(CNN Español) – En la guerra de Rusia en Ucrania, un nombre poderoso aparece regularmente al lado del de Vladimir Putin: Cirilo, patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, cabeza de una comunidad de decenas de millones de fieles cristianos.
Las menciones a Cirilo, que ha apoyado abiertamente la guerra, se están multiplicando: esta semana se conoció que es una de las 58 personas incluidas en el sexto paquete de sanciones de la Unión Europea al bloque, según dijeron a CNN dos fuentes, y el papa Francisco reveló que le había dicho que no se convirtiera en un “monaguillo de Putin”. ¿Quién es exactamente? Te lo explicamos.
La larga carrera de Cirilo en la Iglesia ortodoxa rusa
Cirilo, nacido en 1946 en lo que en ese momento era Leningrado (hoy San Petersburgo), fue el primer patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa elegido tras la caída de la Unión Soviética, según la Enciclopedia Britannica. Ocupa su cargo desde 2009, cuando sucedió a Aleksey II.
Para entonces su carrera dentro de la iglesia ya tenía décadas: se había graduado de la Academia Teológica de Leningrado en 1970 y, un año después, partió a Ginebra como representante de la Iglesia ortodoxa rusa en el Consejo Mundial de Iglesias.
Tras su retorno en 1974 fue rector de la academia donde se graduó y arzobispo de dos ciudades, entre otros cargos que ocupó antes de ser nombrado cabeza de la Iglesia ortodoxa rusa. Recibió una iglesia que, según la enciclopedia, “había experimentado una revitalización y un crecimiento tremendo tras el fin del ateísmo estatal oficial”.
Qué lugar ocupa Cirilo entre los cristianos ortodoxos
Tal vez has escuchado referencias a Cirilo como el “papa ruso”. Sin embargo, este término es incorrecto. Los ortodoxos no tienen una figura equivalente a la del papa. (De hecho, el Gran Cisma de 1054 en el que se separaron los cristianos católicos y ortodoxos tuvo una base teológica y la primacía del papa es un punto clave: los ortodoxos no lo consideran como líder supremo de los cristianos).
A nivel mundial la Iglesia ortodoxa está descentralizada, con 15 ramas, y las decisiones las toma un consejo de patriarcas.
Existe sí un líder del cristianismo ortodoxo y no es Cirilo. Ese título, técnicamente, le pertenece al patriarca ecuménico de Constantinopla (hoy Estambul), Bartolomé I.
Bartolomé, de hecho, ha sido crítico con Cirilo por su posición con respecto a la guerra: recientemente dijo que el ruso no debió identificarse tanto con Putin. “Es perjudicial para el prestigio de toda la Ortodoxia porque la Ortodoxia no apoya la violencia, la guerra, el terrorismo”, afirmó en una entrevista en Estambul.
Sin embargo, Cirilo, con su rebaño de millones de seguidores, es en todo caso el líder de la rama más grande, y en cierto modo la más desafiante, de la Ortodoxia.
Su visión sobre Ucrania
Cirilo ve a Ucrania como una parte integral e histórica de su iglesia rusa, dijo a CNN Georg Michels, profesor de Historia de la Universidad de California en Riverside.
La visión del cristianismo de Cirilo, al igual que la idea de Rusia de Putin, se basa en una fantasía nacionalista del otrora gran “Mundo Ruso” que solía incluir a Ucrania, explica en este informe Delia Gallagher de CNN.
De acuerdo con esa visión, el Estado y la Iglesia ortodoxa rusa se fundaron juntos alrededor del año 988 con el bautismo de Vladimir I, el gobernante de la Rus de Kiev, un territorio que incluía partes de las actuales Ucrania, Rusia y Bielorrusia. La capital, justamente, era la actual Kyiv.
“Al principio de la guerra, el patriarca Cirilo pronunció un sermón en el que destacaba la unidad de Ucrania y Rusia dada por Dios”, recordó Michels en una entrevista con UC Riverside News.
“Cirilo denunció a las ‘fuerzas del mal’ en Ucrania que quieren destruir esta unidad”, explicó Michels. Más tarde, Cirilo vinculó esas “fuerzas del mal” con los eventos del orgullo gay.
Según el patriarca, la guerra en Ucrania tiene que ver con “un rechazo fundamental de los llamados valores que ofrecen hoy en día quienes reclaman el poder mundial”, es decir, Occidente.
La “prueba” para saber de qué lado estás, dijo Cirilo, es si tu país está dispuesto a celebrar desfiles del orgullo gay.
“Para entrar en el club de esos países es necesario celebrar un desfile del orgullo gay. No para hacer una declaración política, ‘estamos con ustedes’, no para firmar ningún acuerdo, sino para celebrar un desfile gay”, dijo durante el sermón del 6 de marzo.
Un estrecho vínculo con Putin
Cirilo ha calificado la era de Putin al mando de Rusia como un “milagro de Dios”. Su vínculo con el mandatario es estrecho.
Olenka Pevny, profesora asociada de Estudios Ucranianos de la Universidad de Cambridge, explicó a CNN que en una situación en la que casi no hay casi separación entre el Estado y la iglesia, Cirilo es la “mano derecha de Putin”.
Delia Gallagher, de CNN, lo pone de la siguiente manera: se trata de “un líder cristiano en una alianza profana con un presidente, que bendicen una guerra que está desencadenando muerte y destrucción”.
En 2019, el Kremlin gastó decenas de millones en lujosas renovaciones para la residencia de Cirilo en San Petersburgo.
Cirilo y Francisco, un largo camino desde su encuentro histórico en Cuba
En 2016, el Aeropuerto Internacional de La Habana fue testigo de una reunión histórica: por primera vez se encontraban cara a cara un papa católico y un patriarca ortodoxo ruso.
Eran Francisco y Cirilo que, abrazo mediante, hicieron entonces un llamado conjunto a proteger a los cristianos perseguidos. “No somos competidores, sino hermanos”, sentenció el papa.
Ese encuentro se dio tras décadas de intentos por parte del Vaticano de reunirse con los patriarcas rusos, esfuerzos que se amplificaron luego de la caída de la Unión Soviética. Sin embargo, los ortodoxos habían acusado a los católicos de querer invadir su terreno con nuevas iglesias en Rusia y otros países que habían formado parte del bloque.
La guerra de Rusia en Ucrania, no obstante, abrió un nuevo capítulo en la relación entre los líderes religiosos.
A mediados de marzo, el Vaticano confirmó que ambos líderes religiosos habían mantenido una videoconferencia en la que Francisco le dijo que “la Iglesia no debe utilizar el lenguaje de la política, sino el lenguaje de Jesús” y que debían unirse “para detener el fuego”.
El mes siguiente, Francisco dijo que su relación con Cirilo era “muy buena” pero que se había cancelado una reunión programada para junio porque en el actual contexto “podría generar mucha confusión”.
Y apenas unos pocos días después, la retórica pública se volvió más dura. Francisco contó que durante la reunión virtual de 40 minutos por zoom con Cirilo en marzo le advirtió que no se convirtiera en “el monaguillo de Putin”.
Cirilo pierde apoyo dentro y fuera de Rusia
Su posición abiertamente proguerra le está costando.
Unos 300 sacerdotes y diáconos ortodoxos rusos, entre ellos muchos que efectivamente viven y trabajan en Rusia, firmaron una carta abierta protestando por la guerra, un acto arriesgado de desobediencia en el país liderado por Putin.
“La Iglesia no es un partido comunista que solo habla a través de su líder”, dijo el sacerdote ortodoxo ruso padre Andrey Kordochkin, decano de la Catedral de Santa María Magdalena en Madrid, y firmante de la carta.
La Iglesia ortodoxa rusa de Ámsterdam rompió lazos con la de Moscú, mientras que en Ucrania 12 diócesis ortodoxas rusas retiraron el nombre de Cirilo de las liturgias.
La Iglesia ortodoxa ucraniana ha tenido durante siglos especiales lazos históricos con la iglesia ortodoxa rusa, una relación que la diferenciaba de otras iglesias ortodoxas independientes, como las de Georgia, Chipre, Grecia, Rumanía y otras que forman parte del cristianismo ortodoxo oriental.
En 2018, tras la invasión de Crimea, parte de la Iglesia ortodoxa ucraniana ya había roto sus lazos con la Iglesia ortodoxa rusa, un acto que levantó la ira del patriarca ruso.
Con información de Delia Gallagher y Daniel Burke de CNN.