(CNN) – En las primeras horas de la mañana del 3 de febrero, el jefe de ISIS murió durante una redada estadounidense en el noroeste de Siria justo cuando el grupo extremista estaba en medio de un resurgimiento.
Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi mató a su familia y luego se suicidó después de activar una bomba, al comienzo de la operación, según un alto funcionario del Pentágono.
Qurayshi sucedió al fundador de ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, en 2019 después de su muerte. Cuando Qurayshi se hizo cargo de la organización, las vastas extensiones de territorio que controlaba el grupo en su apogeo, un área más grande que el tamaño del Reino Unido, se habían evaporado en gran medida. Los observadores lo llamaron califa sin califato. Sin embargo, buscó revitalizar la organización.
En los últimos meses, Qurayshi supervisó el resurgimiento de ISIS en varias partes de Siria, Iraq y el Líbano. Iraq informó de un repunte de la violencia vinculada a ISIS. En la parte nororiental de Siria, controlada por los kurdos, el grupo realizó un intento letal de fuga de la cárcel durante días en un intento por liberar a los miembros de ISIS. Cientos de reclusos, incluidos niños, murieron. Decenas de combatientes kurdos también perecieron en los enfrentamientos.
En el Líbano, múltiples informes regionales y locales han indicado que el grupo ha estado reclutando decenas de miembros de la ciudad norteña de Trípoli, una de las áreas más golpeadas por la devastadora crisis económica del país.
A lo largo de todo, Qurayshi, conocido por varios alias, mantuvo un perfil bajo, al igual que su predecesor. El programa US Rewards for Justice ofreció una recompensa de US$ 10 millones por información sobre él. Su historial en la organización también es turbio. Pero fragmentos de entrevistas con prisioneros de ISIS pintan la imagen de un hombre con un pasado oscuro como miembro del círculo más íntimo de Baghdadi.
Lo que sabemos de Qurayshi
Qurayshi se convirtió en un “erudito religioso” con al Qaeda en Iraq, antes de que el grupo se rebautizara como Estado Islámico. En 2014, “ayudó a impulsar y justificar el secuestro, la matanza y el tráfico de la minoría religiosa yazidí en el noroeste de Iraq”, dice el aviso de Recompensas por la Justicia.
Gran parte de la comunidad yazidi vivía en un área cercana a lo que algunos analistas creen que era la ciudad natal de al- Qurayshi, Tal Afar, en el norte de Iraq. En 2014, después de que ISIS tomara Tal Afar y Mosul, el grupo esclavizó a miles de mujeres y niños yazidíes y asesinó a miles de hombres yazidíes, en lo que las Naciones Unidas llamaron un genocidio.
El experto en antiterrorismo Daniele Raineri ha señalado que él fue “el sustituto que logró pasar los años desde 2010 casi por completo bajo el radar”. Pero cuando otros en la jerarquía de ISIS fueron capturados o murieron en la batalla, se convirtió en uno de los principales ideólogos del grupo.
En una entrevista, de 2018, con Al Arabiya, de propiedad saudita, un alto mando de ISIS detenido en Iraq, Ismael al Eithawi, calificó a Qurayshi como “el más prominente del círculo circundante de Baghdadi”.
Un documento interno de ISIS, de 2018, describe repetidamente a Qurayshi como “el adjunto” de Baghdadi. Murió en una operación similar a la que mató a Baghdadi. Y aún no está claro si la operación detendrá el resurgimiento del grupo o si el ciclo de violencia extremista continuará sin cesar.
ISIS no ha reconocido su muerte y aún no está claro quién podría reemplazarlo. Se cree que pocos, si alguno, del círculo íntimo de Baghdadi siguen prófugos.