(CNN Español) – La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico que afecta particularmente a la mayoría de los países en América Latina. El último reporte de Transparencia Internacional, con cifras de 2021 y que evalúa el problema en todo el mundo, revela que la región sigue estancada y prácticamente no muestra avances en su lucha contra la corrupción.
La organización no gubernamental establece un ranking de 180 países, en el que 0 puntos corresponde a aquellos en los que hay total percepción de corrupción y 100 a aquellos donde se considera que no existe. Venezuela es donde esta percepción es la más alta en Latinoamérica con tan solo 14 puntos y en la posición 177 de toda la lista. Le siguen Nicaragua y Haití con un puntaje 20 y luego Honduras, con 23 puntos.
En el otro extremo, Uruguay es donde menos se percibe corrupción en la región y con 73 puntos ocupa el lugar 18 a nivel internacional. Luego vienen Chile (67 puntos), Costa Rica (58) y Cuba (46). Son los únicos cuatro países de América Latina que superan la puntuación media de 43 en toda América.
El estudio se basa en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), elaborado a partir de las evaluaciones que varios expertos del sector privado realizan sobre el nivel de corrupción en la vida pública de un país, en especial en la economía, la política y la administración.
Centroamérica, marcada por la corrupción
Transparencia Internacional pone el ojo este año en Centroamérica, donde muestra especial preocupación por el creciente autoritarismo en Nicaragua y El Salvador.
En Nicaragua, la concentración de poder en el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha permitido que se violen los derechos humanos y se pasen por alto las elecciones, denuncia la organización. En El Salvador el gobierno del presidente Nayib Bukele ha restringido cada vez más el acceso a la información, según Transparencia Internacional, acosando a sus críticos y ha mostrado una “grave” falta de transparencia en el gasto de fondos públicos.
Bukele, quien no se ha referido a este informe, ha optado por responder a este tipo señalamientos de forma irónica. En septiembre pasado puso en su biografía de Twitter “Dictador de El Salvador” y “El Dictador más cool del mundo mundial”.
Venezuela y México, sin avances
Sobre Venezuela, Transparencia Internacional destaca que no solo es el país con mayor percepción de corrupción en la región, sino que ha obtenido la puntuación más baja de su historia. Con 14 puntos y en la posición 177 del IPC global, es también uno de los países del mundo donde mayor corrupción se percibe.
Dice también que México, con 31 puntos, no ha avanzado nada este año a pesar de la “fuerte” retórica anticorrupción del presidente Andrés Manuel López Obrador y destaca los grandes escándalos de corrupción que involucran a colaboradores del gobierno y las críticas que existen en el país sobre el uso político de la Fiscalía General de la República.
Vínculo entre corrupción y covid-19
Según Transparencia Internacional, la región enfrenta un reto importante a la hora de garantizar que los fondos y programas para enfrentar el covid-19 no se pierdan debido a la corrupción.
“De no distribuirse debidamente estas ayudas, existe el riesgo de que aumente el malestar social, se aviven las llamas de un populismo dañino y crezcan aún más la pobreza y la desigualdad”, se lee en el reporte publicado en enero pasado.
Un ejemplo de esto sucede en Venezuela, donde la pandemia ha llevado el sistema de salud al límite. Algunos médicos y enfermeras denunciaron actos de corrupción a Transparencia Internacional. Tal es el caso de José, un médico que estuvo en primera línea atendiendo pacientes covid-19 en un hospital de Venezuela. Al intentar presentar su renuncia por las condiciones en las que trabajaba, José dijo que fue amenazado por agentes de las Fuerzas de Acción Especial (FAES), según el documento.
Transparencia Venezuela testificó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la falta de equipo de protección personal, y otros suministros, así como sobre el deterioro de las instalaciones. Según la organización Médicos Unidos de Venezuela, más de 800 trabajadores de la salud han muerto desde junio de 2020 a causa de la pandemia. La cifra representa más del 15% del total de muertes por covid-19 reportadas por las autoridades en Venezuela, que superan las 5.200.
CNN contactó al Ministerio de Salud de Venezuela para conocer su respuesta a los señalamientos de Transparencia Venezuela y aún espera respuesta de parte del órgano estatal.
En Honduras, el impacto que supuso la llegada del covid-19 también se vio marcado por las denuncias de corrupción, donde hubo funcionarios que se aprovecharon de la crisis sanitaria.
Según Transparencia Internacional, la agencia estatal responsable de las compras de emergencia no actuó de manera transparente. Una investigación realizada por Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ) reveló que el gobierno pagó de más por 7 hospitales móviles que aún no han sido entregados. “Estas fallas crearon la tragedia de covid-19 más grande del país”, dijo Carlos Hernández, director ejecutivo de ASJ, según la organización no gubernamental.
Después de la denuncias, las autoridades hondureñas abrieron una investigación para indagar en la compra que hizo el gobierno por casi US$ 48 millones a la empresa Elmed Medical Systems, Inc, que operaba como HospitalesMoviles.com. En abril pasado, el exdirector ejecutivo y el exadministrador de la oficina de compras del gobierno, Marco Bográn y Alex Moraes respectivamente, fueron detenidos preventivamente acusados de los delitos de fraude y violación a los deberes de los funcionarios, informó el Ministerio Público de Honduras a través de un comunicado.
Inversión en sanidad
Según el estudio de Transparencia Internacional, los países con un buen desempeño en el ranking invierten más en sanidad y son más capaces de ofrecer una cobertura sanitaria universal a su población. Además, señala que “son menos propensos a vulnerar las normas democráticas o el estado de derecho en su respuesta a la crisis”.
Tal es el caso de Chile, uno de los países con tasa más baja de percepción de corrupción en América Latina, que implementó un calendario que siguió al pie de la letra y lo colocó a la cabeza de la vacunación dentro de la región.