(CNN) – Cuando las temperaturas en la Antártida se dispararon a 38 °C por encima de lo normal en marzo, una plataforma de hielo tambaleante del tamaño de Los Ángeles colapsó. Los científicos no saben qué papel desempeñaron las temperaturas extremas en el suceso, pero el calor se precipitó a través de lo que se conoce como río atmosférico, una larga columna de humedad que transporta aire caliente y vapor de agua desde los trópicos a otras partes de la Tierra.
Un nuevo estudio publicado este jueves muestra que estos “ríos en el cielo”, que descargan lluvia y nieve cuando tocan tierra, también provocan temperaturas extremas, el derretimiento de la superficie, la desintegración del hielo marino y grandes marejadas oceánicas que desestabilizan las plataformas de hielo de la Península Antártica, una larga y estrecha cadena montañosa que apunta hacia el norte hasta la punta de Sudamérica.
Estas condiciones se observaron durante el colapso de dos plataformas de hielo de la península: Larsen A y B, en los veranos de 1995 y 2002, respectivamente. Y ahora, a medida que se prevé que la crisis climática calentará aún más la Tierra, la mayor plataforma de hielo que queda, Larsen C, también corre el riesgo de colapsar totalmente, dice el estudio.
Los autores del estudio, publicado en la revista académica Nature Communications Earth & Environment, utilizaron algoritmos, modelos climáticos y observaciones por satélite para determinar que el 60% de los episodios de desprendimiento de la península (cuando un iceberg se desprende de una plataforma de hielo o de un glaciar) fueron provocados por ríos atmosféricos entre 2000 y 2020.
Estas plataformas de hielo pueden desestabilizarse de muchas maneras. En el caso de Larsen A, B y C, hay evidencia de vientos foehn, que se refiere al aire cálido y seco que baja por una montaña después de que el aire frío y húmedo haya subido por el otro lado. Esto puede causar cambios repentinos y severos en las temperaturas, y en la Antártida, provoca el derretimiento del hielo. Esto puede tener efectos indirectos, como la fractura de las plataformas de hielo, la parte de una capa de hielo terrestre que sobresale sobre el agua del océano.
El derretimiento del hielo marino también expone las plataformas de hielo al oleaje oceánico, que puede causar una mayor desestabilización.
“Lo que nuestro estudio descubrió fue que todos estos aspectos diferentes son causados en realidad por los ríos atmosféricos, especialmente los intensos”, dijo a CNN Jonathan Wille de la Universidad Grenoble Alpes, Francia, uno de los autores principales del estudio.
“Y descubrimos que casi todos los eventos de temperatura realmente extremos que ocurren en la Península Antártica se producen con los ríos atmosféricos”.
Lo que significa para el nivel del mar
Un colapso de Larsen C supondría una mala noticia para el nivel del mar en todo el planeta.
Los casquetes de hielo se desprenden y pueden provocar un aumento del nivel del mar, pero no añaden un gran volumen, porque ya están flotando en el agua. Sin embargo, desempeñan un papel fundamental en la prevención de un aumento mucho mayor del nivel del mar.
“Los casquetes de hielo impiden que los glaciares que están en tierra firme detrás de ellos fluyan hacia el océano”, explica Wille. “Y cuando estas plataformas desaparecen, no hay nada que retenga a esos glaciares. Su velocidad aumenta y comienzan a fluir hacia el océano. Y eso contribuye directamente al aumento del nivel del mar”.
Los científicos aún no saben qué relación puede haber entre los ríos atmosféricos y el cambio climático, pero la reciente ola de calor y las condiciones en la Antártida en ese momento fueron tan extremas que los expertos empiezan a plantear la hipótesis de que la crisis podría estar desempeñando un papel. Esto solo se aclarará realmente si se repite un acontecimiento similar en el futuro.
“La cuestión es si los ríos atmosféricos se producirán con más frecuencia a medida que cambie el clima”, dijo Julienne Stroeve a CNN. Stroeve, que no participó en el estudio del jueves, es profesora de observación y modelización polar en el University College de Londres.
“Creo que es demasiado pronto para decir que lo hará”, dijo, añadiendo que diferentes análisis atmosféricos estaban dando resultados diferentes. “Sin embargo, es probable que la atmósfera desempeñe un papel cada vez más importante en la ruptura de los casquetes de hielo al debilitarlos a través del deshielo de la superficie”.
Aunque la frecuencia futura de los ríos atmosféricos puede ser una incógnita, Wille cree que, como mínimo, serán más intensos, y eso podría ser suficiente para causar una mayor desestabilización.
“Es bastante sencillo: a medida que la atmósfera se calienta, es capaz de retener más humedad, y como un río atmosférico es esencialmente el transporte de humedad, eso significa que habrá más humedad que pueda ser transportada a la Antártida”, dijo.
John Turner, meteorólogo del British Antarctic Survey que tampoco participó en el estudio, dijo que la mayor parte de la inestabilidad de un casquete de hielo se debe al deshielo basal, es decir, el deshielo que se produce desde la parte inferior, y advirtió que no se debe hacer demasiado hincapié en el papel de los ríos atmosféricos. El estudio publicado en Nature no encontró una relación entre los ríos atmosféricos y el deshielo basal.
“Hay que tener cuidado: se producen extremos por otras razones que no tienen que ver con un río [atmosférico]. A veces, simplemente se producen fuertes vientos del norte, que por lo general producen mucha nieve y altas temperaturas, lo que puede no ser clasificado como un río”, dijo a CNN.
Sin embargo, Turner está de acuerdo en que el viento que traen los ríos atmosféricos puede ser “el clavo en el ataúd de algunas de estas plataformas de hielo”.
Para poner en perspectiva lo que una pérdida de hielo en la Antártida podría significar para el mundo, Turner explicó que hay 60 metros de aumento potencial del nivel del mar si todo el hielo del continente se derritiera. La Antártida occidental, la región más amplia que rodea la península, representa un incremento de 6 metros, lo que de entrada se tragaría islas enteras y sería catastrófico para millones de personas que viven en las costas y más allá.
La mayor parte del deshielo mundial y de la subida del nivel del mar hasta ahora puede atribuirse al deshielo de la capa de hielo de Groenlandia en el Ártico.