(CNN Español) – El mensaje de Navidad del papa Francisco llamó a la pandemia una “crisis compleja” que ha puesto a prueba las relaciones sociales y ha aumentado las tendencias de aislamiento.
“Se pone a prueba nuestra capacidad de relaciones sociales”, dijo el papa Francisco. “Se refuerza la tendencia a cerrarse, a valerse por uno mismo, a renunciar a salir, a encontrarse, a colaborar”, agregó.
La pandemia también ha afectado el diálogo, en relación con el conflicto internacional, llevando a las personas a tomar “atajos en lugar de emprender caminos más largos” para las conversaciones, dijo el pontífice.
“Hermanas, hermanos, ¿qué sería el mundo sin ese diálogo paciente de tantas personas generosas que han mantenido unidas a familias y a comunidades? En este tiempo de pandemia nos damos cuenta de esto todavía más”, dijo el papa el sábado durante su tradicional discurso “Urbi et Orbi” desde el Vaticano.
El líder de la Iglesia católica habló desde su balcón con vista a la Plaza de San Pedro, desde donde tradicionalmente emite sus discursos.
El Papa agregó que el mundo se ha acostumbrado tanto a las inmensas tragedias que “ya casi ni nos damos cuenta”. Pidió el fin de los conflictos en todo Medio Oriente y África, enumerando varios lugares, incluidos Siria, Yemen, Iraq, Líbano, Sudán y Etiopía.
“Corremos el riesgo de no escuchar los gritos de dolor y desesperación de muchos de nuestros hermanos y hermanas”.
Pidió al mundo que “abra su corazón” para garantizar que se proporcione la atención médica necesaria, en particular las vacunas, a las personas vulnerables que más la necesitan.
“Dios con nosotros, concede salud a los enfermos e inspira a todas las personas de buena voluntad para que encuentren las soluciones más adecuadas que ayuden a superar la crisis sanitaria y sus consecuencias. Haz que los corazones sean generosos, para hacer llegar la asistencia necesaria —y las vacunas en particular— a las poblaciones más pobres. Recompensa a todos los que demuestran responsabilidad y entrega al hacerse cargo de sus familiares, de los enfermos y de los más débiles”, dijo.
El papa, de 85 años, también usó su mensaje de Navidad para abordar la violencia contra las mujeres, que dijo ha aumentado durante la pandemia.
En un discurso que marcó su novena Navidad como pontífice, el obispo de Roma también destacó la difícil situación de los refugiados y migrantes.
“No nos dejes indiferentes ante el drama de los emigrantes, de los desplazados y de los refugiados. Sus ojos nos piden que no miremos a otra parte, que no reneguemos de la humanidad que nos une, que hagamos nuestras sus historias y no olvidemos sus dramas”.
El pontífice también dirigió una misa de vigilia en la Basílica de San Pedro el viernes para celebrar la Nochebuena a la que asistieron aproximadamente 2.000 personas, dijo a CNN el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El número de asistentes se redujo drásticamente a aproximadamente una quinta parte del tamaño de los tiempos previos a la pandemia, debido al aumento de casos de coronavirus en Italia.