(CNN Español) – Estar a la moda tiene su costo. No solo económico, sino también ambiental. La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Aunque la expectativa es mantenerse al día con las tendencias en constante cambio, renovando nuestro guardarropa cada pocas semanas o meses, comprar menos ropa ayudaría al medio ambiente.
Colectivamente, la industria mundial de la moda produce casi 4.000 millones de toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero, o el 8,1 % del total mundial, según Quantis, una consultora climática que analiza el impacto ambiental de la industria de la moda. Ese cálculo incluye las siete etapas de la vida de una prenda, comenzando con la creación de las fibras que se usan para fabricarla, por ejemplo, cultivando algodón, hasta ensamblar la ropa y, finalmente, transportarla y venderla.
Aquí te presentamos una serie de propuestas que te ayudarán a ser más consciente a la hora de vestirte:
Reduce el consumo
Este es, sin duda, el punto más importante a tener en cuenta a la hora de pensar en estrategias que cuiden al planeta. Reducir el consumo frente a un mercado que está constantemente produciendo nuevas colecciones para satisfacer la demanda, no solo a costa del medio ambiente, sino también de condiciones de trabajo inseguras y que violan los derechos humanos.
Datos de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo demuestran que la industria utiliza cantidades excesivas de agua para confeccionar prendas, produce emisiones de carbono superiores a todos los vuelos y envíos marítimos internacionales y tira al mar medio millón de toneladas de microfibra cada año.
Ropa usada, una popular alternativa
Existen varias alternativas para reutilizar prendas que van desde intercambiar ropa con amigos hasta comprar vintage o de segunda mano. Esta última es una tendencia cada vez más popular. Tan es así que en 2030 el mercado de la moda usada tendrá un valor aproximado de US$ 77.000 millones, según el informe anual de ThredUP, una de las mayores compañías especializadas en la compraventa en línea de prendas y accesorios usados.
Lo vintage ha pasado de ser una necesidad económica a tener un valor estético, para terminar como una respuesta ética. Y existen distintos lugares como boutiques, ferias o bazares especializados en la ropa de segunda mano donde puedes encontrar distintas opciones únicas que se adecúen a tu estilo.
Dale una segunda vida a tus prendas
¿Sabías que la cantidad de ropa, calzado y accesorios que acumulamos acaba constantemente incinerada o en basureros? Cada segundo se entierra o quema una cantidad de textiles equivalente a un camión de basura, de acuerdo con la ONU.
Así que si buscas contribuir a frenar el desperdicio de ropa puedes apostar por darle una segunda vida. Donarlo a una organización que recolecte ropa, venderlo en una tienda de segunda mano, regalarlo a alguien que sepas que lo usará. O intercambiar prendas con tus amigos para darle un toque fresco a tu guardarropa. Incluso puedes darle una vuelta y usar tu imaginación para convertirlo en otra prenda que también puedas usar.
Compra y vende en plataformas en línea
Tu ropa puede tener alcances insospechados y no necesariamente en la basura o el mar. Las aplicaciones de compraventa de ropa usada son una herramienta muy efectiva para impulsar el consumo circular. En muchas de ellas puedes vender ropa, calzado o accesorios que ya no usas a personas de todo el mundo y, al mismo tiempo, puedes comprarle a alguien todo eso que ya no necesita.
Renta tu ropa
Rentar es una opción muy conveniente cuando lo que buscas es una prenda que utilizarás una o dos veces o que sabes que es algo que pasará de moda la siguiente temporada.
Para la fundación Ellen MacArthur, que trabaja para mejorar el historial de sustentabilidad de la industria, se trata de “una propuesta de valor convincente, especialmente cuando se tienen en cuenta las necesidades cambiantes del cliente; los ejemplos incluyen el uso a corto plazo, los requisitos prácticos o las preferencias de moda en rápida evolución”.
Recicla
Cuando se trata de reciclar nuestros desechos, generalmente pensamos en botellas de plástico u otros envases de alimentos y bebidas. Las prendas de vestir a menudo no se consideran artículos reciclables y, como ya vimos, generalmente se tiran a la basura.
Aunque la industria textil se basa principalmente en recursos no renovables —petróleo para producir telas sintéticas, fertilizantes para cultivar algodón y productos químicos para producir tintes y acabados de fibras y textiles— su inmensa huella se extiende más allá del uso de materias primas, señala la fundación Ellen MacArthur.
“Sus bajas tasas de uso y bajos niveles de reciclaje, el actual sistema lineal y derrochador es la causa raíz de esta presión masiva y en constante expansión sobre los recursos”, agrega.
En respuesta a todo este desperdicio que tiene impactos negativos en el medio ambiente, algunos grandes almacenes de moda han impulsado iniciativas de reciclaje en los últimos años en las que puedes participar. Se trata de contenedores ubicados en sus tiendas de casi todo el mundo donde los clientes pueden depositar la ropa que ya no desean. Según la multinacional sueca H&M, la idea es aumentar las tasas de recolección y reciclaje de textiles, y reducir los desechos innecesarios a los vertederos.
Vale señalar que H&M fue acusada de hacer “greenwashing” a los consumidores al ser vaga sobre las credenciales de sostenibilidad de su Conscious Collection lanzada en 2010.