(CNN Business) –– El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus expectativas de crecimiento para la economía mundial en los próximos dos años debido a la guerra de Rusia en Ucrania. Al punto que comparó los efectos de la invasión con un “terremoto”.
“Los efectos económicos de la guerra se están extendiendo por todas partes”, señaló la organización en su más reciente perspectiva, publicada este martes.
El FMI ahora espera que la economía mundial se expanda un 3,6% tanto en 2022 como en 2023, lo que representa una fuerte desaceleración frente al crecimiento del 6,1% en 2021. Los nuevos pronósticos reflejan disminuciones de 0,8 y 0,2 puntos porcentuales, respectivamente, con respecto al de enero.
El Banco Mundial también reajustó su pronóstico de crecimiento global esta semana. Ahora anticipa que la economía mundial se expanda un 3,2% en 2022.
La perspectiva del FMI asume que la guerra sigue reducida a Ucrania, que las sanciones adicionales contra Rusia no apuntan a su enorme sector energético y que los efectos de la pandemia continúan desvaneciéndose.
Como era de esperar, el conflicto afectará más duramente a Ucrania y Rusia. El FMI pronostica que la economía de Ucrania se contraerá un 35% solo este año, mientras que, señala, los esfuerzos de Occidente para sancionar a Rusia podrían llevar a su economía a contraerse un 8,5%.
Sin embargo, los efectos de la guerra se sentirán en casi todas partes. ¿La razón? Provocó un aumento en los precios de la energía y otras materias primas, empeorando así los problemas de la cadena de suministro y alimentando las expectativas de una inflación más persistente.
“La guerra frenará gravemente la recuperación global, ralentizando el crecimiento y aumentando todavía más la inflación”, advirtió el FMI. En ese sentido, la organización enfatizó en que la economía mundial no se había recuperado completamente de la pandemia de coronavirus cuando Rusia invadió Ucrania a finales de febrero.
Para Europa, que depende en gran medida de Rusia para satisfacer sus necesidades energéticas, ahora se espera que el crecimiento se desacelere al 2,8 % en 2022. Justamente, rebaja de 1,1 puntos porcentuales en comparación con enero.
Estados Unidos está comparativamente aislado. Sin embargo, la debilidad entre sus socios comerciales, así como los planes de la Reserva Federal para retirar rápidamente el apoyo a la economía durante la era de la pandemia y aumentar las tasas de interés, pesan sobre las perspectivas. El FMI proyecta un crecimiento de EE.UU. del 3,7 % en 2022 y del 2,3 % en 2023. Es decir, 0,3 puntos porcentuales menos que su último pronóstico.
Las nubes negras también se van acumulando sobre China. El FMI ahora espera que el país registre un crecimiento del 4,4% en 2022, muy por debajo del objetivo oficial de Beijing de alrededor del 5,5%. La segunda economía más grande del mundo ahora además sufre confinamientos para detener la propagación del covid-19, las consecuencias de la guerra en Ucrania y los problemas en su sector inmobiliario.
Aunque el informe destaca que “las perspectivas económicas mundiales han empeorado significativamente” desde el comienzo del año, no anticipa una recesión, la cual el FMI suele mencionar cuando el crecimiento cae al 2,5% o menos.
Pero la organización también observa incertidumbre “mucho más allá del rango normal” en torno a sus proyecciones, debido a la naturaleza sin precedentes del impacto. Y los riesgos de una desaceleración aún mayor, combinados con una inflación persistentemente alta, están aumentando.
Goldman Sachs calculó esta semana la probabilidad de una recesión en EE.UU. en un 15 % durante los próximos 12 meses y en un 35 % para los próximos 24 meses. El banco de inversión japonés Nomura dijo este lunes que aumentan las posibilidades de que China caiga en recesión esta primavera.
Mucho podría depender del próximo movimiento del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Si los suministros de gas natural ruso a Alemania se suspendieran repentinamente, la economía más grande de Europa perdería una sorprendente producción económica de US$ 238.000 millones en los próximos dos años, dijeron los principales pronosticadores del país.
Europa también podría ir más allá al sancionar la energía rusa. El ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, dijo este martes que se trabajaba en un embargo sobre el petróleo ruso a nivel de la Unión Europea. Y agregó que el presidente Emmanuel Macron quiere tal medida.
“La razón por la que no estamos allí todavía no es porque Francia no lo desee”, dijo Le Maire a radio Europe 1. “Es porque todavía hay ciertos socios europeos que dudan”, señaló.