Shehyni, Ucrania (CNN) – La carretera de asfalto gris que conduce al cruce fronterizo de Shehyni en Ucrania con Polonia ha visto en los últimos días embotellamientos de hasta 50 km de longitud mientras miles de personas intentan huir del país, a menudo despidiéndose con lágrimas en los ojos de sus familiares y amigos que se quedaron atrás para luchar contra la invasión rusa.
El miércoles llegó con un panorama diferente: grupos de hombres jóvenes, cargados con bolsas pesadas y equipos militares, ingresaron a Ucrania desde Polonia para responder al llamado del presidente Volodymyr Zelensky a “ciudadanos del mundo” para luchar contra los “criminales de guerra rusos”.
Entre ellos, el residente de Nueva York Vasyk Didyk, un carpintero de 26 años que usa un gorro fluorescente Carhartt y es originario de Ucrania.
“Esta es nuestra patria”, le dijo Shehyni a CNN. “No podíamos quedarnos en nuestras cómodas vidas en Estados Unidos y ver lo que está pasando aquí”.
Didyk, acompañado de su amigo Igor Harmaii, pasó 24 horas viajando desde Nueva York a Polonia antes de cruzar de regreso a su tierra natal con una mochila de lona y una maleta con ruedas.
No tiene entrenamiento militar y vino a pesar de que sus padres, que no viven en Ucrania, lloraron por teléfono cuando escucharon que se unía a la lucha.
“No he vuelto a Ucrania en cuatro años, pero ni siquiera lo pensé”, dijo. “Tenía que venir y ayudar a mi país”.
El mundo ha visto con horror la invasión de Rusia a Ucrania desde el pasado 24 de febrero, desencadenando lo que podría ser la guerra terrestre más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Y el desafío de Zelensky no solo ha unido a la oposición occidental a Rusia, sino que también ha inspirado a voluntarios extranjeros y ucranianos en el extranjero a luchar por la causa.
“Esta no es solo la invasión de Rusia a Ucrania”, dijo Zelensky el domingo. “Este es el comienzo de una guerra contra Europa, contra las estructuras europeas, contra la democracia, contra los derechos humanos básicos, contra un orden mundial de leyes, normas y coexistencia pacífica”.
Extranjeros se unen a la guerra de Ucrania contra Rusia
Las embajadas de Ucrania han estado ayudando a reclutar combatientes extranjeros, y al menos un político de alto rango de un gobierno occidental, que previamente procesó a personas que guerras extranjeras, indicó su apoyo a los ciudadanos que toman las armas en Ucrania.
“Si la gente quiere apoyar esa lucha, yo los apoyaré”, dijo el domingo a la BBC la secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Liz Truss.
Cuando CNN le preguntó si estaba de acuerdo con que hubiera combatientes franceses en Ucrania, el gobierno francés dijo: “Ucrania es una zona de guerra, clasificada como zona roja en el aviso de viaje, actualizada de forma permanente y disponible en la web. Como resultado, desaconsejamos formalmente cualquier viaje a Ucrania”.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, no respondió la pregunta durante una conferencia de prensa el miércoles.
Cuando le preguntaron acerca de los combatientes extranjeros estadounidenses, Blinken dijo que Estados Unidos ha sido “claro durante algún tiempo” al decirles a los “estadounidenses que puedan estar pensando en viajar allí que no vayan”.
Si los estadounidenses quieren ayudar a Ucrania, “hay muchas maneras de hacerlo, incluso apoyando y ayudando a las muchas ONG que trabajan para brindar asistencia humanitaria; proporcionando recursos a los grupos que están tratando de ayudar a Ucrania siendo defensores de Ucrania”, dijo Blinken.
El jueves, Zelensky dijo que el primero de los 16.000 combatientes extranjeros ya se dirigía a Ucrania “para proteger la libertad y la vida para nosotros y para todos”.
CNN no ha podido confirmar esa cifra.
No es solo contra Ucrania, es “un ataque a Europa”
En la ciudad inglesa de Milton Keynes, a casi 2.000 kilómetros al oeste de Shehyni, el constructor británico Jake Dale dijo a CNN que el llamado de UCrania a los extranjeros para a unirse a la Legión Internacional de Ucrania lo inspiró a reservar un vuelo a Polonia este viernes. Su objetivo es cruzar a Ucrania el sábado por la tarde.
“Tan pronto como escuché su llamado [el de Zelensky], pensé que necesitaba ayuda”, dijo el joven de 29 años desde la casa que comparte con su novia y sus dos hijos. “Creo que es una buena causa como para arriesgar mi vida, y mi novia siente lo mismo. Obviamente, ella se enoja, como lo haría cualquiera, pero lo apoya porque puede ver que quiero ayudar”.
En 2015, Dale quería unirse a un grupo de milicianos kurdos, las Unidades de Protección del Pueblo, o YPG, que lideraba la lucha contra ISIS en Siria, pero decidió no hacerlo debido a las advertencias del gobierno británico.
Esta vez, no está preocupado por los posibles problemas legales que podría enfrentar a su regreso de Ucrania. “Estoy dispuesto a lidiar con eso”, dijo luego de que el gobierno británico se distanciara de los comentarios de Truss.
Durante un viaje a Polonia, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que el Reino Unido no estaba apoyando “activamente” a los voluntarios que iban a luchar. “Puedo entender por qué la gente siente lo que siente, pero tenemos leyes en nuestro país sobre los conflictos internacionales y cómo deben llevarse a cabo”, dijo Johnson a periodistas.
Dale, de 36 años, se dirige a Ucrania con Peter Hurst, un exsoldado de infantería del ejército británico, que hizo una gira por Afganistán antes de dejar el ejército en 2011.
El padre de cinco hijos, que vive en la ciudad de Pontefract, en el norte de Inglaterra, habló con CNN en una videollamada mientras seleccionaba un equipo en una tienda de suministros militares en una ciudad cercana. Dijo que quería luchar para proteger los valores democráticos y las libertades.
“Se siente como un ataque a Europa. Si no ayudas a detener la guerra allí [en Ucrania], probablemente se extenderá”, dijo.
Tanto Hurst como Dale se conocieron esta semana en un grupo de Facebook, creado para ayudar a proporcionar ayuda médica y militar británica a Ucrania. Han estado trabajando con un enlace, cuyo nombre figura en un paquete de información enviado por la embajada de Ucrania, que les proporcionará chalecos antibalas en Polonia.
Dale ha gastado £ 300 (US$ 400) en la compra de equipos y boletos de avión y le preocupa el impacto financiero de no trabajar. “Será una tensión para mi familia cuando me vaya”, dijo. “Pero estoy seguro de que estaremos bien”.
No todo el mundo apoya la idea de combatientes extranjeros en Ucrania
La organización de seguimiento de extremistas, SITE Intelligence Group, que tiene sede en EE.UU., ha advertido sobre la participación de equipos como Azov, un grupo paramilitar cuyo logotipo es el Wolfsangel, un símbolo apropiado por la Alemania nazi.
“Después de la reciente invasión rusa de Ucrania, las comunidades de extrema derecha en línea se han unido al lado de grupos como Azov, tanto en términos de recaudación de fondos como de declaración de su intención de luchar junto a ellos”, dice un informe de SITE.
El gobierno británico les ha dicho a aquellos sin entrenamiento militar que eviten ir a la guerra.
FOTOS | Las dramáticas imágenes de la guerra de Rusia en Ucrania tras cinco días de combates
En el grupo de Facebook en el que se conocieron Hurst y Dale un usuario advierte: “Ese no es lugar para alguien que no tiene habilidades para manejar armas y no habla el idioma. Además de ser un peligro para los demás, no es justo para ellos mismos”.
Dale dice que está al tanto de tales advertencias, pero insiste en que sus habilidades como mecánico calificado podrían ser útiles.
“La gente puede decir que está mal entrar sin antecedentes militares, pero creo que al luchar junto a los ucranianos estoy respondiendo a su llamada de ayuda”, dijo. “El régimen de Putin es despiadado, no solo estamos protegiendo a Ucrania”.
“El tiempo que sea necesario”
El ciudadano ucraniano Valery, que pidió que no se publicara su apellido, vive en el este de Francia, pero se sintió obligado a regresar a Ucrania para visitar a sus ancianos padres mientras Rusia concentraba tropas en la frontera de Ucrania.
La invasión del 24 de febrero comenzó poco después de su llegada a Kyiv. Fue anunciada con sirenas de advertencia antes del amanecer.
“Me desperté alrededor de las cinco de la mañana con un sonido muy extraño”, dijo. “Pensé que todavía estaba soñando. No podía creer lo que escuchaba. Pero el sonido era tan persistente que no podía seguir durmiendo”.
Valery dijo que su mente luego se centró en una cosa: “¿Qué tan útil puedo ser para mi país? El primer pensamiento fue unirme al ejército y comprobar qué tan útil puedo ser”.
Después de alistarse en un centro de reclutamiento, el hombre de 45 años dijo que “sintió algo de náuseas” cuando recibió su arma, al darse cuenta de que la normalidad se había hecho añicos. “Kyiv ha sido una ciudad muy pacífica desde 1943”, dijo.
Valery está sirviendo con otros cinco en una unidad militar.
“Muchos de ellos tienen familias, tienen hijos. Sin embargo, se unieron”, dijo, y agregó que la moral está alta dentro de las fuerzas. “Hay mucha determinación para derrotar al enemigo”.
De vuelta en el cruce fronterizo de Shehyni, los neoyorquinos Didyk y Harmaii discuten con sus mochilas de lona y maletas con ruedas.
Cuando se les pregunta cuánto tiempo planean permanecer en Ucrania, ambos hacen una pausa y dicen casi al mismo tiempo: “El tiempo que sea necesario”.
– Tara John de CNN informó y escribió desde Londres, mientras que AnneClaire Stapleton de CNN informó desde Shehyni, Ucrania, y Joseph Ataman y Camille Knight informaron desde París, Francia.