(CNN) – Si eres una de las millones de mujeres que planean recurrir a tratamientos contra la infertilidad para tener un bebé, considera que una nueva investigación descubrió que las mujeres pueden tener un mayor riesgo de sufrir complicaciones vasculares y relacionadas con el embarazo, especialmente si tienen 35 años o más.
“El avance de la edad materna, concretamente, tener 35 años o más, aumenta el riesgo de padecer o desarrollar afecciones, como la hipertensión arterial crónica, que incrementan el riesgo de complicaciones en el embarazo”, señaló en un comunicado la autora del estudio, la doctora Pensée Wu, profesora titular y obstetra consultora honoraria y subespecialista en medicina materno-fetal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Keele, en Staffordshire, Reino Unido.
El estudio, publicado este martes en la revista académica Journal of the American Heart Association, comparó más de 106.000 partos en los que el bebé fue concebido con tecnología de reproducción asistida con más de 34 millones de nacimientos concebidos sin dicha ayuda.
Las mujeres que recurrieron a tratamientos de infertilidad tenían más problemas de salud preexistentes, como hipertensión y diabetes, y eran más propensas a ser obesas cuando iniciaron el tratamiento, según el estudio.
Las mujeres que recurrieron a la tecnología de reproducción asistida para quedarse embarazadas tenían un riesgo 2,5 veces mayor de padecer insuficiencia renal aguda y un 65% más de sufrir latidos cardíacos irregulares. También tenían un 57% más de riesgo de desprendimiento de la placenta que sucede cuando ésta se separa de la pared interna del útero antes del nacimiento. Las mujeres también tenían un 38% más de probabilidades de necesitar un parto por cesárea y un 26% más de probabilidades de que el bebé naciera prematuramente.
Una limitación del estudio fue que no comparó diferentes tratamientos de fertilidad, lo cual es una “distinción importante”, dijo la Dra. Sigal Klipstein, especialista en endocrinología reproductiva e infertilidad de Chicago, por correo electrónico. Ella no participó en el estudio.
“Una mujer que requiere un curso corto de píldoras de fertilidad con el fin de concebir y una mujer que requiere múltiples ciclos de FIV (fertilización in vitro) se agruparon todos en este estudio”, dijo Klipstein, un miembro de enlace del Comité de Ética del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos.
“Puede haber diferencias significativas entre los grupos en función del tipo de tratamiento de fertilidad, la duración del tratamiento y el tiempo transcurrido entre el tratamiento y la concepción”, dijo.
El estudio también descubrió que las mujeres que se sometieron a tratamientos de fertilidad presentaban mayores riesgos incluso cuando no tenían síntomas preexistentes de enfermedad cardíaca.
“Nos sorprendió que la tecnología de reproducción asistida se asociara de forma independiente con estas complicaciones, en lugar de asociarse solo con la existencia de condiciones de salud preexistentes o solo entre las mujeres de más edad que se someten a tratamientos de infertilidad”, dijo Wu.
Este hallazgo no sorprendió a Klipstein. “A menudo es la infertilidad subyacente, y no el tratamiento de fertilidad, lo que se asocia con peores resultados”.
Klipstein señaló el SOP, o síndrome de ovario poliquístico, un trastorno hormonal común en las mujeres, como un ejemplo. Es una de las principales causas de infertilidad y también conlleva un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular a lo largo de la vida. Las mujeres con síndrome de ovario poliquístico tienen siete veces más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio, afirma.
“Según el estudio actual, 1 de cada 5 mujeres comienza el embarazo con un historial de factores de riesgo cardiovascular”, dijo Klipstein, lo que puede aumentar los riesgos para la salud de la mujer durante el embarazo y cuando da a luz a su hijo.
En su opinión, Klipstein dijo que el principal mensaje del estudio es la necesidad de que las mujeres aborden cualquier factor de riesgo de enfermedad cardíaca antes de quedarse embarazadas, si es posible. Las mujeres pueden centrarse en perder peso, reducir la presión arterial alta y controlar el colesterol, dijo.
“El mensaje con el que nos tenemos que quedar es que los médicos deben aconsejar a todas las mujeres con factores de riesgo cardiovascular preexistentes que puedan quedarse embarazadas sobre los riesgos relacionados con el embarazo, tengan o no antecedentes de infertilidad”, añadió.