(CNN Español) – El Senado de Florida, controlado por el Partido Republicano, aprobó el proyecto de ley HB 1557, titulado Derechos de los Padres en la Educación y conocido como “Don’t Say Gay” (“No digas gay”, en español). Pero ¿por qué es tan controversial?
El martes 8 de marzo, el proyecto de ley “Don’t Say Gay” se aprobó con 22 votos a favor y 17 en contra, lo que prohibiría enseñar sobre orientación sexual e identidad de género en las aulas. Ahora, el polémico proyecto de ley fue enviado al escritorio del gobernador republicano Ron DeSantis, quien ha comunicado abiertamente su apoyo a la medida.
De ser aprobado por DeSantis, un conservador acérrimo que tiene un historial de apoyo a las medidas anti-LGBTQ en el estado, el proyecto de ley entraría en vigor en julio. Su oficina rechazó la solicitud de CNN para hacer comentarios sobre la aprobación del Senado y en cambio señaló los comentarios que realizó la semana pasada sobre la legislación.
¿Qué propone el proyecto de ley?
De acuerdo con la legislación, los distritos escolares “no pueden alentar la discusión sobre la orientación sexual o la identidad de género en los niveles de grado primario o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de estudiantes.” Sin embargo, no está claro qué se consideraría apropiado para la “edad” o el “desarrollo”.
Además, la medida requeriría que los distritos “adopten procedimientos para notificar a los padres de un estudiante si hay un cambio en los servicios del estudiante o en la supervisión relacionada con la salud mental, emocional o física o el bienestar del estudiante”.
El representante estatal republicano Joe Harding, copatrocinador del proyecto de ley en la Cámara de Representantes de Florida, dijo anteriormente a CNN que el proyecto de ley pretende disuadir al personal escolar de preguntar sobre la identidad de género o los pronombres de un estudiante sin incluir a sus padres en la conversación.
¿Qué dicen los opositores?
Los opositores han argumentado que la prohibición tendría un impacto negativo en una comunidad de por sí marginada. Han señalado los datos que demuestran que los jóvenes LGBTQ registran menores tasas de intento de suicidio cuando tienen acceso a espacios de afirmación LGBTQ.
Además, los defensores de la comunidad LGBTQ argumentan que podría llevar a que los padres de algunos estudiantes sepan sobre su orientación o identidad sexual sin el conocimiento o consentimiento del estudiante. También temen que el proyecto de ley restrinja la capacidad de los estudiantes para hablar confidencialmente con los consejeros escolares, algunos de los cuales son el único recurso disponible de salud mental para los estudiantes.
Las escuelas ya suelen ser entornos hostiles para los niños LGBTQ en Estados Unidos: casi el 33% de los estudiantes LGBTQ de 13 a 21 años dijeron que faltaron un día a la escuela en el transcurso de un mes porque se sentían inseguros o incómodos, y más del 77% dijo que evitaba ir a los eventos extracurriculares de la escuela porque se sentían inseguros o incómodos, según la Encuesta Nacional de Clima Escolar más reciente publicada por la Red de Educación para Gays, Lesbianas y Heterosexuales (GLSEN, por sus siglas en inglés) en 2019.
Según el reporte GLSEN, el 98,8% de los estudiantes LGBTQ dijeron que escucharon “gay” usado de manera negativa, y más del 95% de ellos escucharon insultos homofóbicos en la escuela.
Los opositores de la propuesta de ley denunciaron una parte de la legislación que permite a los padres presentar demandas civiles contra el distrito escolar por cualquier posible violación de sus normas, argumentando que esto abriría las puertas a que los educadores tengan que hacer frente a un bombardeo interminable de litigios. La legislación ha atraído el escrutinio de los demócratas en el estado y en otros lugares, incluyendo al presidente Joe Biden, quien prometió el mes pasado proteger a los jóvenes LGBTQ de tales medidas.
La reacción de los estudiantes
Los miembros de la Generación Z (definida como personas nacidas entre 1997 y 2012) han liderado durante semanas importantes manifestaciones y huelgas escolares en protesta por el proyecto de ley conocido como “Don’t Say Gay”.
Los adolescentes han viajado a Tallahassee, la capital de Florida, para reunirse con los legisladores y defender sus casos en contra de la legislación.
“Queríamos mostrarle a nuestro gobierno que esto no va a parar”, dijo Will Larkins, un adolescente de Florida que organizó una huelga masiva en su escuela secundaria del centro de Florida. “La gente es la que está en los poderes [sic] y lo que están haciendo no nos representa, especialmente a los grupos marginados”.
Los estudiantes de todo el estado han salido de sus aulas en protesta por el proyecto de ley “Don’t Say Gay” este mes.
“No nos quedaremos callados”, dijo el estudiante de secundaria CJ Walden al The Miami Herald. “Siempre existiremos. Incluso si la ley entra en vigor”.
Más de 150 propuestas anti-LGBT
Otro análisis de CNN realizado por Giselle Rhoden incluye un mapa de más de 150 proyectos de ley anti-LGBT presentados a nivel estatal en lo que va de la sesión legislativa. Van desde restringir el acceso a la atención médica de afirmación de género para menores hasta excluir a los niños transgénero del atletismo. Algunos ejemplos:
- Un proyecto de ley de Georgia similar al proyecto de ley de Florida que restringe la discusión de temas LGBT.
- Un proyecto de ley de Idaho que podría castigar al personal médico que brinda atención médica de afirmación de género y a los padres que aceptan que sus hijos reciban dicha atención con hasta cadena perpetua.
- Una nueva orden ejecutiva emitida por el gobernador de Texas, Greg Abbott, para iniciar investigaciones de abuso infantil en padres que buscan tratamiento médico de afirmación de género para niños transgénero.
- Una prohibición en Iowa que impide que las mujeres y niñas transgénero participen en deportes para niñas en las escuelas públicas.
- Una prohibición de Tennessee sobre cualquier discusión, libro de texto o material instructivo sobre “temas LGBT o de estilo de vida” en las escuelas públicas.
- Una propuesta de Oklahoma para prohibir que algunas bibliotecas de escuelas públicas conserven libros sobre “el estudio del sexo, las preferencias sexuales, la actividad sexual, la perversión sexual, las clasificaciones basadas en el sexo, la identidad sexual o la identidad de género o libros que son de naturaleza sexual que un razonable padre o tutor legal querría saber o aprobar antes de que su hijo esté expuesto a él”.
Con información de Scottie Andrew, Devan Cole y Zachary B. Wolf de CNN.