(CNN) – El horizonte de Dubái está adornado con edificios que baten récords. Desde el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, de 828 metros de altura, hasta el hotel más alto del mundo, el Gevora Hotel, de 356 metros, la ciudad está llena de ambiciosos proyectos arquitectónicos.
Estos edificios están diseñados para dar a Dubái una reputación de esplendor arquitectónico, en el marco de la búsqueda de reconocimiento internacional de la ciudad, ejemplificada actualmente por la World Expo que se llevará a cabo durante los próximos cinco meses.
Sin embargo, el deseo de Dubái de llamar la atención no es nuevo. La ciudad desértica empezó a convertirse en un lugar de atracción arquitectónica a mediados de la década de 1970, cuando se empezó a construir el Dubai World Trade Centre, según el arquitecto Todd Reisz, autor de “Showpiece City: How architecture made Dubai”.
Reisz es el curador de la exposición “Off Centre / On Stage”, que estará abierta hasta mediados de febrero del año que viene en el Centro de Arte Jameel de Dubái. En ella se muestra y recuerda un Dubái más antiguo en el momento en que comenzaba su transformación en la ciudad que es hoy.
La exposición incluye fotografías tomadas entre 1976 y 1979 por los arquitectos británicos Stephen Finch y Mark Harris, que se dedicaron a imaginar, diseñar y realizar el futuro de la ciudad, estando ambos afiliados a John R. Harris & Partners, el estudio de arquitectura británico que construyó el World Trade Centre, de 149 metros de altura.
Reisz dijo que las palabras “On Stage” en el nombre de la exposición se refieren al “hecho de que la ciudad ha estado realmente en el escenario durante décadas. Ha utilizado las exposiciones para promocionarse y para atraer a la gente a vivir e invertir en la ciudad. Esa ha sido la forma en que la ciudad ha podido crecer realmente”.
Añadió que ya en los años 60, los dirigentes de Dubái la promocionaban en los periódicos internacionales, intentando convencer a la gente de que era la ciudad del futuro.
Más allá del “Dubai Creek”
Cuando los visitantes entran en la exposición, son recibidos con una amplia vista del “Dubai Creek” o arroyo de Dubái. Hace menos de 200 años, Dubái era un pequeño pueblo de pescadores y el cuerpo de agua no era más que un estuario. En la década de 1960, era un canal de ingeniería, uno de los primeros proyectos de infraestructura a gran escala de la ciudad, realizado para ayudar a desarrollar la reputación de Dubái como un importante centro comercial.
El término “fuera del centro” se refiere al hecho de que la ciudad estuvo durante décadas centrada en el Dubai Creek”, dijo Reisz. “El arroyo de Dubái era esa entidad geográfica definitoria que permitía a la gente orientarse. En los años 70, empezamos a ver que hay un movimiento gradual pero imparable de alejamiento del arroyo, especialmente hacia la frontera con Abu Dhabi”.
“No empieza con el World Trade Centre, pero el complejo del World Trade Centre es realmente el momento en el que se define este dinamismo para que la ciudad salga del centro”.
Mirando hacia el futuro
Muchas de las fotografías retratan a las personas que participaron directa o indirectamente en la creación del futuro de Dubái, desde los trabajadores del sector de los servicios hasta los taxistas, dijo Reisz. Aunque este futuro es siempre cambiante.
“Siempre hay una especie de sensación de que Dubái es como un gran anuncio que dice: ‘por favor, disculpen el desorden, estamos trabajando en la creación de algo más grande’”, añadió.
“Muchas veces, la gente mira más hacia lo que va a venir y no mira hacia atrás, hacia cómo hemos llegado a donde estamos hoy. Para mí era muy importante mostrar eso. Dubái no es una ciudad que haya surgido de las arenas, es una ciudad que ha surgido gracias a la gente. Personas que han tomado decisiones en sus vidas para contribuir a la ciudad de alguna manera”.
Fue mientras escribía “Showpiece City” cuando Reisz descubrió las fotografías, que son diapositivas Kodachrome, un medio que capta la riqueza de los colores. “Incluso en pleno día, los colores son tan saturados y atractivos que casi se empiezan a oír las imágenes”, dice Reisz.
Aunque hay algunas tomas aéreas, la mayoría de las fotografías de la exposición se tomaron desde el suelo, lo que ayuda a los visitantes a ver cómo habría sido caminar por la ciudad en la década de 1970.
Reisz añade: “Cada vez que oigo a alguien decir: ‘aquí no había nada’, … quiero discutir con ellos. Creo que es muy importante entender que siempre hubo algo allí”.
“Tanto si se trataba de una agricultura mínima, como de rutas comerciales que atravesaban partes de la costa, o de asentamientos que habían estado allí y habían sido abandonados en algún momento, es imposible decir que no había nada allí. Siempre ha habido algo”.