(CNN) –– El aumento actual de casos de covid-19 en Estados Unidos, que alimenta la variante ómicron, podría alcanzar su punto máximo a finales de este mes, señaló un experto en salud. Sin embargo, advirtió que las próximas dos semanas son críticas. Mientras, el país puede comenzar esta semana a administrar la cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19 a las personas gravemente inmunosuprimidas.
El Dr. Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, indicó que se necesita una planificación a largo plazo para evitar la presión continua sobre el sistema de salud. Justamente, mientras los hospitales llenan su capacidad, las escuelas luchan por mantener a los alumnos en las aulas y el acceso a las pruebas de detección continúa siendo difícil.
“Estamos viendo que suceden dos conjuntos de cosas: muchas personas vacunadas se infectan. Estamos bien. Evitando especialmente enfermarse de manera grave, evitando el hospital. Mientras muchas personas no vacunadas y personas de alto riesgo que no han recibido la dosis de refuerzo realmente están llenando los hospitales. Por lo que nuestros sistemas hospitalarios están bajo mucha presión”, destacó Jha en el programa “This Week” de ABC.
“Entonces tenemos que comenzar a pensar en una estrategia a largo plazo sobre cómo manejar este virus y no pasar de un aumento a otro sintiendo que no tenemos un enfoque a más largo plazo”, indicó Jha.
La cuarta dosis de la vacuna
Según la última guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), la cuarta dosis de una vacuna contra el covid-19 puede comenzar a aplicarse esta semana para las personas gravemente inmunocomprometidas.
A principios de agosto, la agencia recomendó agregar una tercera dosis de una vacuna de ARNm al régimen de vacunación primaria para las personas gravemente inmunosuprimidas. Más tarde, en octubre, el CDC pasó a recomendar una dosis de refuerzo para los mayores de 12 años gravemente inmunocomprometidos, al menos seis meses después de su tercera vacunación primaria.
Pero los CDC cambiaron recientemente para instar a los refuerzos cinco meses después de las vacunas primarias. Para las personas inmunocomprometidas, esto significa que una cuarta vacuna estará disponible para algunos esta semana, cinco meses después de que se autorizó la tercera vacuna. Según datos de los CDC, más de 2 millones de personas recibieron una dosis adicional en la primera semana en que fueron autorizados, a partir del 13 de agosto.
Los hospitales de Estados Unidos, contra las cuerdas por ómicron
Según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS, por sus siglas en inglés), alrededor del 24% de los hospitales en el país reportan una “escasez crítica de personal”.
De los aproximadamente 5.000 hospitales que informaron estos datos al HHS el sábado, casi 1.200 –– es decir, aproximadamente 1 de cada 4–– dijeron que actualmente atraviesan una escasez crítica de personal, la mayor de toda la pandemia. A eso se suma que más de 100 hospitales diferentes dijeron que anticipan una escasez dentro de la próxima semana.
Esta escasez de personal se extiende a medida que los trabajadores de salud de primera línea se infectan o tienen que hacer cuarentena por la exposición al covid-19, justo cuando la demanda por tratamiento se dispara. Más de 138.000 pacientes con covid-19 estaban hospitalizados en Estados Unidos hasta el domingo, según el HHS. Una cifra que no está muy lejos del pico histórico de hospitalizaciones (alrededor de 142.200 a mediados de enero de 2021) y de un aumento de alrededor de 45.000 a principios de noviembre.
“Espero que este aumento alcance su punto máximo en las próximas dos semanas. Llegará a su máximo en diferentes lugares de Estados Unidos en distintos momentos. Pero una vez lleguemos a febrero, realmente espero cifras mucho más bajas”, le dijo Jha a ABC.
Las pruebas para detectar covid-19, el nuevo desafío de Estados Unidos
Una de las herramientas críticas para la lucha contra el covid-19 son las pruebas. Las cuales aún son difíciles de encontrar en algunas partes de EE.UU.
Mientras, los laboratorios tienen dificultades para mantenerse al día con el incremento en la demanda de pruebas de covid-19 que ha desatado la creciente variante de ómicron. Por lo que al menos dos proveedores de atención médica priorizaron las pruebas de coronavirus para aquellos que presentan síntomas del virus.
La semana pasada, varios centros del sistema de atención médica de la Universidad de Washington, en el estado de Washington, comenzaron a priorizar las pruebas de detección únicamente para personas “que tienen síntomas de enfermedades respiratorias o que tienen una exposición conocida al covid-19”, dijo a CNN la portavoz Susan Gregg. A las personas sin síntomas no se les hacen pruebas, puntualizó Gregg, “debido al alto volumen de casos de ómicron que se procesan en nuestro laboratorio”.
El Centro Médico de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill enfrenta una oleada similar de pruebas de detección y también las restringió solo para aquellos que presentan síntomas de covid-19. Así como para empleados de la universidad y los pacientes que necesitan una prueba antes de una cirugía, según Alan M. Wolf, director de noticias de UNC Health.
En Georgia, el Departamento de Salud anunció este viernes la apertura de dos megacentros para pruebas de detección de covid-19, mientras los casos en todo el estado siguen disparándose. Ambos lugares, que se encuentran a las afueras de Atlanta, funcionan únicamente con citas programadas. El Departamento de Salud del estado dijo que también está en conversaciones para identificar otros sitios para centros de prueba adicionales.
El Dr. Jonathan Reiner, profesor de medicina y cirugía en la Universidad George Washington, dijo que las pruebas son vitales para controlar la propagación de covid-19, incluidas las escuelas, que luchan por mantener a los niños en las aulas dentro de regionaes donde la transmisión es alta.
“Si quieres que los niños y los maestros regresen a las escuelas, la forma de hacerlo es un enfoque múltiple, que incluye inundar nuestras escuelas con pruebas de detección. Hacerles pruebas a los niños todas las semanas, hacerles pruebas a los maestros todas las semanas”. También exigir a los maestros y estudiantes elegibles se vacunen, le dijo a Jim Acosta de CNN el domingo.
Equilibrio entre salud y educación
Las Escuelas Públicas de Chicago, el tercer distrito escolar más grande del país, está entre los que luchan por equilibrar las preocupaciones de salud con las necesidades educativas.
Las clases en el distrito se volvieron a cancelar este lunes, por cuarto día escolar consecutivo. Una decisión que ocurre luego de que funcionarios de la ciudad y el Sindicato de Maestros de Chicago no lograran llegar a un acuerdo durante el fin de semana sobre cómo manejar el aumento de casos de covid-19 en la ciudad.
El sindicato plantea un período de aprendizaje remoto, bajo el argumento de preocupaciones sobre la seguridad por el covid-19, mientras que la ciudad busca que los niños estén en las aulas.
Se espera que las escuelas en Atlanta regresen a clases presenciales este lunes después de cuatro días de aprendizaje virtual.
Lisa Herring, superintendente de las Escuelas Públicas de Atlanta, le dijo a CNN que las pruebas obligatorias para maestros dos veces por semana se han extendido a los estudiantes cuyos padres den su consentimiento para las pruebas.
“Queremos, tanto como podamos, mantener a nuestros hijos en el aprendizaje presencial. Pero, necesitamos esos datos para poder apoyar y garantizar la seguridad de todos de manera efectiva”, detalló.
De aproximadamente 50.000 estudiantes, Herring dijo que recibieron alrededor de 20.000 formularios de consentimiento de los padres para las pruebas de detección. Y añadió que continuarán alentando a más familias.
“Hemos implementado varias estrategias de mitigación que sabemos pueden ayudarnos a mantener a los niños y al personal en su lugar cuando podamos identificar datos positivos… Pero para ser claros, también reconocemos que para garantizar la salud y el bienestar habrá momentos dentro de las escuelas o aulas en los que puede ser necesario cambiar a una estrategia virtual”, añadió Herring.
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD, por sus siglas en inglés), el segundo más grande del país, exige que todos los estudiantes y empleados muestren un resultado negativo de covid-19 antes de regresar al salón de clases el martes.
El requisito de la prueba de referencia se implementó al comienzo del año escolar en agosto. Y el distrito anunció hace una semana que la prueba de referencia, junto con los test semanales requeridos para empleados y estudiantes, continuarían hasta enero. Justamente, dado el aumento actual.
Para ayudar a las familias a cumplir con este requisito, el distrito ha ofrecido pruebas de PCR en muchas escuelas durante la última semana. También se distribuyeron pruebas rápidas de antígeno para llevar a casa. Esto, en línea con el anuncio del gobernador Gavin Newsom a finales de diciembre de que a cada estudiante de K-12 de California se le proporcionaría una.
Este domingo, la presidenta de la Junta de Educación del LAUSD, Kelly Gonez, dijo que se habían identificado alrededor de 50.000 casos positivos de covid-19 como resultado de las pruebas requeridas. Lo que impidió que esos estudiantes y empleados ingresaran a los edificios escolares el martes.
La Dra. Richina Bicette-McCain, directora médica de Baylor College Medicine, le dijo a CNN este domingo que las escuelas actualmente eran un entorno de mayor riesgo para el covid-19 ¿La razón? Señaló que las herramientas para mitigar su propagación no se han empleando adecuadamente.
Bicette-McCain dijo que los estudiantes necesitan acceso a pruebas y máscaras de alta calidad. También dijo dijo que los filtros HEPA podrían usarse en las escuelas para aumentar la ventilación.
“Las escuelas podrían ser potencialmente muy seguras. Tenemos las herramientas para hacer que el aprendizaje en persona sea seguro. Pero cuando los niños se fueron de vacaciones de invierno, veíamos quizás alrededor de 120 casos pediátricos de covid-19 en una sola semana, estábamos registrando en general en Estados Unidos alrededor de 170.000 casos por día”, dijo. “Esos números han aumentado exponencialmente. El entorno al que regresan los niños no es el mismo entorno del que se fueron”, insistió.
También indicó que los protocolos debían cambiar. “Es probable que los números que estamos viendo sean una gran subestimación de la cantidad de casos positivos en la comunidad en este momento”.
La nueva oleada de covid-19 golpea los hospitales en Estados Unidos
Los hospitales en Estados Unidos continúan luchando con la cantidad de casos de covid-19 que reciben.
En el estado de Nueva York, se les exigió a 40 hospitales suspender las cirugías opcionales no esenciales y no urgentes durante al menos dos semanas, debido a la baja capacidad de camas para pacientes. Así lo informó el Departamento de Salud del estado en un comunicado este sábado.
A finales de noviembre, la gobernadora Kathy Hochul firmó el decreto de un plan para abordar el aumento invernal de covid-19. Parte de esa medida prevé que la capacidad hospitalaria en todo el estado pueda satisfacer las necesidades regionales “mientras mantiene la capacidad de recuperación a largo plazo de la infraestructura de atención médica del estado”, según el comunicado.
En algunos hospitales, hasta el 40% de los pacientes con covid-19 “ingresan no porque estén enfermos con covid-19, sino porque llegan con algo más y se les detectó covid-19 o la variante ómicron”, dijo la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, este domingo en Fox News.
Walensky indicó que los CDC evaluaron a “todas las personas que cruzan la puerta” en muchos hospitales. Y el desglose de los pacientes ingresados con covid-19, a diferencia de por covid-19, difiere según la variante.
Pero, Walensky también señaló que aunque ómicron parece ser más leve a nivel individual, un gran volumen de casos podría llevar a que aumenten las tasas de mortalidad.
Los casos pediátricos de covid-19 también se dispararon en Estados Unidos con más de 800 niños ingresados en el hospital con covid-19 cada día, y casi 84.000 han sido hospitalizados desde el comienzo de la pandemia, según los datos más recientes de los CDC.
En Children’s Hospital Los Ángeles, la tasa de positividad de los niños a los que se les hizo la prueba de covid-19 aumentó del 17,5 % en diciembre al 45 % en enero, según el director médico de CHLA, el Dr. Michael Smit.
CHLA actualmente tiene 41 pacientes hospitalizados que dieron positivo por covid-19. Y aproximadamente una cuarta parte de los niños admitidos en las instalaciones con covid-19 requieren ingreso en la UCI pediátrica. Algunos incluso requieren intubación, dijo Smit a CNN el sábado.
Los niños enfrentan un menor riesgo de hospitalización por covid-19 en relación a otros grupos de edad. Pero “se supone que los niños no deben morir”, dijo Walensky a Fox News el domingo.
La “gran mayoría” de los niños hospitalizados con covid-19 no están vacunados. Y la mejor manera de proteger a los menores contra covid-19 es vacunar a todos los que son elegibles, insistió Walensky.
Natasha Chen, Anna-Maja Rappard, Deidre McPhillips, Tina Burnside y Keith Allen, todos de CNN, contribuyeron a este informe.