(CNN) – Se espera que los votantes en estas elecciones en Francia entreguen a Emmanuel Macron cinco años más en el cargo este domingo, favoreciendo al presidente sobre la candidata de extrema derecha Marine Le Pen después de una fuerte demostración en un ardiente debate. Pero los inversores siguen en vilo.
Con las encuestas indicando que estas elecciones presidenciales son más peleadas que cuando los dos candidatos se enfrentaron en 2017, los operadores se preparan para una victoria sorpresa de Le Pen, que sacudiría la segunda economía más grande de Europa a medida que crecen los temores de una recesión en la región.
“Podría ser más grande que el brexit. Podría ser más grande que Trump, si Le Pen se impone”, dijo Michael Hewson, analista jefe de Mercado de CMC Markets.
En un estudio publicado este martes, los estrategas de Citi situaron la probabilidad de una victoria de Le Pen en el 35%. Aun así, animaron a los clientes a cubrir sus apuestas en los bonos del Estado francés, y advirtieron de que una victoria de Le Pen perjudicaría a las acciones.
“La incertidumbre proviene del riesgo de una baja participación electoral, ya que los votantes de izquierda se niegan a dar su voto a Macron, incluso a riesgo de entregarlo a Le Pen”, escribieron. “La participación de los votantes es un factor que los encuestadores encuentran particularmente difícil de pronosticar con precisión”.
La victoria de Le Pen plantearía inmediatamente cuestiones sobre los lazos políticos y económicos de Francia con la Unión Europea (UE), aunque ella ha abandonado su promesa de sacar al país del bloque. Sus objetivos políticos –como impedir que los trabajadores extranjeros vengan a Francia, lo que acabaría con la libertad de circulación en Europa– podrían seguir creando graves conflictos.
“La mayoría de las políticas [de Le Pen] no serían posibles dentro de la UE”, dijo Grégory Claeys, miembro de Bruegel, un centro de estudios en Bruselas.
Eso podría provocar un “frexit”, o la salida de Francia de la Unión Europea “por accidente”, continuó. Si Francia, bajo el mandato de Le Pen, siguiera adelante con políticas que infringieran la legislación de la UE, predijo que se produciría un éxodo de capitales a medida que los inversores sacaran dinero del país, como cuando el Reino Unido votó a favor del brexit, en 2016.
La economía en primer plano
Le Pen construyó su apoyo durante la primera ronda de votaciones, a principios de este mes, centrándose en la subida del costo de vida y rebajando su retórica contra los inmigrantes y el islam.
“Mi prioridad absoluta de los próximos cinco años es devolver a los franceses su dinero”, dijo en el debate televisado con Macron este miércoles.
La inflación francesa alcanzó el 4,5% en marzo, llevando la confianza de los consumidores a su nivel más bajo en más de un año. Los precios de la energía, que se han disparado desde la invasión rusa de Ucrania, han subido un 29% con respecto a 2021, mientras que los precios de los alimentos han aumentado casi un 3%.
A medida que la inflación se come el gasto, los economistas han advertido que la economía de Francia podría contraerse a finales de este año.
“Los salarios, especialmente los bajos, no están aumentando en la misma proporción que el aumento de los precios”, dijo Boris Plazzi, miembro del consejo de la Confédération Générale du Travail, un sindicato de trabajadores con 700.000 miembros. “Por tanto, hay una verdadera preocupación por parte de los trabajadores”.
Le Pen ha prometido restablecer entre 150 euros (US$ 163) y 200 euros (US$ 217) al mes el poder adquisitivo de los hogares, recortando los impuestos sobre el combustible, reduciendo los peajes de las carreteras y recortando las prestaciones sociales, como las viviendas subvencionadas para los extranjeros.
“Los precios de los alimentos y del combustible han dominado realmente la campaña diaria”, dijo Mujtaba Rahman, director gerente para Europa de la consultora Eurasia Group. “Esa es una de las razones por las que ha tenido tanto éxito”.
Pero Macron criticó sus planes en el debate del miércoles, señalando que tiene más sentido continuar con las políticas gubernamentales que ayudan a los más pobres, en lugar de aplicar medidas menos específicas como el recorte de los impuestos sobre el combustible.
También destacó los 1,2 millones de puestos de trabajo creados durante su presidencia, y dijo que el Gobierno mantendría un tope temporal en los precios de la electricidad y el gas, que ha ayudado a mantener la inflación más baja que en otras partes de Europa.
Sin embargo, el aumento de los precios es un riesgo para Macron en su intento de atraer a millones de votantes que siguen indecisos. Aproximadamente el 40% de la población francesa vive con menos de 1.600 euros (US$ 1.736) al mes, y muchos de ellos se abstuvieron o votaron al candidato de la izquierda dura Jean-Luc Mélenchon en la primera vuelta de las elecciones, según el periódico Le Monde.
Si gana Le Pen
El escrutinio sobre Le Pen ha aumentado desde la primera ronda, sobre todo por su pasado apoyo al presidente de Rusia, Vladimir Putin, y Macron sigue siendo el favorito. Eurasia Group cree que tiene un 80% de posibilidades de ser reelegido.
Sin embargo, si Le Pen ganara, sacudiría a los mercados financieros, que ya han estado en vilo debido a la guerra en Ucrania y a la disminución de las expectativas de crecimiento económico.
Cuando Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos, en 2016, los mercados entraron en pánico al principio. Pero los temores duraron poco, ya que los inversores decidieron que la cabeza fría se impondría y que se impediría a Trump llevar a cabo sus políticas más extremas.
Los efectos del voto del Reino Unido a favor de la salida de la Unión Europea duraron más tiempo. La libra esterlina se desplomó y aún no ha recuperado su nivel de junio de 2016.
Amundi, la gestora de activos francesa, dijo a sus clientes la semana pasada que no recomienda comprar acciones europeas en este momento debido a la guerra y a la incertidumbre económica. Las elecciones en Francia, dijo, son otra razón para mantenerse al margen.
“Los mercados parecen complacientes con una victoria de Macron, aunque la probabilidad de una victoria no favorable al mercado de Le Pen no es despreciable”, dijo Vincent Mortier, el director de Inversiones, en una nota.
Aunque Le Pen ha dado marcha atrás en su anterior propuesta de que Francia abandone la Unión Europea, sigue empeñada en reducir los lazos entre Francia y el bloque lanzando una serie de referendos. Si intenta prohibir a los trabajadores de otras partes de la Unión Europea que vengan a Francia, o toma medidas para impedir la libre circulación de mercancías, seguiría desencadenando cuestiones tensas sobre el futuro del país, y de la propia UE.
“Aunque la salida de la UE no está oficialmente en el programa, dadas las políticas que quiere poner en marcha, llevaría a una confrontación con los socios europeos”, dijo Claeys, de Bruegel.
Mucho dependerá de las elecciones legislativas de junio, que determinarán la fuerza de cualquier mandato de Le Pen.
“Una victoria de Marine Le Pen tendría que ir seguida de un buen resultado para su partido en las elecciones legislativas, de junio, si quiere aplicar la mayor parte de su programa”, dijo Jessica Hinds, economista para Europa de Capital Economics.
Si tiene que buscar una coalición de apoyo más amplia, “le cortaría las alas, al menos en política interior”, continuó Hinds. “Así que una presidencia de Le Pen podría ser menos radical de lo que muchos inversores temen”.
Con información de Joseph Ataman y Elias Lemercier.