(CNN) – La entonces vicepresidenta electa, Kamala Harris, pasó a varios metros de una bomba de fabricación casera, que se encontraba junto a un banco fuera de la sede del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) el 6 de enero de 2021, y permaneció en el interior del DNC durante casi dos horas antes de que se descubriera el artefacto, según múltiples funcionarios de seguridad familiarizados con la situación.
Los detalles sobre la cercanía de Harris a la bomba y el prolongado periodo en que permaneció en el interior del DNC no se habían dado a conocer anteriormente. Las revelaciones exponen además un fallo de seguridad el 6 de enero, cuando las fuerzas del orden intentaban responder a varios acontecimientos importantes, proteger a políticos destacados y repeler a decenas de miles de manifestantes que inundaron Washington y atacaron el Capitolio de Estados Unidos.
Múltiples fuentes informan ahora a CNN que Harris llegó a la sede del DNC en Washington alrededor de las 11:30 a.m., hora local, con su comitiva por el garaje que conduce a la plataforma de estacionamiento, cerca de donde las fuerzas de seguridad descubrieron la bomba de tubo.
El paradero y los movimientos de Harris, el 6 de enero de 2021, han estado rodeados de incertidumbre. Su presencia en el DNC no se conoció hasta principios de este mes, cuando se hicieron públicos algunos detalles sobre su evacuación de la sede minutos después de que se descubriera una bomba de fabricación casera en las inmediaciones.
Según un cronología interna de la Policía del Capitolio de EE.UU., un “protegido” no identificado fue retirado del edificio del DNC aproximadamente a la 1:14 p.m., siete minutos después de que la Policía del Capitolio comenzara a investigar la bomba. CNN informó a principios de enero que la persona era la vicepresidenta Harris. La cronología de la Policía del Capitolio no especificaba cuándo llegó Harris al edificio. Politico informó primero sobre la evacuación de Harris.
Una fuente de las fuerzas de seguridad familiarizada con el suceso dijo a CNN que el Servicio Secreto de EE.UU., responsable de la protección de Harris ese día, registró el interior del edificio, el camino de entrada, el aparcamiento y las entradas y salidas antes de su llegada. La fuente dijo que Harris fue evacuada utilizando una ruta alternativa lejos de la bomba.
Aunque Harris y el entonces presidente electo, Joe Biden, aún no habían jurado sus cargo, recibieron protección del Servicio Secreto tras las elecciones. El hecho de que Harris estuviera tan cerca de un peligro potencial durante ese periodo plantea preguntas adicionales sobre las medidas de seguridad establecidas para protegerla.
“Para mantener la seguridad operativa, el Servicio Secreto no discute los medios y métodos de protección”, dijo un portavoz del Servicio Secreto a CNN en un comunicado.
La Casa Blanca declinó hacer comentarios. La oficina de la vicepresidenta remitió a CNN al Servicio Secreto.
Los asistentes de Harris se negaron a revelar sus movimientos durante el asalto del 6 de enero, alegando razones de seguridad. Mientras la violencia asolaba el Capitolio, un asistente solo dijo a CNN que estaba “a salvo”.
Harris se refirió por primera vez a los detalles de su día durante unas declaraciones a principios de este mes, cuando se cumplía un año de los disturbios, diciendo que estuvo dentro del Capitolio esa mañana para una sesión informativa clasificada de la Comisión de Inteligencia del Senado antes de marcharse.
“Ese día, no solo era la vicepresidenta electa, sino también una senadora de Estados Unidos. Y estaba aquí en el Capitolio esa mañana, en una audiencia clasificada con compañeros del Comisión de Inteligencia del Senado. Horas más tarde, las puertas del Capitolio fueron asaltadas”, dijo Harris.
“Yo ya me había marchado. Pero mis pensamientos se dirigieron inmediatamente no solo a mis colegas, sino a mi personal, que se había visto obligado a buscar refugio en nuestra oficina, convirtiendo los archivadores en barricadas”.
El 6 de enero, agentes de varios cuerpos de seguridad acudieron a los edificios del DNC y del Comité Nacional Republicano. Los edificios están a menos de 400 metros de distancia y a pocas manzanas al sur del Capitolio. Además, las bombas fueron descubiertas alrededor de las 12:45 p.m. y la 1:07 p.m., respectivamente, más o menos a la misma hora en que los enojados partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio.
Ambos artefactos estaban preparados con temporizadores y contenían un polvo explosivo. Aunque ninguno de ellos detonó, la Oficina Federal de Investigación dejó claro que las bombas eran utilizables.
Se neutralizaron las bombas de forma segura en el lugar de los hechos mediante robots. La amenaza de bomba en el DNC se resolvió a las 4:36 p.m. de ese 6 de enero, según la cronología obtenida por CNN.
No se ha acusado a nadie de colocar las bombas, y el FBI sigue buscando a un sospechoso al que identificó en múltiples videos publicados en el último año.