(CNN) – Millones de personas en el confinado centro financiero de China, Shanghái, han buscado desesperadamente atención médica y suministros básicos como alimentos. Los padres han sido separados a la fuerza de los niños pequeños con covid-19. Y la ira de la población va en aumento, sin un final a la vista mientras China toma medidas drásticas.
Desde marzo, China lucha contra la mayor ola de covid hasta la fecha, siendo Shanghái el mayor foco de infección. Todos los 25 millones de residentes están bajo confinamiento, y se han enviado trabajadores de la sanidad nacional y el ejército chino para reforzar la respuesta de la ciudad.
Este martes, el país registró más de 20.000 nuevos casos, muy por encima del punto máximo de Wuhan en 2020, al inicio de la pandemia.
Aunque esta cifra sigue siendo muy inferior a la de muchos otros países, es un incremento dramático para China, que se ha adherido a una estricta estrategia de “cero covid” que pretende acabar con todos los brotes y cadenas de transmisión mediante controles fronterizos, pruebas masivas, cuarentenas y estrictos confinamientos.
Ahora se cuestiona la sostenibilidad de esa política, ya que las nuevas variantes de covid-19, altamente infecciosas, siguen extendiéndose por la población.
Esto es lo que hay que saber sobre el último brote.
¿Qué partes de China están siendo afectadas?
A principios de marzo, los casos de covid-19 empezaron a aumentar en varias provincias del país, como Shandong en el este, Guangdong en el sur y Jilin en el noreste.
A finales de mes, el virus se había extendido a 29 de las 31 provincias chinas, según la Comisión Nacional de Salud (CNS). El 90% de los casos identificados en marzo procedían de Jilin y Shanghái, los dos mayores focos de infección.
Varias ciudades, en las que residen más de 37 millones de personas, fueron sometidas a diversos niveles de confinamiento en marzo. Muchos de esos cierres se redujeron a principios de abril, dejando a Shanghái como la excepción, mientras las autoridades luchan por controlar sus casos.
Hasta ahora, solo se han reportado oficialmente dos muertes por covid durante esta ola, ambas en Jilin en marzo.
¿Cómo es la vida bajo confinamiento?
Las medidas de Shanghái se ampliaron y prolongaron a medida que la situación se deterioraba.
A finales de marzo, el gobierno de Shanghái negó que tuviera planes para un confinamiento en toda la ciudad, e incluso dijo que los informes eran “falsos” y que alteraban el “orden social”. El 27 de marzo, el gobierno anunció que pondría en marcha un confinamiento escalonado, primero en una mitad de la ciudad y luego en la otra.
El 31 de marzo, el gobierno abandonó su enfoque escalonado e impuso un bloqueo en toda la ciudad para los 25 millones de residentes, a quienes se les prohibió salir de sus barrios excepto para someterse a las pruebas.
Las pruebas obligatorias en toda la ciudad detectaron un aumento de los casos, según las autoridades, lo que les llevó a prolongar el confinamiento hasta nuevo aviso mientras “hacen más pruebas, revisan los resultados, transfieren los casos positivos y analizan la situación general de covid”.
Para hacer cumplir estas medidas y satisfacer las demandas de toda la población aislada, se enviaron a la ciudad más de 30.000 médicos y 2.000 trabajadores militares, según los medios de comunicación estatales y el Ejército Popular de Liberación.
Pero las restricciones también provocaron un inusual aumento de la frustración pública y de las críticas al gobierno, y los residentes describieron las dificultades para acceder a suministros básicos como alimentos o medicinas.
El mes pasado creció la ira tras la muerte de una enfermera fuera de servicio en Shanghái, quien fue rechazada de una sala de urgencias de su propio hospital pues estaba cerrada para desinfección. Otro residente de Shanghái murió tras sufrir una urgencia médica en su casa antes de poder llegar al hospital.
“No nos ha matado el covid, sino las medidas de control del covid”, señalaba un comentario popular en la muy censurada plataforma china de redes sociales Weibo.
También se produjo nueva indignación por la política de Shanghái que obliga a aislar a todos los pacientes positivos a covid en las instalaciones, incluso a los niños pequeños y a los bebés. Una madre dijo a CNN que había sido separada de su hija infectada de 2 años el 29 de marzo, y que no se le permitió entrar en la sala de aislamiento para quedarse con su hija hasta una semana después.
Este lunes, un centro de cuarentena de Shanghái puso en marcha una zona de cuarentena para padres e hijos. Y este miércoles, las autoridades sanitarias de Shanghái anunciaron que modificarían la política, permitiendo a los padres que den negativo en las pruebas solicitar permiso para acompañar a los niños positivos a covid con “necesidades especiales”. No especificaron qué condiciones calificarían como “necesidades especiales”.
Los padres que den positivo también pueden acompañar a sus hijos positivos a covid en las instalaciones de cuarentena.
¿Qué variante se está propagando?
Ómicron ha impulsado este aumento, con casos identificados que muestran tanto la BA.1 —la ómicron original— como otros linajes descendientes, entre ellos la BA.1.1 y la BA.2.
La BA.2, que se detectó por primera vez en enero, es ahora la principal causa de covid-19 a nivel mundial y la cepa dominante en Estados Unidos, según la Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias estadounidenses.
Desde su aparición, los recuentos internacionales de casos —que habían disminuido desde la primera semana de enero— volvieron a aumentar.
Los estudios también sugieren que la BA.2 es mucho más contagiosa, aunque los investigadores todavía están estudiando la gravedad de esta subvariante. Algunos epidemiólogos dicen que su número básico de reproducción puede ser de hasta 12, lo que significa que cada persona enferma infecta a un promedio de otras 12.
Esto la pondría al mismo nivel que el sarampión, que también se propaga por el aire. Se estima que el número básico de reproducción de la BA.1 es de aproximadamente 8.
¿Continuará China con la estrategia de cero covid?
A medida que el brote se prolonga, expertos y observadores internacionales especulan sobre si esta ola, la variante más transmisible, y la campaña de vacunación masiva de China podrían suponer el fin de la estrategia cero covid.
Hasta el viernes, cerca del 78% de los 1.400 millones de habitantes del país habían sido completamente vacunados, según el CNS.
Antes del brote, científicos y dirigentes habían insinuado que estaban reexaminando la estrategia, y un prominente epidemiólogo escribió en Weibo a principios de marzo que el cero covid “no se mantendría para siempre”.
Pero eso parece ahora un futuro lejano, ya que las autoridades chinas han dejado claro que consideran que la alternativa —que el virus se extienda por todo el país, pudiendo abrumar al sistema sanitario— es la peor opción.
Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades, declaró el viernes que China “seguirá centrándose en una política dinámica de cero covid”, según el tabloide estatal Global Times. La flexibilización de las restricciones y la apertura de las fronteras que se observa en otros países podría “causar muchos problemas, como la reducción de los recursos médicos y el aumento de las muertes”, añadió.
Y el lunes, la vice primera ministra Sun Chunlan dijo en Shanghái que la ciudad necesitaba “una actitud más decidida, acciones más contundentes y una coordinación más eficaz” para lograr el cero covid.