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Análisis

ANÁLISIS | Las conversaciones entre Rusia y Ucrania ofrecen una vía para una tregua, pero pasa a través de un campo minado

Por Tim Lister

(CNN) -- Cuando los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y Ucrania se reunieron en Turquía hace apenas 19 días, la atmósfera era tóxica y ninguna de las dos partes logró ir más allá de reiterar de sus posturas existentes.

Este martes, en una reunión en Estambul entre los equipos de Rusia y Ucrania, la atmósfera era bastante más positiva y los esbozos, si bien débiles, de un fin para esta guerra terriblemente destructiva comenzaron a ser visibles.

La parte ucraniana aceptó dejar de lado el estatus de Crimea, anexada por Rusia en 2014.

Mykhailo Podolyak, un asesor de Zelensky, afirmó sobre el futuro de Crimea, cuya anexión no ha sido aceptada ni por Ucrania, ni por Occidente: "Se acordó de manera bilateral hacer una pausa por 15 años y llevar a cabo negociaciones bilaterales sobre el estatus de estos territorios".

"Acordamos además que durante los 15, mientras se llevan a cabo las negociaciones bilaterales, no habrá hostilidad militar", dijo a los reporteros.

Esto retira uno de los puntos más conflictivos de la mesa de negociación, por ahora.

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Ambas partes parecieron estar en un ánimo constructivo. Podolyak dijo que los negociadores rusos han "tomado el tratado que esboza formas de acabar con la guerra y trabajarán en sus contrapropuestas".

La agencia de noticias rusa TASS citó al líder de la delegación rusa, Vladimir Medinsky, diciendo que las conversaciones fueron constructivas. También afirmó que "Rusia está tomando dos medidas hacia la desescalada en Ucrania".

La medida más inmediata es la declaración de una reducción de las hostilidades en Chernihiv y hacia la capital de Ucrania, Kyiv, se reducirán drásticamente. Chernihiv, en el norte de Ucrania, ha estado rodeada por las fuerzas rusas y ha sufrido una destrucción devastadora en las últimas tres semanas.

Igual de significativo es que Medinsky afirmó que las propuestas actuales de Ucrania están formuladas de manera que pueden "ser presentadas al presidente. Y daremos una respuesta apropiada".

"Siempre que se trabaje rápidamente en el acuerdo y se encuentre un compromiso, la oportunidad de concluir la paz estará más cerca", dijo Medinsky, la valoración más optimista de un funcionario ruso desde la primera ronda de conversaciones a finales de febrero.

Los funcionarios rusos han restado importancia anteriormente a cualquier implicación en el proceso de Putin, diciendo que había que negociar más antes de que el líder ruso se sentara personalmente a mantener conversaciones directas.

Ahora, la agencia estatal de noticias rusa RIA Novosti, citando a la delegación rusa, habló de la posibilidad de una reunión entre Putin y Zelensky al tiempo que se produzca la firma del tratado de paz por parte de los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países.

El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía Mevlüt Cavusoglu, que ejerció de intermediario en las conversaciones, esbozó una posible hoja de ruta, con la "máxima prioridad de lograr un alto al fuego lo antes posible para allanar el camino hacia una solución política permanente".

Las cuestiones "más complicadas" pasarían a manos de los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y Ucrania para "hacer los últimos ajustes al enfoque común". Y luego se incluiría en la agenda una reunión entre Putin y Zelensky, dijo en declaraciones a los periodistas tras las conversaciones.

Surge un esbozo del plan

Para Ucrania, las garantías de seguridad siempre han sido una parte fundamental de cualquier solución al conflicto. Poco a poco, el presidente Zelensky y otros funcionarios de Ucrania se han ido alejando de la insistencia pasada de Ucrania en que tiene el derecho, incluso la obligación, de solicitar el ingreso en la OTAN, tal y como está consagrado en la constitución ucraniana.

Ahora está surgiendo una formulación muy diferente.

Uno de los miembros del equipo de negociadores de Ucrania, Davyd Arakhamia, declaró tras la reunión a la televisión ucraniana: "Insistimos en que sea un tratado internacional, con la firma de todos los garantes de la seguridad, que será ratificado".

Ese tratado tendría que ser ratificado por los parlamentos de los países garantes, según los funcionarios, que evidentemente están incorporando el mayor número posible de seguros al mecanismo. Los ucranianos también quieren que los garantes sean los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, incluida Rusia.

Las garantías serían muy específicas, dijo Arakhamia. En caso de agresión o de una operación militar dirigida a Ucrania, "las consultas deben tener lugar en tres días".

"Después, los países garantes están obligados a ayudarnos. Y la ayuda militar, y las fuerzas armadas, y las armas, y el cielo cerrado, todo lo que necesitamos tanto ahora, y no podemos conseguirlo".

Los ucranianos se plantean ahora lo que podría llamarse neutralidad protegida y permanente.

Otro miembro de la delegación ucraniana, Oleksandr Chalyi, lo expresó así: "Hacer todo lo posible para restaurar la seguridad de Ucrania es un requisito clave. Si conseguimos consolidar estas disposiciones clave, que es el requisito más fundamental para nosotros, Ucrania estará de hecho en condiciones de fijar su actual estatus de Estado no alineado y no nuclear en forma de neutralidad permanente".

De manera significativa, Chalyi continuó: "[No] desplegaremos bases militares extranjeras o contingentes militares en nuestro territorio, y no entraremos en alianzas político-militares. El entrenamiento militar en nuestro país se realizará con el consentimiento de nuestros países garantes".

Ese es y siempre ha sido el núcleo de las exigencias de Putin, expresadas en largos discursos antes de anunciar el inicio de lo que Putin llamó una "operación militar especial".

Cambiar la OTAN por la Unión Europea

Cada vez está más claro que, a cambio de renunciar a la ambición de pertenecer a la OTAN, Ucrania espera una vía rápida para ingresar en la Unión Europea, para lo que quiere contar con la ayuda de los países garantes.

Es probable que la perspectiva de pertenecer a la Unión Europea, que goza de gran popularidad entre los ucranianos, ayude a que se apruebe un acuerdo global en el referéndum nacional que el gobierno ucraniano ha prometido para aprobar la neutralidad con garantías de seguridad.

Por supuesto, aún queda mucho camino por recorrer. Se han establecido los principios, pero los detalles, la secuencia y el lenguaje pueden ser un campo minado, dijo Podolyak: "Sin duda, este tratado sobre garantías de seguridad solo podrá firmarse tras un alto al fuego y la retirada completa de las tropas rusas a sus posiciones del 23 de febrero de 2022".

Aunque los rusos han acordado reducir las operaciones de sus fuerzas al norte de Kyiv, aún quedan muchos combates en curso: en el este, el noreste y el sur.

Incluso antes de abandonar el lugar de las negociaciones, Medinsky advirtió que la "desescalada gradual" en dirección a Kyiv y Chernihiv "no significa un alto al fuego". Pero dijo: "Entendemos que hay gente en Kyiv que necesita tomar decisiones, así que no queremos exponer esta ciudad a un riesgo adicional". Así pues, el reloj sigue corriendo.

Si las conversaciones se tambalean o fracasan, las fuerzas rusas que se despliegan desde el norte de Kyiv podrían reforzar a las que intentan avanzar en el este y el sur.

De hecho, este mismo fin de semana el jefe de la inteligencia militar de Ucrania advirtió que Putin podría estar intentando dividir Ucrania en dos, como Corea del Norte y Corea del Sur.

“Hay razones para creer que está considerando un escenario ‘coreano’ para Ucrania. Es decir, [las fuerzas rusas] tratarán de imponer una línea divisoria entre las regiones ocupadas y no ocupadas de nuestro país. De hecho, es un intento de crear una Corea del Norte y una Corea del Sur en Ucrania", dijo Kyrylo Budanov el domingo.

No solo queda mucho que negociar, a falta de un alto el fuego total. En el lado ucraniano no hay mucha confianza en las intenciones del Kremlin. Y como no se cansan de decir, en última instancia, lo que suceda depende de un hombre y solo de un hombre: Vladimir Putin.