(CNN) — El juez de la Corte Suprema Stephen Breyer planea retirarse, lo que crea una batalla de confirmación sísmica cuando comienza un año de elecciones intermedias, mientras el presidente Joe Biden intenta encontrar equilibrio con su agenda estancada y los demócratas divididos en el Congreso.
Stephen Breyer, de 83 años, ha sido un voto liberal consistente en la Corte Suprema. Tiene una creencia imperturbable en el sistema de gobierno de EE.UU. y una visión pragmática de la ley. Ha servido durante casi tres décadas en el alto tribunal.
Se espera que Breyer permanezca en su cargo hasta el final del período en la corte y hasta que se confirme un reemplazo, según una fuente cercana al asunto le dijo a CNN.
La decisión de Breyer le da al presidente Joe Biden su primera oportunidad de nombrar a un candidato a la Corte Suprema. Aunque la elección de Biden no cambiará el equilibrio de la corte, pues es casi seguro que a Breyer lo reemplazará un colega liberal, se espera que el nuevo candidato sea mucho más joven y pueda servir en el tribunal durante décadas. Actualmente, la Corte Suprema tiene seis jueces conservadores que designaron presidentes republicanos y tres liberales que nombraron demócratas.
Stephen Breyer fue elegido en 1994 por el presidente Bill Clinton y ha buscado enfocar la ley en cómo podría funcionar para el ciudadano promedio. De hecho, se apresuró a decir que la Corte Suprema no podía resolver todos los problemas de la sociedad. A menudo enfatizó en que el tribunal no debe considerarse parte de las ramas políticas, aunque reconoció que ciertas opiniones podrían ser impopulares.
“Es incorrecto pensar en la corte como otra institución política”, dijo Breyer a una audiencia en la Facultad de Derecho de Harvard en 2021. “Es doblemente incorrecto pensar en sus miembros como políticos de la liga juvenil”.
También advirtió que “si el público ve a los jueces como ‘políticos en toga’ su confianza en los tribunales y en el estado de derecho mismo solo puede disminuir. Afectando así el poder de los tribunales, incluido su poder para actuar como un ‘freno’ en las otras ramas”.
En la campaña electoral, Biden prometió que tenía una vacante en la Corte Suprema, la cubriría con una mujer negra estadounidense. Lo que representaría una primicia histórica para el alto tribunal. Entre las posibles candidatas está la jueza Ketanji Brown Jackson, de 51 años, quien fue confirmada el año pasado en la poderosa corte de apelaciones con sede en la ciudad de Washington. Previamente también se desempeñó como asistente legal de Breyer, y trabajó como asistente del defensor público federal, además de servir en la Comisión de Sentencias de EE.UU.
Otra posibilidad sería la jueza Leondra Kruger, de 45 años, que sirve en la Corte Suprema de California y es veterana de la oficina del Procurador General de Estados Unidos. Los miembros del equipo de Biden han enfatizado anteriormente que buscan diversidad para los nombramientos judiciales y que están preparados para romper con la norma y considerar a aquellos cuyas experiencias legales han estado históricamente subrepresentadas en el tribunal federal. Incluidos aquellos que son defensores públicos y abogados de derechos civiles y de asistencia legal.
La noticia ocurre mientras la mayoría conservadora de la corte ha mostrado sus músculos en un término de gran éxito. Los jueces ya escucharon un caso que podría anular Roe v. Wade y otro que podría ampliar los derechos de armas. Recientemente, Breyer se unió a sus colegas liberales, la jueza Sonia Sotomayor y Elena Kagan, en un amargo desacuerdo cuando la mayoría conservadora bloqueó el mandato de vacunación de Biden para los grandes empleadores. Breyer también disintió el año pasado cuando la corte permitió que la prohibición del aborto de seis semanas en Texas quedara en pie. La ley es la más estricta del país y prohíbe el aborto antes de que la mayoría de las mujeres sepan que están embarazadas.