(CNN) –  Ksenia Efremova no había cumplido los tres años y su madre ya tenía la sensación de que su hija estaba destinada a convertirse en una estrella.

Una tarde, cuando su hermano mayor estaba practicando en la pista de tenis, Efremova tomó una de sus raquetas, como solía hacer, y empezó a golpear una cesta de pelotas.

“Empezó a lanzarse las pelotas a sí misma”, cuenta Julia Efremova, extenista profesional, a CNN.

“La miré y me quedé asombrada porque todas las pelotas volaban por encima de la red y ella hacía los movimientos perfectamente. Me dije que ese era el momento de trabajar con ella porque tenía mucha pasión y lo quería”.

“En realidad no fue mi elección. Ella empezó su carrera así”.

A sus 12 años, Efremova está considerada como una de las jóvenes promesas del tenis y ya se ha convertido en una especie de estrella, acumulando más de 35.000 seguidores en Instagram y consiguiendo acuerdos de patrocinio con Nike y Yonex.

Actualmente entrena en la prestigiosa Academia de Tenis Mouratoglou, de Francia, fundada en 1996 por el actual entrenador de Serena Williams, Patrick Mouratoglou.

Ksenia Efremova con su madre y entrenadora, Julia Efremova.

La academia celebra semanas de selección a lo largo del año, en las que las jóvenes estrellas potenciales llegan de todo el mundo para mostrar su talento y tratar de ganarse un lugar.

“Vienen a ponerse a prueba en lo físico, en lo tenístico y, por supuesto, en lo mental”, explica Mouratoglou. “Los vemos practicar. También los vemos competir y luego tomamos la decisión de si queremos ayudarlos o no”.

“No podemos ayudar a todos, pero hacemos lo mejor que podemos para ayudar a los que creemos que tienen el mejor potencial y nuestro papel es, por supuesto, encontrar la manera de ayudarlos a desarrollar su potencial y ser lo mejor que puedan ser en el futuro para conseguirlo”.

Una atleta increíble

Todos los jugadores aceptados en la academia tienen acceso a un entrenador, un preparador físico y un equipo médico, lo que les proporciona un sistema de apoyo de élite desde los nueve años de edad.

También reciben informes detallados de los torneos y partidos de competición, en los que, según Mouratoglou, “el estrés de la competición” es la mejor manera de ver qué aspectos de su juego necesitan desarrollarse más.

Coco Gauff y Stefanos Tsitsipas son algunas de las estrellas actuales que han pasado una parte importante de sus años de formación en la prestigiosa academia.

Efremova viajó desde Rusia a la academia cuando tenía nueve años, acompañada de su madre y entrenadora, y Mouratoglou dice que inmediatamente vio que su potencial era “enorme”.

“Ksenia tiene un potencial increíble, creo que tiene el paquete completo”, dice. “Es una atleta increíble. Si miras sus redes sociales, la verás. Puede hacer los splits completos, puede bailar, puede hacer todo tipo de cosas además del tenis”.

Patrick Mouratoglou dice que Efremova tiene "un potencial increíble".

“Se mueve extremadamente bien. Probablemente será alta porque su madre es muy alta. Sus golpes son increíbles. Su técnica es extremadamente limpia. Puede coger la pelota pronto. Es agresiva. Es una muy buena competidora. Así que si la ves en conjunto, es genial”.

Julia cree que el hecho de que su hija practique varios deportes ha contribuido en gran medida a que sea una atleta tan completa a una edad tan temprana.

No solo le ha proporcionado una serie de habilidades físicas transferibles, como la resistencia y la flexibilidad, que la han mejorado como jugadora de tenis, sino que Julia también dice que fue crucial para asegurar que Efremova no se aburriera de jugar demasiado al tenis.

De hecho, Julia dice que el principal deporte de su hija cuando crecía era la gimnasia, y que a menudo entrenaba tres horas al día, en comparación con solo una hora de tenis.

“Quiero ayudar a los padres de todo el mundo que tienen el sueño de convertir a sus hijos en tenistas profesionales, porque cuando son pequeños y tienen esa edad y ese fuego en los ojos, no puedes matarlo con horas de trabajo en la cancha de tenis”, explica.

“Por ejemplo, Ksenia solo jugaba [al tenis] tres veces a la semana cuando era pequeña y yo no la obligaba. La obligaba de otras maneras, así que tenía clases de baile, de natación, tenía clases de inglés, también tenía clases de break dance. Estaba en todas partes”.

Incluso con solo 12 años, Efremova se está convirtiendo en una estrella.

“Quiero convertirme en una leyenda”

Pocos niños experimentarán el tipo de presión y expectativas con las que Efremova ya ha lidiado durante años, pero Mouratoglou dice que su situación es comparable a la de Gauff cuando ascendía de categoría.

Fracasar es una parte importante del proceso para aprender a lidiar con esa presión, explica Mouratoglou, “porque fracasar es comprender”.

En la academia, dice que enseñan a los jóvenes a vocalizar la presión y los nervios que sienten antes de un partido y que les ha afectado negativamente.

“Fallar no es algo bueno”, dice. “Por supuesto, nuestro trabajo es hacer que tengan éxito, pero sabemos que en el camino hacia el éxito también habrá algunos fracasos, necesariamente. Lo importante es que esos fracasos se utilicen siempre para aprender y mejorar”.

“Así que cuando fallan debido a la presión, tienen que saber exactamente cómo se sentían antes del partido. Tienen que darse cuenta de que ese día tenían una presión extra que no supieron manejar y tiene que ser una retroalimentación constante”.

“Sabrán que la próxima vez, cuando sientan esa presión extra, tienen que explicarlo. Tienen que decirle al entrenador: ‘Hoy no me siento bien. Hoy siento esa presión. Me siento nervioso’. Primero, tienen que reconocerlo. En segundo lugar, tienen que expresarlo y, cuando lo hagan, podemos ayudarles a trabajar en ello”.

Efremova con el tenista número 1 del mundo, Novak Djokovic.

Naturalmente, algunos podrán procesar la presión y los nervios mejor que otros. Mouratoglou dice que Efremova todavía está aprendiendo, pero que ya ha mostrado notables mejoras durante su estancia en la academia.

Aunque gran parte de la presión proviene de las expectativas de “todo el mundo en la industria del tenis”, Mouratoglou explica que el increíble nivel de exigencia que Efremova tiene para sí misma significa que se presiona más que nadie.

“Siempre espera ganar”, dice. “Para ella no hay otra opción que ganar trofeos”.

Julia Efremova dice que ve esa determinación en su hija todos los días durante los entrenamientos y cree “de todo corazón” que algún día “será la mejor” tenista del mundo.

“Conozco su personalidad. Sé quién es. Sé lo mucho que trabaja. Sé lo mucho que lo quiere. Sé cómo cree”, dice.

“En primer lugar, cree en sí misma. No tiene ninguna duda. No tiene ninguna duda en su corazón de que lo quiere. Así que, desde el fondo de mi corazón, sé que será la mejor”.

“A veces, cuando me enfado y no me gusta algo durante los entrenamientos, le pregunto: ‘¿Qué quieres del tenis?’ Y ella me dice: ‘Quiero convertirme en una leyenda’. Para ella no es [suficiente] solo llegar a ser número uno del mundo”.

La madre de Efremova publica sus éxitos en su cuenta de Instagram.

Superar la tragedia

Quizá no haya mayor testimonio de la notable compostura de Efremova que su más reciente victoria en el torneo Tennis Europe Junior de Suecia.

Su padre, el exjugador amateur Alexey Efremov, llevaba más de dos años luchando contra un linfoma. Durante el torneo, la madre de Efremova recibió la noticia de que su marido iba a perder pronto esa batalla.

Julia dice que tuvo que tomar la difícil decisión de decírselo a Efremova durante el torneo o esperar a que terminara.

“Fue muy duro, pero Ksenia estaba en el torneo y tuve que decírselo”, dice. “Por supuesto que lloró. Estaba conmocionada. Me preguntó: ‘Quizá puedas despertarlo’”.

“Le dije: ‘No, Ksenia. Es imposible, ya está en el cielo’. Le pregunté si tal vez quería parar. Tal vez detener el torneo y que ella regrese”.

“Ella dijo: ‘No, voy a jugar este torneo hasta el final’”.

Julia Efremova dice que el espíritu de su hija le recuerda a su difunto marido.

La final tuvo lugar el viernes 3 de diciembre, justo seis días después del fallecimiento de Alexey. Efremova ganó la final y dedicó el título a su padre.

“En memoria de mi padre, que falleció durante este torneo en Suecia”, escribió Efremova en su cuenta de Instagram, que dirige su madre.

“Primer lugar. Siempre vivirás en mi corazón como la persona más fuerte del universo. Haré todo lo posible para que tus sueños se hagan realidad y sé que lo verás desde arriba”.

Julia dice que la decisión de Efremova de continuar en el torneo no le sorprendió mucho, y explica que ese tipo de resiliencia es algo que heredó de su padre. Sabe que fue una decisión que Alexey habría aprobado.

“Su padre la amaba mucho”, dice Julia. “Ella tiene su espíritu. Es una persona fuerte, muy fuerte, y ella heredó ese espíritu de él”.