y el bienestar de forma calmada, holística y preventiva.
Pero ¿qué significa eso? Si nos fijamos en los productos de “autocuidado” que pueden comprarse estas fiestas, encontraremos un énfasis en los baños calientes con sales de baño relajantes, toallas mullidas y cremas corporales sedosas. No olvides los sets de maquillaje, uñas, masajes y desintoxicación.
Las aplicaciones para calmarnos y los gadgets de alimentación y entrenamiento físico están por todas partes. Libros de autocuidado, diarios de atención plena y barajas de tarjetas de afirmación, hay para todos. Una tienda incluso incluye las “sillas para hacer caca” en la categoría de “autocuidado” (supongo que lo entiendo).
Obviamente, todas estas herramientas son estupendas para alcanzar tus objetivos de autocuidado, pero ¿has hecho el trabajo para saber en qué necesitas centrarte para estar bien realmente?
Para saber cómo enfocar mejor nuestros esfuerzos para ayudarnos a nosotros mismos, CNN se puso en contacto con la doctora Cynthia Ackrill, experta en gestión del estrés y editora de la revista Contentment, producida por el American Institute of Stress.
Esta conversación fue editada ligeramente para mayor claridad.
CNN: Escuchamos mucho sobre lo bueno que es para nosotros el autocuidado, pero no estoy segura de que muchos de nosotros sepamos cómo hacerlo de la mejor manera.
Ackrill: ¡Oh!, por muy importante que sea el autocuidado, no quiero que se sienta como un “deber” más en tu vida, o como algo que tienes que “hacer bien”. En realidad es solo un proceso para empezar a aprender a recargarse, y es diferente para cada persona.
Míralo desde la perspectiva de la energía: ¿estás haciendo lo suficiente para mantener tu energía física, mental, emocional y espiritual? Y por espiritual, me refiero a esa sensación de conexión y de estar arraigado en el panorama general de la vida y en tu fe, si eso es importante para ti.
Para la mayoría de las personas con las que he trabajado, la respuesta es: “No, estoy agotado, abrumado, exhausto”. No hay que avergonzarse de esta respuesta. No solo no nos han enseñado a cuidar de nuestras necesidades energéticas. Incluso nos han premiado por ignorarlas en la búsqueda del “éxito”.
Pero puedes empezar a equilibrar tu ecuación energética haciendo pequeños cambios en las decisiones que tomes. Para algunas personas, el sueño es un buen punto de partida, ya que están descuidando su sueño y sufriendo por ello. Otros pueden querer trabajar en la limpieza de su dieta para incluir opciones de alimentos más saludables y menos comida rápida.
¿Te mueves lo suficiente? Nuestro cerebro está programado para aprender y crecer a través del movimiento. ¿Sales a la calle para aprovechar los beneficios de la naturaleza?
¿Te das suficiente tiempo de conexión con los demás? Tal vez necesites programar tiempo con tus amigos o tu familia. O necesitas más tiempo a solas, para simplemente “estar” y hacer las cosas que te recargan, ya sea leer una buena novela, escuchar música o permanecer en silencio sin hacer nada.
Comienza con la toma de conciencia, con compasión, no con juicio, de cómo estás ahora en comparación con tu mejor momento. ¿Necesitas más espacio y tiempo para procesar tus emociones y alcanzar tu mejor versión? Y una vez que sepas eso, puedes empezar a ajustar tu vida.
CNN: Digamos que dedico una tarde a centrarme en lo que necesito hacer para ser mi mejor yo, ¿qué debería preguntarme para saber que estoy abordando mis necesidades clave?
Te sugiero que reserves un par de horas tranquilas, sin distracciones, para evaluar lo que más necesitas. A mí me resulta útil responder a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo más importante para mí? Identificar tus valores te ayuda a decidir cómo gastar mejor tu energía.
- ¿Qué me hace fuerte? Piensa en tu vida hasta la fecha. Haz un test en línea que mida tus puntos fuertes, como la encuesta gratuita sobre puntos fuertes del carácter del VIA Institute on Character. Aprovechar los puntos fuertes es muy poderoso.
- ¿Quién soy en mi mejor momento? Conoce tu mentalidad más sana, feliz y fuerte para poder practicarla.
- ¿Qué me ha hecho descarrilar? Otra forma de preguntarlo: ¿qué es lo que históricamente me agota física, mental, emocional o espiritualmente? ¿Qué necesito disminuir en cada una de esas áreas?
- Ahora bien, ¿qué ha funcionado en el pasado para ayudarme a alcanzar mi mejor versión? ¿Qué es lo que normalmente me recarga física, mental, emocional o espiritualmente? ¿Qué necesito añadir en cada área?
- Haz una lista de posibles ajustes para acercarte al equilibrio. No te detengas hasta que tengas al menos 10. Sé creativo y diviértete. Considera ideas de doble y triple beneficio. Por ejemplo, pasear con un amigo al aire libre me proporciona tiempo en la naturaleza, ejercicio y energía de conexión social.
- Encierra en un círculo las tres primeras ideas que te parezcan de mayor impacto. Estas pueden convertirse en objetivos, eventualmente.
- Señala los dos que te parezcan más fáciles o divertidos de lograr. Estos pueden ser los primeros ajustes, ya que el éxito temprano alimentará el éxito a largo plazo y te mantendrá fuera de la zona del “debería”.
- Crea pequeños objetivos SMART a partir de ellos. Los objetivos SMART son específicos, medibles, basados en la acción, realistas y temporales. Haz una tabla, utiliza una aplicación o pon una estrella en tu calendario. (A los adultos también les gustan las estrellas). Luego, decide cómo vas a celebrar tu victoria. De este modo, tu cerebro estará preparado para más.
- BONO: Pon tu próxima cita de revisión en el calendario de una vez.
Ahora que has priorizado tus necesidades, date cuenta de que nada de esto puede lograrse de la noche a la mañana. No digas: “El lunes voy a hacer la dieta perfecta, voy a hacer ejercicio, voy a reconectar con alguien todos los días”. No se trata de una gran revisión que parezca desalentadora para empezar: tu cerebro es demasiado bueno para resistirse a los cambios masivos. Se trata de empezar a reconocer cómo puedes gastar la energía de forma que mejore tu bienestar.
Quizá esta semana empieces por beber más agua e irte a la cama 10 minutos antes, pequeñas cosas que no van a provocar tu resistencia. ¿Qué te parece “divertido” “probar” durante las próximas semanas?
Recuerda que el autocuidado no es egoísta. No es egocéntrico. El autocuidado es liderazgo. En realidad, es tu responsabilidad cuidar del cuerpo, la mente y el espíritu que te han dado. Así es como puedes prosperar y contribuir. Sin embargo, a menudo nos descartamos a nosotros mismos en la ecuación de una vida exitosa. Aclara lo que se necesita para prosperar en este mundo y lo que tienes que hacer para lograrlo.
CNN: ¿Y si no estamos seguros de lo que nos hará “prosperar”?
Ackrill: Eso no es sorprendente. No nos enseñaron a pensar en ello por nosotros mismos. Nos dijeron qué era lo que nos haría prosperar, y creo que éste es uno de los problemas que causa el estrés, para empezar. Nuestra cultura nos entrena para buscar señales externas de si estamos bien o no, en lugar de señales internas de si lo estamos haciendo bien.
Preguntar qué es lo que nos hace prosperar es una exploración. Se trata de mantener la curiosidad y permanecer en lo que te importa y tomarte un tiempo para descubrirlo con compasión y amabilidad, no con juicio. Y saber que puede evolucionar y cambiar con el tiempo.
CNN: ¿Cómo ha afectado la pandemia a la capacidad de la gente para practicar el autocuidado?
Ackrill: El covid ha hecho un trabajo magistral al sacar a la luz todas nuestras vulnerabilidades. Y todavía nos estamos recuperando de ello.
Todas las cosas habituales de las que se supone que debemos estar pendientes son ahora más difíciles, y eso nos ha hecho vulnerables. Nos hemos visto obligados a replantearnos lo que es importante, así que creo que también existe la preocupación de que no nos aferremos a las lecciones que hemos aprendido de todas estas pérdidas y trastornos.
Si lo que estás viviendo y sintiendo está interfiriendo en tus funciones diarias, por favor, busca ayuda. A veces hay algo que ocurre desde el punto de vista médico, así que definitivamente queremos descartarlo antes de atribuir nuestros sentimientos de frustración o pérdida a la pena o al estrés.
Hemos tenido que hacer frente a muchas cosas y puede ser demasiado para nosotros. Hay muchos recursos, muchos de ellos gratuitos. Hay personas con las que puedes hablar de tus sentimientos, y no hay que avergonzarse de hacerlo: tener a alguien que no esté relacionado contigo para hablar puede ser enormemente valioso.
Eres un ser humano que está afligido y agotado, y es muy, muy duro. Creo que es hora de darnos un gran abrazo y enfrentarnos a esta incertidumbre, cansancio, agotamiento y frustración con algo de paciencia. Permitamos que nuestra decepción sea procesada con algo de compasión y amabilidad.
Date un abrazo. Puedes cerrar los ojos y visualizar esa sensación de confort y calidez que crea un abrazo. Podemos aprender a crear nuestros propios abrazos, y luego crear más y darlos a los demás. La experiencia humana es compleja, así que apoyémonos unos a otros.
¿No sería ese uno de los mejores resultados de todo este lío del covid?