(CNN) – Rusia estaba furiosa sobre las violaciones y contravenciones flagrantes de los protocolos y normas. Pero el embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasily Nebenzya, no se enfocó en las atrocidades enfermizas de las que se acusa a las tropas de Rusia en Ucrania. En cambio, estaba enfurecido por las supuestas infracciones al protocolo de concertación de reuniones.
Este extraño circo al inicio de una sesión abrasadora del Consejo de Seguridad del martes simplemente corroboró el punto del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky: ¿Cuál es el punto de la ONU si no puede actuar ante los crímenes contra la humanidad y castigar a los agresores?
La crisis en Ucrania no es la única ocasión en que la impotencia de las Naciones Unidas, instalada en sus instituciones por el poder de veto de sus cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y su necesidad de buscar a menudo el consenso en las cuestiones más controvertidas, ha fallado en actuar para prevenir actos atroces.
Pero el violento ataque en Ucrania está poniendo de manifiesto realmente los límites de esta institución nacida tras la Segunda Guerra Mundial. Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, puede vetar efectivamente las investigaciones de sus presuntos crímenes.
Zelensky propuso una conferencia para discutir la reforma de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad, una idea sometida frecuentemente a debate que nunca lleva a nada. Él argumentó que no tenía sentido un Consejo de Seguridad si no podía promover la seguridad de los Estados miembros de la ONU. También hizo un llamado a un juicio al estilo de Nuremberg para llevar a los criminales de guerra rusos ante la justicia.
“Por favor, muestren cómo podemos reformar o cambiar y trabajar por la paz”, dijo Zelensky a los miembros del Consejo de Seguridad en su último e impactante discurso en video.
“Si no hay alternativa ni opción, entonces la siguiente opción sería disolverse por completo. Y sé que pueden admitirlo si no hay nada que puedan hacer además de conversar”.
Algunos legisladores estadounidenses han pedido que se expulse a Rusia del Consejo de Seguridad. Sin embargo, incluso si la Asamblea General de la ONU emitiera el voto necesario de dos tercios para hacerlo, Moscú podría utilizar su veto para bloquear su propia expulsión. E incluso si no lo hiciera, China probablemente respaldaría a Moscú.
Los críticos de Estados Unidos y Occidente se quejan a menudo de que también manipulan el Consejo de Seguridad para sus propios fines.
En 2003, por ejemplo, el gobierno de Bush intentó, sin éxito, obtener una segunda resolución del Consejo para autorizar una acción militar en Iraq, alimentando las afirmaciones de los opositores de que la guerra subsiguiente fue ilegal.
En el pasado, el Consejo de Seguridad ha creado tribunales internacionales e investigaciones sobre crímenes de guerra en lugares como Rwanda y la antigua Yugoslavia. Pero no hay ninguna posibilidad de que Moscú vote para someterse a un juicio, lo que significa que si el presidente de Rusia Vladimir Putin y sus generales se enfrentan a la justicia, no será a través de la ONU.
Los aplausos que resonaron en la sala del Consejo de Seguridad por el discurso de Zelensky debieron sonar bastante vacíos desde Kyiv.