(CNN) – Decenas de millones de personas se encuentran en confinamiento en China mientras el país lucha contra su peor brote de covid-19 desde los primeros días de la pandemia.
Este brote se ha propagado mucho más rápido que las anteriores olas de variantes menos infecciosas, y los casos diarios se dispararon de unas pocas docenas, en febrero, a más de 5.100, el martes, la cifra más alta desde el brote de principios de 2020 en Wuhan.
La cifra puede parecer baja en comparación con otros países, pero es alarmantemente alta para una nación que ha intentado acabar con los brotes y las cadenas de transmisión con una estricta política de cero covid durante toda la pandemia.
Hasta el martes, se habían registrado casos en 21 provincias y municipios de todo el país, incluida la capital nacional, Beijing, y otras grandes ciudades como Shanghái y Shenzhen.
Puede que los casos sigan siendo miles, pero hasta el martes 37 millones de personas se encontraban en confinamiento.
Esto es lo que sabemos sobre el brote en China.
¿Cómo empezó esta ola?
Los casos comenzaron a aumentar a principios de mes en algunas provincias del país, como Shandong, en el este; Guangdong, en el sur; y Jilin, en el noreste.
Para el 6 de marzo, los expertos advertían que la situación era “grave” en algunos lugares, pero expresaban su confianza en que “China todavía tiene la capacidad de controlarla”, informó entonces el tabloide estatal Global Times.
La provincia de Jilin, que comparte frontera con Corea del Norte, no tardó en convertirse en un importante foco de infección con un grupo de universidades que provocó la indignación pública en internet después de que los estudiantes en cuarentena se quejaran de las malas condiciones de aislamiento en el campus.
Más de 4.000 de los contagios declarados el martes se registraron en Jilin. Casi la mitad de los contagios totales de este brote proceden de esa provincia, y los casos no han alcanzado aún su punto máximo, según advirtieron las autoridades el martes.
Las autoridades y los medios de comunicación estatales dicen que aún no está claro cómo empezaron los primeros brotes.
Sin embargo, varios factores, como los casos importados del extranjero y la prevalencia de la variante ómicron, han agravado la gravedad del brote en todo el país, según Global Times, citando a Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China.
¿Qué variante se está propagando?
La variante ómicron ha impulsado este aumento. Una de las razones por las que los casos se han extendido tan rápidamente y son más difíciles de rastrear es que los síntomas causados por esa variante son más leves y el tiempo de incubación más corto, según los medios de comunicación estatales.
Esta variante altamente infecciosa sustituyó a la delta como cepa dominante en el país, y representa alrededor del 80% de los casos recientes, según declaró Wu al Global Times.
Añadió que los expertos están observando tanto la BA.1 –la ómicron original– como la BA.2, una subvariante que se detectó por primera vez en enero y que recibió el apodo de “variante sigilosa” porque a primera vista en las pruebas de laboratorio puede parecerse a otras variantes de coronavirus.
La BA.2 es un 30% más transmisible que la BA.1, según los primeros estudios realizados en el Reino Unido y Dinamarca. Actualmente es la causa de uno de cada cinco casos de covid-19 en todo el mundo, con casos detectados en docenas de países, incluido Estados Unidos, según la Organización Mundial de la Salud. La BA.2 se detectó en el brote de Jilin, según el canal de noticias estatal CCTV.
Todavía no está claro si causa una enfermedad más grave, pero algunos estudios sugieren que no es probable que genere un mayor número de hospitalizaciones y muertes, en parte porque surgió tan pronto después de la ola original de la variante ómicron, por lo que muchas personas tienen anticuerpos protectores, ya sea por una infección reciente o por vacunas de refuerzo.
¿Qué cierres y restricciones hay?
Cinco ciudades, en las que viven más de 37 millones de personas, están sometidas a distintos niveles de confinamiento.
Los residentes de Changchun, la ciudad de Jilin, Shenzhen y Dongguan tienen prohibido salir de sus barrios, excepto los trabajadores esenciales y los servicios de emergencia. Cada hogar solo puede enviar a una persona a comprar alimentos cada dos o tres días.
La quinta ciudad, Langfang, fue un paso más allá al prohibir a todos los residentes salir de sus casas excepto por razones de emergencia.
Varias de estas ciudades suspendieron el transporte público y los comedores interiores, cerraron las escuelas y están llevando a cabo múltiples rondas de pruebas masivas de covid para todos los residentes. La ciudad de Jilin inició su novena ronda de pruebas el martes, con fotos que muestran a los residentes haciendo fila afuera en la nieve, bien abrigados.
La provincia de Jilin también ha implementado restricciones de viaje, prohibiendo a los residentes salir de la provincia o viajar entre ciudades dentro de la provincia.
Pero estos cierres también suponen un enorme desafío logístico para el Gobierno, ya que la CCTV informó que la provincia solo tiene existencias de suministros médicos para unos pocos días.
Las autoridades se apresuran ahora a aumentar la capacidad de atención sanitaria en las zonas más afectadas: por ejemplo, construyendo centros de tratamiento temporales en Changchun y la ciudad de Jilin, y desplegando miles de soldados para ayudar a las labores de control de covid, según Global Times.
¿Cumplirá China con el covid cero?
A medida que las variantes cada vez más infecciosas –delta y luego ómicron– se extendieron en 2021, muchos países abandonaron el estricto enfoque de covid cero para convivir con el virus.
China y sus territorios, incluido Hong Kong, que también está sufriendo una grave ola, son los que más se resisten.
Aunque algunos dirigentes y científicos chinos han insinuado que China podría acabar abandonando la estrategia, es probable que eso no ocurra pronto, si la retórica actual sobre la reducción de los casos a cero es un indicio.
Han Jun, gobernador de la provincia de Jilin, se comprometió el lunes a poner fin a todas las transmisiones comunitarias en el plazo de una semana, lo que provocó burlas en las redes sociales chinas, donde muchos lo calificaron de promesa vacía. Otros le instaron a abordar primero cuestiones más urgentes, como la escasez de alimentos y otros suministros esenciales.
“Solo hay que pensar en lo que sufrió la gente cuando Xi’an se propuso la ‘transmisión comunitaria cero’”, decía un comentario en la plataforma Weibo, similar a Twitter.
La ciudad de Xi’an estuvo en confinamiento durante más de un mes, de diciembre a enero, y algunos residentes se quejaron de que no podían recibir alimentos, suministros básicos como compresas menstruales e incluso atención médica de urgencia, lo que dio una imagen de disfunción del Gobierno local y provocó la protesta de la población en todo el país.
“Es mejor estar totalmente preparados y luego gradualmente [eliminar la transmisión del covid]”, decía el comentario de Weibo. “Si nos precipitamos, la gente sufrirá”.