(CNN) ––Desde que Rusia cerró a finales de febrero su espacio aéreo para las aerolíneas de decenas de países ––como respuesta a las sanciones por su invasión de Ucrania–– cerca de 400 vuelos que anteriormente pasaban en ruta por el país ahora deben a hacer desvíos y tomar un camino más largo, según Flightradar24.
En lugar de cruzar el espacio aéreo ruso, algunos vuelos de Europa a Asia están pasando al sur del país o, en algunos casos, toman una ruta dolorosamente larga sobre el Ártico. Y Rusia es enorme: es el país más grande del planeta. Más grande que el continente de la Antártida.
Estas nuevas rutas implican más tiempo de vuelo para los pasajeros y la tripulación, más distancia en los trayectos y, por lo tanto, más combustible quemado. Lo que a su vez significa que se producen más emisiones que contribuyen al calentamiento del planeta.
El impacto de los vuelos más largos
Por ejemplo, el vuelo JL43 de Japan Airlines, que va de Tokio a Londres, utiliza un avión Boeing 777-300ER, el cual quema aproximadamente 2.300 galones de combustible por hora. Ahora ese vuelo, que debe desviarse y se dirige hacia el este sobre el Pacífico Norte, Alaska, Canadá y Groenlandia, sumó 2,4 horas a su tiempo de trayecto y probablemente quemó alrededor de 5.600 galones más de combustible. Lo que representa un aumento del 20%.
Eso significa que el vuelo JL43 podría estar emitiendo 54.000 kilogramos adicionales, o 60 toneladas, de dióxido de carbono que calienta el planeta a la atmósfera, según los cálculos que hizo Paul Williams, científico atmosférico de la Universidad de Reading, para CNN. Esa es la misma cantidad de dióxido de carbono de un automóvil promedio que recorre 220.480 kilómetros, o casi seis veces alrededor del planeta.
Williams dijo que la tasa exacta de consumo de combustible depende del peso de la aeronave, la altitud y la velocidad aerodinámica. Y explicó que algunas de esas variables son desconocidas. Estos cálculos tampoco tienen en cuenta el efecto de calentamiento de otras emisiones de gases de efecto invernadero o los trenes de condensación de los vuelos.
“Naturalmente, muchas personas cuando piensan en la aviación y el clima se enfocan en el CO2 emitido”, le dijo Williams a CNN. “Pero, en realidad, es mucho peor que eso. El CO2 de hecho es solo la punta del iceberg. El tiempo de vuelo adicional genera mucho más calentamiento que los kilómetros que les di porque solo tienen en cuenta el CO2, no los otros efectos no relacionados con los efectos del CO2”.
Dan Rutherford, director de los programas marítimos y de aviación del Consejo Internacional de Transporte Limpio, le dijo a CNN que los cálculos de Williams “parecen razonables”.
“En todo caso, está subestimando el impacto probable porque, en el margen, los vuelos de larga distancia son aún más intensos en combustible con la distancia adicional debido a que ‘queman combustible para transportar combustible’, en la jerga de la industria”, dijo Rutherford.
En otras palabras, es un círculo vicioso que consume mucho combustible: se necesita más combustible para llevar el peso de más combustible.
Desvío de vuelos por Rusia y calentamiento global
Según Flightradar24, el servicio de seguimiento de aeronaves, hay un número limitado de vuelos, en su mayoría vuelos de Finnair, que toman la ruta polar alrededor de Rusia. Otros optan por un camino del sur.
El vuelo LH716 de Lufthansa, que va de Frankfurt a Tokio, por ejemplo, ha agregado casi una hora a su tiempo de vuelo. El avión Airbus A340 generalmente quema alrededor de 2.000 galones de combustible por hora. Lo que podría significar que el tiempo de vuelo adicional quema otros 1.428 galones de combustible.
Eso son 13.710 kilogramos adicionales de emisiones que calientan el planeta. La misma cantidad emitida por un automóvil promedio que conduce 5.471 kilómetros, o casi el doble de la vuelta al mundo.
Rutherford calculó que si el espacio aéreo ruso permanece cerrado por mucho más tiempo, el inventario global de carbono de la aviación puede aumentar hasta en un 1%.
Esa cifra parece muy baja. Pero, los viajes aéreos contribuyen significativamente a la crisis climática y representaron más del 2% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono en 2018, según el Environmental and Energy Study Institute. El centro señala que si la industria de la aviación tuviera su propio país, ocuparía el puesto número 6 en emisiones de carbono.
“[Sin embargo], considero que es un impacto marginal que los gobiernos no deberían considerar al establecer políticas con respecto a la invasión de Ucrania”, señaló Rutherford a CNN. “Es un pequeño precio a pagar para defender la democracia global y el estado de derecho internacional, en mi opinión personal”.
Los viajes aéreos pueden representar una gran parte de la huella de carbono de una persona. Por ejemplo, un vuelo intercontinental de ida entre Hong Kong y San Francisco emite más dióxido de carbono que las actividades de un británico promedio, o las de 10 personas que viven en Ghana, en el transcurso de un año, según un análisis de 2020 publicado en la revista Nature. “Vuela menos” es a menudo la primera línea de asesoramiento de expertos para las personas que buscan reducir su impacto climático.
Aunque la industria de la aviación lucha por dejar el carbono de lado, Williams indicó que espera que las emisiones de la aviación solo aumenten con el tiempo.
“La aviación está teniendo más dificultades para descarbonizarse que el resto de la economía”, dijo. “Debido a que el avión necesita tanta energía para generar el empuje, es realmente problemático alejarse de los combustibles fósiles. Por lo tanto, la aviación es una pequeña parte del rompecabezas actualmente. Pero, en las próximas décadas crecerá como una fracción de las emisiones globales”.
Pero en este momento, las emisiones adicionales son inevitables, dijo Williams. No hay más opciones para los vuelos que tomar el camino largo alrededor de Rusia.
Dependencia de combustibles fósiles
Las aerolíneas pueden invertir en aeronaves nuevas y más eficientes y cambiar a combustibles de aviación sostenibles, dijo Rutherford. Pero esas son soluciones a largo plazo. Las estrategias a corto plazo son limitadas.
“El uso adicional de combustible y las emisiones, y también el costo adicional del combustible debido a los precios más altos del petróleo en general, son básicamente ineludibles para las aerolíneas”, dijo Rutherford. “Además de pagar más, pueden reducir la carga útil (pasajeros o transporte) a costa de algunos ingresos, o pueden cancelar el vuelo”.
En febrero, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que los “acontecimientos actuales” demostraba que el mundo dependía demasiado de los combustibles fósiles, calificándolos de “un callejón sin salida”.
Un informe climático reciente de la ONU señaló que, a menos que el calentamiento de la Tierra se reduzca drásticamente, miles de millones de personas y otras especies ya no podrán adaptarse a los cambios irreversibles provocados por las emisiones de combustibles fósiles.
Rutherford dijo que espera “un interés renovado en el desarrollo de combustibles alternativos en el transporte marítimo y la aviación, para distanciar a esas industrias de las exportaciones energéticas rusas”.
“Esta guerra en especial está provocando un amplio replanteamiento acerca de abandonar los combustibles fósiles”, dijo.