Lviv, Ucrania (CNN) – El Ejército de Rusia dice que ha pasado a una nueva fase de su llamada “operación militar especial” en Ucrania, afirmando que está cambiando su enfoque a la región de Donbás en el este de Ucrania.
¿Es esta reagrupación de fuerzas una maniobra, que permite a las maltrechas fuerzas rusas reagruparse tras sufrir graves pérdidas a manos de los defensores ucranianos, o una simple medida para guardar las apariencias? ¿Está Rusia moviendo realmente tropas y equipos para concentrarse en el este de Ucrania, donde Moscú ha reconocido dos repúblicas separatistas?
Sobre el papel, parece que sí. El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el general de división Igor Konashenkov, dijo que se estaba llevando a cabo un “reagrupamiento planificado de las tropas” en torno a Kyiv y Chernihiv, un día después de que los negociadores rusos dijeran que las fuerzas de Moscú darían pasos hacia la desescalada en torno a esas dos ciudades. El general dijo que las fuerzas rusas se estaban reagrupando para “intensificar las operaciones en las zonas prioritarias y, sobre todo, para completar la operación para la liberación completa del Donbás”.
Los funcionarios estadounidenses y los analistas militares se han mostrado escépticos, con debida razón, respecto a las afirmaciones de Rusia sobre la desescalada, y algunos observadores han sugerido que los objetivos militares cambiantes de Rusia pretenden ocultar retrocesos masivos en el campo de batalla. Pero hay pruebas de que la actividad militar rusa está aumentando en el este: las autoridades de Ucrania informaron este jueves un intenso bombardeo de varias ciudades ucranianas, especialmente en las regiones de Luhansk y Donetsk del Donbás y en los alrededores de la ciudad de Járkiv, al noreste de Ucrania.
Intensificación de los ataques en el este de Ucrania
En un comunicado en Telegram, Oleh Synyehubov, el jefe de la administración militar de la región de Járkiv, dijo: “En el último día, las tropas rusas han atacado 47 veces con artillería, morteros, tanques y ataques en las zonas de Piatihatky, Oleksiyivka y la zona residencial del distrito de la Planta de Traсtor de Járkiv. Se registraron unos 380 bombardeos de Grad y Smerch [artillería de cohetes]. En Saltivka, el enemigo dañó el gasoducto, hubo un gran incendio y los socorristas han trabajado para localizarlo”.
Synyehubov dijo que las fuerzas rusas habían infligido un intenso ataque en Derhachi, al noroeste de la ciudad de Járkiv, terminando con la vida de una persona e hiriendo a otras tres, y destruyendo un edificio del ayuntamiento.
“El punto más feroz [en la región de Járkiv] sigue siendo Izium, donde continúan los combates y los constantes bombardeos”, dijo. “Estamos trabajando todos los días para abrir corredores ‘verdes’ [humanitarios]. Pero hasta ahora Rusia no nos da esa oportunidad”.
Los gobernadores militares de Ucrania de las regiones de Luhansk y Donetsk también informaron fuertes bombardeos este jueves en medio de un aparente cambio del Ejército de Rusia para redirigir los esfuerzos militares a la región del Donbás.
“Sentimos claramente que está comenzando la transferencia de tecnología [militar] hacia nuestra dirección”, dijo Serhiy Haidai, jefe de la administración militar de la región de Luhansk, en declaraciones televisadas. “Y a medida que se van entregando los equipos y el personal, nuestros enemigos no hacen más que disparar con mayor densidad y potencia. Aquí ya hay de todo: aviones, artillería, armas de gran calibre, morteros… todos los asentamientos están siendo bombardeados”.
Pavlo Kyrylenko, jefe de la administración militar de la región de Donetsk, dijo en Telegram que las fuerzas rusas continuaron los bombardeos durante la noche en la parte central de la región.
“En Maryinka, Krasnohorivka y Novomykhailivka, el enemigo volvió a utilizar proyectiles de fósforo blanco”, dijo, refiriéndose a municiones prohibidas o circunscritas por el derecho internacional en zonas pobladas. “Once civiles heridos de la comunidad de Maryinka, entre ellos 4 niños, fueron trasladados al hospital de la ciudad de Kurakhiv”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Rusia nunca viola las convenciones internacionales cuando se le pidió que comentara sobre el reclamo del presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky, sobre el supuesto uso de bombas de fósforo por parte de las fuerzas rusas, según informaron los medios de comunicación rusos.
Dudas sobre la moral de las tropas rusas
El Estado Mayor de Ucrania afirmó este jueves en un comunicado que las fuerzas rusas podrían estar reagrupándose en el territorio de Belarús, que ha sido una escala para la invasión rusa de Ucrania.
El comunicado dice que se ha observado el movimiento de equipos militares rusos en Belarús, “probablemente para reagrupar unidades, así como para crear una reserva para reponer las pérdidas de personal, armas y equipos de los grupos que operan en Ucrania”.
Los análisis externos sugieren que las tropas rusas han sufrido graves pérdidas de equipo y grandes bajas. El Ejército de Rusia declaró hace casi una semana que 1.351 militares habían muerto en Ucrania y 3.825 habían resultado heridos, cifras de bajas que, según Estados Unidos, Ucrania y la OTAN, son una representación bastante baja de las pérdidas reales de tropas.
Jeremy Fleming, Director del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ, por sus siglas en inglés), agencia de espionaje del Reino Unido que habló durante un viaje a Canberra, Australia, sugirió que la moral de las tropas rusas estaba decayendo y que el presidente de Rusia Vladimir Putin, que vive en una burbuja de información además de en un aislamiento físico, podría no ser consciente de la magnitud del problema para sus militares.
“Hemos visto a los soldados rusos, faltos de armas y de moral, negarse a cumplir órdenes, sabotear su propio equipo e incluso derribar accidentalmente sus propios aviones. Y aunque creemos que los asesores de Putin tienen miedo de decirle la verdad, lo que está ocurriendo y el alcance de estos errores deben quedar muy claros para el régimen”.
El jueves, Putin firmó un decreto para reclutar a 134.500 rusos para reemplazar a los reclutas que salen del servicio.
El Ejército de Rusia tiene un sistema de personal mixto que cuenta con reclutas y miembros de servicio contratados, y el país tiene una llamada a filas dos veces al año.
Putin afirmó en un principio que los reclutas no participarían en la guerra, pero el Ministerio de Defensa del país reconoció posteriormente que los reclutas estaban luchando en Ucrania, y las fuerzas ucranianas afirman haber hecho prisioneros a un número considerable de reclutas rusos.
Una crisis humanitaria que se intensifica
La situación humanitaria sigue siendo grave en muchas ciudades ucranianas, especialmente en la asediada ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste del país.
Este jueves aumentaron las esperanzas de que los autobuses cargados de residentes de Mariúpol, que lleva semanas bajo el incesante bombardeo de las fuerzas rusas, pudieran salir a través de un llamado corredor humanitario.
Pero el convoy fue retenido en un puesto de control ruso en Vasylivka, una ciudad situada entre la ciudad ucraniana de Zaporiyia y la ciudad rusa de Berdiansk, según Iryna Vereshchuk, ministra de Reintegración de los Territorios Ocupados Temporalmente de Ucrania.
Vereshchuk dijo que en la ciudad permanecen unas 100.000 personas que requieren una evacuación inmediata, de una población anterior a la guerra de más de 400.000.
“Es decir, otras 100.000 mujeres, niños, ancianos y discapacitados que necesitan nuestra ayuda y la del mundo”, dijo.
Las autoridades de Ucrania afirman que alrededor del 90% de los edificios de la ciudad han quedado dañados o inhabitables tras semanas de bombardeos.