Przemysl, Polonia (CNN) –– Hay una sola línea de tren que circula entre Ucrania y la ciudad fronteriza de Przemysl, en Polonia. Los vagones que van y vienen están pintados de un azul y un amarillo desteñidos, los colores nacionales del país sitiado.

Las escenas en la plataforma 5 fueron diferentes esta semana. Miles de refugiados siguen llegando en los trenes provenientes de Ucrania. En su mayoría son mujeres y niños que buscan ponerse a salvo de la guerra mientras las fuerzas rusas intensifican sus ataques.

Pero, las personas que esperaban el viaje de regreso a través de la frontera ya no eran casi todos hombres. Esta línea estaba quizás llena hasta la mitad de mujeres que esperaban para volver a la zona de guerra.

Mariia Halligan le dijo a CNN que se dirige a Kyiv, su ciudad natal, a estar al lado de su familia y de su esposo canadiense para luchar, en sus palabras, contra los “terroristas rusos”.

“Si tengo que hacer esto, lo haré por mi país, por mis parientes, por mis amigos”, dijo. Y agregó que no había espacio para ponerse nerviosa.

Mariia Halligan sostiene un corazón de papel que hicieron para ella niños polacos, mientras se prepara para regresar a Ucrania.

“No soy [un] hombre, no puedo matar. Soy mujer y mi trabajo [es] mantener el equilibrio y ayudar, ser amable. Y preocuparme por los parientes, la familia, los amigos y toda Ucrania. Pero ahora siento que todos los ucranianos [son] mis parientes. Y espero que la sociedad mundial ayude a los ucranianos, a todos los ucranianos, porque son mi familia”, señaló.

Halligan se aferraba a un corazón de papel con los colores azul y amarillo de la bandera de Ucrania, que hicieron para ella niños polacos que esperaban que fuera un talismán de buena suerte.

Cada mujer que esperaba el tren en este día frío y nublado tenía sus propias razones para volver a su país en guerra. Pero había algo que parecía conectarlas a casi todas. Ven su regreso a Ucrania, a un país en guerra, como un acto de resistencia simbólica contra los agresores rusos.

Sus rostros se mostraban decididos, y la fila era más silenciosa que el ajetreo emocional de las personas que huían a Polonia.

Tatiyana Veremychenko dijo que las mujeres ucranianas tienen la fuerza, la voluntad y el corazón para ayudar a su país.

Cerca del frente estaba Tatiyana Veremychenko. La mujer, de 40 años, había llegado a Polonia tres días antes para llevar a sus dos hijas adultas a un lugar seguro de la guerra. Dijo que ahora regresa al este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia.

Veremychenko relató que sentía un vacío al estar lejos de Ucrania. Sentarse en Polonia parecía demasiado pacífico y sereno. Ella quería volver para estar con su esposo, a quien pronto se le puede pedir que se una al Ejército.

“Es mi tierra natal. Y creo que probablemente pueda ser más útil si voy allí que si me quedo aquí”, dijo. “Ucrania es igual de importante para los hombres y para las mujeres… Tenemos la fuerza, la voluntad y el corazón. Y las mujeres también los tienen”.

Irina Orel dijo que solo quería estar con su familia.

Irina Odel explicó que trajo a sus nietos a Polonia, pero sintió la necesidad de volver con el resto de su familia en la ciudad portuaria de Odesa.

“Estoy ansiosa, pero el sentimiento se ha vuelto aburrido con el tiempo. Solo quiero estar al lado de mi familia”.

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01:39 - Fuente: CNN

Hacia el final de la fila estaba Nelya, abrazando a un perrito blanco, su hija Yulia y su nieta Sophia.

Nelya sabe que su hija preferiría que todos estuvieran seguros y juntos. Pero con su propio padre negándose a dejar Ucrania porque es su hogar, ella se siente llamada a regresar junto a él.

“No puedo abandonarlo”, dijo simplemente.

Y eso es lo que une a las mujeres que se dirigen a la plataforma 5, rumbo a la guerra: ya sea que vayan a ayudar a su familia o a su país, han elegido no abandonarlos.