(CNN) – En su dura guerra contra Ucrania, Rusia ha confiado mucho más en bombas menos sofisticadas —las llamadas “bombas tontas” o “dumb bombs”— que en su arsenal de municiones guiadas de precisión. Es una dinámica que los funcionarios de Estados Unidos analizan de cerca en busca de pistas sobre el estado del Ejército de Rusia, a medida que estas armas indiscriminadas matan a decenas de civiles.
Rusia ha utilizado una combinación de misiles, artillería y lanzacohetes para golpear a las principales ciudades ucranianas en las últimas dos semanas, dijo el jueves el teniente general Scott Berrier, jefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, a la Comisión de Inteligencia del Senado. Este viernes, Rusia lanzó una andanada de ataques con misiles contra una amplia gama de objetivos en el centro y el oeste de Ucrania, causando daños sustanciales y utilizando lo que el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que eran “armas de alta precisión de largo alcance”.
Pero el número de “municiones guiadas de precisión que se están lanzando desde aviones… es pequeño”, dijo Berrier.
Funcionarios estadounidenses y occidentales dicen que no saben por qué Rusia no ha utilizado más de estas armas más sofisticadas, que su flota de cazabombarderos Su-34 emplea regularmente, junto con otras bombas no guiadas en Siria. Es un enfoque que algunos funcionarios militares y de inteligencia de Estados Unidos dicen que podría señalar otra sorprendente debilidad en la campaña militar de Rusia, o simplemente una aterradora voluntad de emplear tácticas brutales que conducen a innumerables muertes de civiles en una guerra que muchos funcionarios piensan que podría durar semanas o incluso meses.
“Es difícil decir en este momento si esto es impulsado por el gasto, por la falta de inventario o si es simplemente impulsado por el deseo de ser más brutal en el uso de la fuerza”, dijo un alto funcionario de la OTAN el jueves, llamándolo una “gran cuestión”.
Las municiones guiadas de precisión, o MGP, son más caras, largas y complejas de producir que las municiones no guiadas, y desde hace tiempo se especula con que las existencias de Rusia son relativamente limitadas. Es posible, según algunos analistas externos, que Rusia simplemente esté guardando sus MGP en reserva para más adelante en el conflicto, o como precaución de emergencia en caso de que Rusia se encuentre en conflicto con la OTAN. Una fuente familiarizada con la inteligencia dijo que Rusia agotó la proporción de su arsenal de MGP que asignó a la operación en los primeros días del conflicto, cuando Moscú aplicó reglas de enfrentamiento más estrictas que evitaban las bajas civiles generalizadas.
Pero sea cual sea la razón, los funcionarios dicen que el impacto lo están sufriendo los hospitales, escuelas y edificios habitacionales ucranianos destruidos por la campaña de bombardeo indiscriminado de Rusia, incluso cuando un alto funcionario de defensa advirtió el miércoles que Estados Unidos no puede demostrar si se utilizaron municiones guiadas o no guiadas contra un objetivo determinado después de los hechos.
La estrategia también puede crear costos directos para Rusia, según un alto funcionario militar familiarizado con los últimos datos de inteligencia. Esta persona dijo que el uso de algunas de las bombas “tontas” de Rusia requiere que sus pilotos vuelen más bajo, haciéndolos más vulnerables a las sorprendentemente eficaces defensas antiaéreas de Ucrania. En los últimos días, las autoridades han observado un fuerte descenso de la actividad aérea rusa sobre Ucrania.
A medida que la guerra entra en su tercera semana, las fuerzas rusas se han enfrentado a dificultades no solo por la dura resistencia ucraniana, sino también por una miríada de errores logísticos y de reabastecimiento que, según los funcionarios occidentales, muestran cada vez más debilidades fundamentales en la planificación y preparación de Rusia. El director de la CIA Bill Burns dijo el martes que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, lanzó la invasión en parte basándose en la suposición de que su ejército era capaz de una victoria rápida y decisiva a un costo mínimo, una de las varias suposiciones que Burns dijo que “se ha demostrado que es errónea”.
“Es posible que sepamos más sobre el verdadero estado de los combates y la preparación y capacidad de Rusia en este momento que el propio Putin”, dijo el alto funcionario de la OTAN.
Los funcionarios dicen que todavía no hay duda de que el Ejército de Rusia es muy superior a la fuerza de combate de Ucrania y que las perspectivas de Ucrania siguen siendo sombrías. Incluso frente a la resistencia ucraniana, Rusia ha hecho progresos constantes en todo el país. Pero los funcionarios de inteligencia han dejado de predecir la inminente caída de Kyiv, ya que el conflicto se ha convertido en una guerra de desgaste. El alto funcionario de la OTAN dijo que ahora cree que la guerra puede medirse en “meses a años”, en lugar de días o semanas como los funcionarios occidentales han evaluado inicialmente.
Problemas de Rusia
La directora de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, dijo el jueves que la comunidad de inteligencia estadounidense había sido sorprendida por la torpe ejecución de la estrategia militar de Putin.
“Acertamos” al predecir que Putin había subestimado la resistencia a la que se enfrentaría en Ucrania, dijo. “No lo hicimos tan bien en términos de predecir los desafíos militares que ha encontrado con su propio ejército”.
Los funcionarios estadounidenses y occidentales dicen que les resulta difícil precisar las pérdidas rusas, tanto en términos de bajas en el campo de batalla como de equipos destruidos. Ucrania ha informado que alrededor de 12.000 soldados rusos han sido capturados o han perdido la vida y más de 100 aviones y helicópteros, 317 tanques y más de 1.000 vehículos blindados de transporte de personal han sido destruidos.
Pero aunque esas cifras no puedan confirmarse, dicen los funcionarios, está claro que Rusia ha sufrido importantes pérdidas de tropas y equipos.
“Cuando se observa la basura que está llegando desde Rusia en estos vagones de tren, en términos de camiones y estos pequeños autos, llevan camionetas y autos civiles ahora en los trenes que vienen a tratar de reemplazar algunos de estos camiones más pesados que perdieron por los contraataques ucranianos, es sorprendente”, dijo el alto funcionario de la OTAN.
El miércoles, el Ministerio de Defensa de Rusia también reconoció que algunos reclutas estaban participando en la guerra, mientras que funcionarios estadounidenses afirman que Moscú también está tratando de reclutar combatientes extranjeros de Siria. Otros combatientes extranjeros procedentes de Chechenia ya se encuentran en Ucrania, al igual que el grupo mercenario Liga, antes conocido como Grupo Wagner.
Los funcionarios occidentales ven esas fuerzas suplementarias como una posible señal de que Rusia está luchando por reunir suficiente poder de combate para continuar su asalto.
“Nos parece digno de mención que [Putin] crea que necesita recurrir a combatientes extranjeros para complementar lo que es un compromiso muy significativo de poder de combate dentro de Ucrania en su estado actual”, dijo un alto funcionario de defensa a los periodistas el jueves.
Rusia también ha tenido problemas para abastecer eficazmente a sus formaciones de combate desplegadas en el terreno con combustible, alimentos y armas. Las unidades rusas desplegadas en el frente a menudo se han adelantado a su tren logístico, dejando a las unidades de apoyo vulnerables al contraataque ucraniano.
Mientras tanto, un convoy de más de 60 kilómetros de vehículos de combate y logísticos rusos estuvo estancado durante días al norte de Kyiv, en parte debido a averías mecánicas y a la congestión, y en parte gracias a los esfuerzos ucranianos por obstaculizar su avance. Sin embargo, el jueves el convoy se había “dispersado y redistribuido en gran medida”, según las imágenes por satélite de Maxar Technologies.
Sin embargo, a pesar de los pasos en falso de Rusia, a pesar de lo que los funcionarios han descrito como una heroica resistencia ucraniana, los servicios de inteligencia occidentales no consideran que Ucrania haya cambiado el rumbo de la invasión. El Ejército de Rusia sigue siendo cualitativa y cuantitativamente superior. Putin sigue llevando a cabo un bombardeo sostenido de las ciudades ucranianas con bombas “tontas” indiscriminadas, incluso contra infraestructuras civiles, incluso ante la condena internacional. Los funcionarios creen ahora que se está preparando para intentar cortar el suministro de alimentos, agua y potencialmente energía de Kyiv, como ha hecho en otras ciudades importantes de Ucrania.
“No vemos ninguna señal de que Putin se haya desviado de sus objetivos políticos estratégicos, ni tampoco vemos ninguna señal de que los objetivos militares hayan cambiado”, dijo el alto funcionario de la OTAN. “La única diferencia importante, aparte de los miserables desafíos a los que se enfrentan, es que se han vuelto más violentos, no solo contra los militares sino contra los civiles”.