Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos (CNN) – Una invasión rusa de Ucrania enviaría ondas de choque a través de Europa y tal vez hasta Estados Unidos. Pero una región más al sur podría resultar una víctima improbable de un conflicto potencial.
Ucrania y Rusia representan el 23% de las exportaciones mundiales de trigo, según S&P Global. Los precios mundiales de los alimentos están ya cerca de los máximos de los últimos 10 años y la cuota de mercado de ambos países significa que cualquier interrupción de las exportaciones podría hacer que los precios de los cereales se disparen.
Ucrania es conocida como el granero de Europa, pero los países de Medio Oriente también han llegado a depender en gran medida de sus exportaciones, hasta un nivel que algunos advierten que es peligrosamente alto.
Medio Oriente fue el tercer mayor comprador de trigo de Ucrania en el periodo 2020/2021, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Más del 40% de las recientes exportaciones de trigo del país se dirigieron únicamente al Medio Oriente o África.
El Fondo Monetario Internacional prevé que los costos de la energía y los precios de los productos básicos en muchos países aumenten en caso de conflicto. Sin embargo, el efecto en Medio Oriente podría ser mucho peor que en otros países, dijo Julien Barnes-Dacey, director del programa de Medio Oriente y Norte de África del Consejo Europeo de Asuntos Exteriores.
“El temor a que el conflicto se cierna sobre dos de los principales proveedores del mundo va a tener claramente algún impacto en los precios, en un momento en que ya existe una sensación de escasez”, dijo.
Líbano, Libia y Egipto se encuentran entre los mayores compradores de Ucrania en la región, y países como Yemen y Siria dependen de la adquisición de trigo ucraniano por parte del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) para recibir ayuda.
Egipto, con más de 100 millones de habitantes, es el mayor importador de trigo del mundo. Las autoridades de ese país ya están advirtiendo de una escasez. Rusia es el principal proveedor de trigo de Egipto; Ucrania es el segundo.
“Las disputas entre dos de los mayores exportadores de trigo y cereales del mundo generan incertidumbre en el mercado”, declaró el domingo el ministro de Abastecimiento y Comercio Interior, Ali Moselhy, citado por la agencia estatal de noticias MENA.
Moselhy declaró posteriormente a Reuters que una escasez podría ser cubierta por los proveedores locales por el momento, añadiendo que “no estaba preocupado”.
Una escasez a largo plazo podría agravar una situación de seguridad alimentaria ya de por sí grave en algunos países de la región. Según un informe de la ONU de 2020, casi 69 millones de personas de Medio Oriente y el Norte de África están subalimentadas, lo que representa casi el 9% del total mundial. Muchos se encuentran en países devastados por conflictos.
El hambre ha aumentado desde 2014 en la región, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), ya que los medios de subsistencia se desplomaron tras las revueltas de la Primavera Árabe y de nuevo tras la pandemia del covid-19. La FAO situó la prevalencia de la subalimentación en la región en 2020 en el 15,8%, frente a la media mundial del 9,9%.
“El verdadero problema es que se está produciendo una crisis humanitaria masiva en toda la región, y esas necesidades ya no se están cubriendo”, dijo Barnes-Dacey.
Los Estados y los donantes podrían adquirir grano de otras fuentes, pero el aumento de los precios podría obstaculizar una red de importadores ya de por sí mal financiada, según los analistas.
“Cuando las necesidades actuales ya están sin cubrir, es difícil imaginar que se pueda asegurar este nuevo y masivo empuje necesario para satisfacer las nuevas necesidades”, dijo Barnes-Dacey, señalando que los estados más volátiles de la región podrían “ni siquiera encontrar dentro de las posibilidades” el asegurar fuentes adicionales.
Las interrupciones en los puertos clave del mar Negro, que limita con Rusia y Ucrania, así como un aumento de los costos de los energéticos, podrían agravar la situación.
La región en concreto “será una de las principales víctimas de un posible conflicto en [Rusia y Ucrania]”, dijo el portavoz del Programa Mundial de Alimentos para Medio Oriente, Abeer Etefa. El trigo sería el producto básico más afectado.
“Esto podría ser una nueva lección [para los países árabes], que debemos equilibrar las adquisiciones”, dijo a CNN el exasesor del Ministerio de Abastecimiento de Egipto, Nadr Nour Eldin, “para que siempre podamos diversificar y asegurar permanentemente los suministros si alguna vez hay conflictos”.