(CNN) – La crisis en Ucrania es el clásico caso de una incógnita conocida: sabemos que no sabemos qué pretende hacer el presidente de Rusia, Vladimir Putin, mientras acumula tropas en la frontera ucraniana. Así, ¿qué tan inminente es la amenaza de una guerra a gran escala y cómo sería?
Algunos temores parecen haber disminuido ligeramente tras las conversaciones clave en las que participaron funcionarios rusos y ucranianos. Pero el Pentágono también dice que la acumulación de tropas rusas continúa, y el presidente Joe Biden dijo este jueves en una llamada a su homólogo de Ucrania, Volodymyr Zelensky, que había una clara posibilidad de que Rusia pudiera lanzar una invasión en febrero, según la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional Emily Horne.
Sin embargo, Zelensky reafirmó su posición de que la amenaza de Rusia sigue siendo “peligrosa pero ambigua”, y que no es seguro que se produzca un ataque, dijo un alto funcionario ucraniano a CNN. Los esfuerzos diplomáticos para desactivar la crisis continúan.
Teniendo en cuenta todo esto, he aquí un vistazo a lo pronto que podría producirse una invasión y cómo podría ocurrir.
¿Cómo sería una guerra en Ucrania y qué tan inminente es?
Los analistas dicen que Rusia tiene un menú de opciones para atacar en cualquier momento que elija, desde ataques aéreos al estilo “shock and awe” (de “conmoción y pavor”, en inglés) hasta una invasión terrestre a lo largo de un amplio frente. Pero aunque ha trasladado grandes cantidades de equipo militar a las zonas fronterizas con Ucrania, no está preparado todo el personal necesario para una operación terrestre de esta envergadura.
“En este momento, Rusia tiene mucho equipo preposicionado a lo largo de su propia frontera con Ucrania”, dijo Janes, una agencia global de inteligencia en defensa de fuente abierta. “(Esto) reduce el tiempo que necesitan para llenar esa zona con más fuerzas si deciden luchar, porque todo su equipo pesado está allí”.
Las tropas pueden desplegarse en menos de 72 horas, según la agencia, ya que solo tienen que ser enviadas desde sus bases por avión o tren a través del país.
Rusia también está en proceso de desplegar “una formación bastante considerable” en Belarús desde su Distrito Militar Oriental (EMD, en inglés), que se extiende desde la costa rusa del Pacífico hasta Siberia, dijo Janes. Esta formación, que Janes detectó por primera vez moviéndose hacia el oeste a principios de este mes, parece incluir tropas, recursos logísticos y de comunicaciones, así como equipamiento militar.
Rusia ha dicho que la fuerza está allí para un ejercicio de entrenamiento entre Rusia y Belarús. Pero según Janes, las tropas “se están desplegando para estar listas para partir los antes posible”.
A juzgar por lo que se ha preposicionado en suelo ruso cerca de la frontera con Ucrania, Janes considera que Rusia necesitaría “tal vez un máximo de dos semanas de intenso movimiento para poner todas las piezas en posición” si tuviera que lanzar una invasión.
No está claro si Rusia querría poner un gran número de soldados sobre el terreno, sobre todo teniendo en cuenta el riesgo de bajas.
“Lo importante es darse cuenta de que (Rusia) es bastante recelosa de lo que llama guerra de contacto”, es decir, fuerzas que luchan entre sí sobre el terreno, dijo Sam Cranny-Evans, analista de investigación del Royal United Services Institute (RUSI), con sede en el Reino Unido. “Hemos visto (esto) en Chechenia, en Afganistán, en Georgia y sus despliegues encubiertos en Ucrania, que las pérdidas militares realmente generan presión política”.
En cambio, Rusia podría optar por utilizar sus activos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de muy largo alcance para apuntar a la infraestructura nacional crítica dentro de Ucrania, como bases militares o incluso plantas de energía y puentes, dijo Cranny-Evans. “El objetivo es impedir que surja un conflicto de contacto o configurar el campo de batalla para que, cuando surja uno, sea mucho más favorable a las fuerzas rusas”, dijo.
Las conclusiones de los servicios de inteligencia de EE.UU. en diciembre estimaron que Rusia podría comenzar una ofensiva militar en Ucrania “tan pronto como a principios de 2022”. Desde entonces, los funcionarios estadounidenses se han mantenido en esa línea.
Sin embargo, los funcionarios ucranianos afirman que los últimos datos de inteligencia militar sugieren que las fuerzas rusas aún no están preparadas para llevar a cabo una invasión en toda regla en el país.
En declaraciones a CNN este martes, una fuente cercana a los dirigentes ucranianos dijo que los jefes de defensa e inteligencia estaban analizando cada hora las imágenes de satélite de las fuerzas rusas “procedentes de Estados Unidos y otras agencias occidentales”, pero que todavía no veían a Rusia “entrando en modo de combate, o posicionándose para atacar”.
La inteligencia ucraniana evalúa que la amenaza de Rusia es “peligrosa, pero no inminente”, dijo la fuente a CNN, y que si se diera alguna orden rusa de ataque, las fuerzas rusas cercanas a la frontera aún tardarían una o dos semanas en estar preparadas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dio una nota similar este miércoles, diciendo que los militares rusos podrían atacar a Ucrania en cualquier momento, como había sido el caso desde 2014, pero que sus fuerzas aún no estaban completamente reunidas. “Podemos decir 100 veces al día que la invasión es inminente, pero esto no cambia la situación sobre el terreno”, dijo.
“En términos de plazos, lo que hemos visto hasta ahora ha sido una señalización muy abierta de la intención de la capacidad de invadir Ucrania”, dijo Cranny-Evans. Pero los rusos “se están tomando su tiempo” para colocar las piezas finales en su sitio con el fin de dejar espacio para las conversaciones que podrían permitirles alcanzar sus objetivos políticos, como la instalación de un líder pro-Kremlin o incluso neutral en Kyiv, sin tener que luchar, sugirió.
Si se llega a una invasión, considera que Rusia podría desplazar las tropas necesarias en el espacio de 72 horas. “Son las fuerzas que Rusia ya tiene en el Distrito Militar Sur, en las fronteras con Ucrania, las que probablemente se encargarían de los primeros combates”, dijo Cranny-Evans.
El Kremlin niega que esté planeando atacar y argumenta que es el apoyo de la OTAN a Ucrania –incluyendo el aumento de los suministros de armas y el entrenamiento militar– lo que constituye una amenaza creciente en el flanco occidental de Rusia.
¿Qué más podría influir en el calendario de una posible invasión?
También puede haber factores no geopolíticos a tener en cuenta, como el clima y los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing.
Si Putin ordena a sus fuerzas que invadan, algunos analistas han especulado que lo haría antes del deshielo de primavera. “El mejor momento para hacerlo es el invierno porque va a ser un avance mecanizado y las divisiones mecanizadas necesitan un terreno duro y congelado”, dijo el periodista y autor Tim Marshall a CNN.
Sin embargo, Cranny-Evans no cree que el clima juegue un papel importante en cualquier decisión de invasión.
“Rusia tiene una larga historia de luchar simplemente cuando le conviene. No hay ningún indicio real de que le moleste el barro”, dijo, añadiendo que las fuerzas rusas tienen experiencia en operar en este terreno. “Los vehículos de combate blindados, en particular los de oruga, tienen en general muy buena movilidad incluso en suelo muy blando, y tendría que estar extremadamente degradado para que no pudieran moverse en él en absoluto”. Ucrania tiene un sistema de carreteras bastante bueno, añadió.
La vicesecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman, sugirió esta semana que los Juegos Olímpicos de Invierno que comienzan la semana que viene en China podrían influir en la forma de pensar de Rusia. Putin tiene previsto estar allí cuando comiencen los Juegos y el presidente de China, Xi Jinping, “no estaría extasiado si Putin eligiera ese momento para invadir Ucrania”, dijo Sherman.
Sherman añadió que sospecha que “incluso la gente que rodea” a Putin no sabe lo que hará con respecto a Ucrania, pero que EE.UU. ve “todos los indicios de que va a utilizar la fuerza militar, en algún momento quizás ahora y (hasta) mediados de febrero”.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China señaló el 14 de enero que los miembros de las Naciones Unidas habían adoptado una resolución de tregua olímpica que insta a los países a “cesar las hostilidades desde siete días antes del comienzo de los Juegos Olímpicos hasta siete días después del final de los Juegos Paralímpicos”. Ese periodo se extendería del 28 de enero al 20 de marzo.
¿Cómo sería una invasión?
Es difícil de predecir, pero la historia reciente puede dar algunas pistas. Después de todo, Rusia ya ha invadido suelo ucraniano dos veces en la última década.
Cuando Moscú se anexionó la península ucraniana de Crimea en 2014, lo hizo con el pretexto de defender sus intereses y los de los rusoparlantes. Primero, miles de tropas de operaciones especiales, apodadas “hombrecillos verdes” y reconocidas más tarde por Moscú como soldados rusos, se abalanzaron sobre el sur de la península. Luego, en pocos días, Rusia completó su anexión en un referéndum que fue tachado de ilegítimo por Ucrania y la mayor parte del mundo.
Poco después, los separatistas prorrusos de las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk, conocidas como el Donbás, declararon su independencia de Kyiv, lo que provocó meses de intensos combates. La invasión de facto de Rusia en la región de Donbás terminó en 2015, cuando se firmó un alto el fuego, pero Rusia sigue apuntalando el movimiento separatista allí.
El analista de asuntos globales de CNN Michael Bociurkiw, exportavoz de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, dijo esta semana que creía que Putin podría elegir invadir a través del Donbás porque “sabe que se saldrá con la suya”. La zona –muy dañada en algunos lugares por los bombardeos– es considerada erróneamente por algunos en Occidente como “un territorio prescindible”, dijo Bociurkiw.
“Putin ha estado entregando cientos de miles de pasaportes rusos a los residentes prorrusos del Donbás; ahora tiene un pretexto más para entrar y decir que hay que protegerlos”, dijo.
En su versión más reducida, la acción rusa podría consistir en “normalizar” el control del país sobre la región del Donbás enviando tropas rusas para bloquear su control de la zona, o incluso para ampliar ligeramente su zona de seguridad frente al resto de Ucrania, dijo el editor de seguridad internacional de CNN, Nick Paton Walsh.
Otros analistas sugieren que un estrecho corredor terrestre a lo largo del mar de Azov, a través de la ciudad meridional ucraniana de Mariupol, podría lograrse fácilmente mediante un desembarco anfibio en la costa del mar de Azov, dijo Paton Walsh, aunque dicho corredor sería difícil de defender.
Otra opción que se ha barajado es una invasión más amplia del país, añadió Paton Walsh, pero esto sería costoso para Rusia en términos de vidas rusas y sanciones occidentales.
Kuleba dijo este miércoles que su país estaba centrado en “todos los escenarios”, no solo en la amenaza de una invasión militar.
“Vemos un escenario de desestabilización de Ucrania y ese escenario es inminente, ya está teniendo lugar: sembrando el pánico, presionando el sistema financiero de Ucrania, realizando ciberataques contra Ucrania”, dijo el ministro.
¿De qué fuerzas dispone Rusia?
Según una evaluación de los servicios de inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano, compartida con CNN la semana pasada, Rusia tenía más de 106.000 efectivos terrestres cerca de las fronteras de Ucrania, con otros 21.000 efectivos aéreos y navales aproximadamente.
La evaluación también decía que Rusia apoya a más de 35.000 rebeldes en el este de Ucrania y que tiene unos 3.000 militares propios en territorio rebelde. Moscú niega tener fuerzas en el este de Ucrania.
“Las fuerzas armadas de Rusia parecen haber entrado en su nivel más alto de actividad y movimiento desde que comenzó la acumulación de otoño-invierno a finales de octubre”, dijo un análisis de Janes publicado este martes.
“Las pruebas indican la actividad de todos los principales comandos regionales de Rusia, y Moscú también ha señalado que moverá un gran número de buques de superficie, incluyendo seis buques tanque de desembarco (LST), un crucero y un destructor, hacia el Mar Mediterráneo, donde podrían continuar fácilmente hacia el Mar Negro.”
Según Janes, la fuerza desplegada en Belarús desde el Distrito Militar Oriental de Rusia está equipada con al menos dos batallones Iskander-M -el Iskander es un sistema de lanzamiento de misiles de crucero sobre ruedas-, así como con lanzacohetes múltiples BM-27 de largo alcance, y un gran número de carros de combate.
El Ministerio de Defensa de Rusia también ha anunciado el despliegue de 12 aviones de combate Su-35S, dos batallones de sistemas de defensa aérea S-400 y un batallón de defensa aérea Pantsir-S en Belarús, como parte de los ejercicios militares en ese país, según el análisis.
Tener fuerzas en Belarús ayuda mucho a Rusia “porque obliga a los ucranianos a defender otros cientos de kilómetros de frontera”, tanto si los rusos deciden invadir como si no, según Janes. También podría permitir a los rusos ampliar el alcance geográfico de sus radares y sistemas de guerra electrónica y reforzar sus defensas aéreas.
“Unidades de los Distritos Militares Central, Sur y Occidental parecen estar desplegando equipo adicional, incluyendo tanques, artillería y sistemas de comunicaciones, en sitios establecidos cerca de la frontera ucraniana”, añade el análisis de Janes.
¿Cuál es la capacidad militar de Ucrania?
Ucrania insiste en que sus fuerzas están bien preparadas. Los aliados occidentales, entre ellos Estados Unidos y el Reino Unido, intensificaron la provisión de entrenamiento militar, equipos y suministros a Ucrania a medida que aumentan las tensiones con Rusia.
Un asesor del presidente Zelensky declaró este miércoles a CNN que Estados Unidos estaba proporcionando ahora “un nivel de apoyo sin precedentes” a Ucrania, tanto militar como diplomático.
“Nuestro ejército está muy bien preparado. Y tiene una población muy bien motivada”, dijo esta semana el embajador de Ucrania en Japón, Sergiy Korsunsky.
Mientras tanto, Zelensky instó repetidamente a los ucranianos a mantener la calma y a no dejarse llevar por el pánico.
Según Cranny-Evans, las fuerzas armadas de Ucrania se encuentran en un lugar mucho mejor que en 2014 y 2015, cuando su estado de preparación era muy bajo.
“Las fuerzas armadas ucranianas han impulsado realmente su modernización, han hecho lo que han podido con la industria nacional para mejorar sus capacidades y endurecer sus defensas”, dijo. “Pero, en última instancia, gran parte de lo que han conseguido es de naturaleza táctica. La forma de luchar de los rusos está muy por encima de eso”.
Aunque nadie cree realmente que los ucranianos puedan detener a los rusos, “definitivamente han aumentado los costes potenciales para las fuerzas rusas”, añadió Cranny-Evans.
“Tienen los medios para arrastrar potencialmente a Rusia a un conflicto bastante sangriento. Se trata de si Rusia puede o no alcanzar sus objetivos sin tener que hacerlo”.
La pelota, de momento, sigue estando en la cancha de Putin, mientras el líder del Kremlin reflexiona sobre las respuestas escritas tanto de Estados Unidos como de la OTAN a las demandas de seguridad de Rusia. Como observó recientemente Fiona Hill, que sirvió como persona de contacto del Consejo de Seguridad Nacional sobre Rusia en la administración Trump, en un artículo de opinión del New York Times, Putin tiene una habilidad para fabricar crisis, y puede provocar problemas en otros lugares del mundo si quiere confundir aún más a los responsables políticos occidentales.
Con información de Matthew Chance, Tim Lister, Clarissa Ward, Radina Gigova, Jennifer Hansler y Mayumi Maruyama.