(CNN Business) – El transporte marítimo mundial estaba empezando a recuperarse del caos y los retrasos causados la pandemia, pero ahora la congestión portuaria y los retrasos han vuelto debido a los confinamientos en China y podrían durar un tiempo.
Los confinamientos por covid-19 en China han causado estragos en Shanghái, el mayor puerto de contenedores del mundo, y ahora están causando problemas en otros grandes puertos del mundo.
Algunas ciudades chinas, entre ellas Shangái, han empezado a suavizar las restricciones por covid-19 en los últimos días, pero los expertos afirman que el daño ya está hecho, y el transporte marítimo mundial sufrirá hasta bien entrado el verano. Esto podría ejercer aún más presión sobre las cadenas de suministro mundiales que ya se tambalean por la invasión rusa de Ucrania, y mantener la inflación al rojo vivo.
Retrasos en el transporte tienen su origen en China
Los datos de Project44, que hace un seguimiento de las cadenas de suministro mundiales, mostraron que los retrasos en los envíos entre China y los principales puertos estadounidenses y europeos se han cuadruplicado desde finales de marzo, cuando China cerró la ciudad de Shanghái, que tiene el puerto de contenedores más activo del mundo.
A finales de abril, los buques procedentes de China con destino a Seattle tardaban cuatro días más de lo previsto en llegar, frente a un día el mes anterior.
El tiempo que tardan los barcos en salir de China y llegar a los principales puertos del mundo aumentó de forma constante durante el año pasado, pero desde diciembre se observaron algunos indicios de alivio, ya que los tiempos de tránsito entre Shanghái y Long Beach, por ejemplo, descendieron en enero y febrero.
Desde marzo, sin embargo, se ha producido un fuerte aumento de los tiempos de tránsito en esa ruta.
Para agravar el problema, muchos camioneros han tenido dificultades para llegar a los puertos de China a recoger los contenedores debido a las restricciones de viaje y a los requisitos de las pruebas covid-19. El gigante naviero Maersk advirtió, el mes pasado en un comunicado, que los servicios de transporte por camión en Shanghái se verían “gravemente” afectados por estas restricciones.
“Con el cierre de la industria manufacturera [en Shanghái] y la imposibilidad de que los camioneros viajen con rapidez, las exportaciones se han reducido y los retrasos en los envíos han aumentado”, dijo Josh Brazil, director de Supply Chain Data Insights en Project44.
Los retrasos “continuarán en los meses de verano”, ya que las fábricas se esfuerzan por volver a la normalidad en Shanghái, añadió.
Aunque las autoridades han permitido a algunas empresas reanudar la producción, muchos trabajadores siguen atrapados en la cuarentena en casa. Las fábricas que vuelven a abrir se enfrentan a la escasez de componentes y a la dificultad para conseguir camiones que transporten las mercancías hacia o desde el puerto.
“Las ondas de los retrasos en los envíos solo están empezando a hacerse visibles y se espera que se prolonguen durante los próximos meses”, dijo Brazil.
Shanghái, el principal centro financiero y la ciudad más poblada de China, se encuentra bajo un estricto confinamiento desde finales de marzo. Más de 8 millones de residentes siguen teniendo prohibido salir de sus complejos residenciales. Las restricciones por covid-19 se han extendido a otras ciudades, incluida Beijing, la capital del país.
El puerto de Shanghái ha permanecido abierto durante el cierre, pero los datos de varias empresas de transporte marítimo muestran una creciente acumulación de barcos y contenedores.
Las empresas de la cadena de suministro de EE.UU. han expresado su preocupación por el nuevo caos que se avecina en los puertos estadounidenses, que aún se están recuperando de la grave congestión y los retrasos que sufrieron el año pasado.
Shelley Simpson, directora comercial de JB Hunt Transport Services, declaró a finales del mes pasado que, aunque se ha producido “un alivio temporal” en los puertos estadounidenses, las cosas pueden empeorar “mucho” este verano debido a lo que está ocurriendo en China.
“Solo hace falta un pequeño trastorno para que el ambiente vuelva a cambiar”, añadió.
Barcos y contenedores atascan los puertos en China
Las colas para el transporte marítimo están empeorando en China, y en otras partes del mundo.
Casi el 20% de los buques portacontenedores de todo el mundo están esperando fuera de puertos congestionados, según una encuesta publicada el pasado jueves por Windward, una empresa de datos marítimos globales con sede en Israel.
Casi una cuarta parte de esos buques sin atracar están atascados fuera de los puertos chinos. Son 412 barcos, un 58% más que en febrero, añade la encuesta.
Está claro que los confinamientos en China han provocado un cuello de botella, dijo la firma.
En toda China, al menos 27 ciudades están bajo confinamiento total o parcial, lo que podría estar afectando a hasta 185 millones de residentes en todo el país, según el último cálculo de CNN del miércoles. Beijing cerró efectivamente su mayor distrito esta semana.
El presidente Xi Jinping señaló esta semana que China continuaría con su enfoque de tolerancia cero hacia el covid-19. El jueves, Xi instó a todos los niveles del Gobierno a que “se adhieran resueltamente a la política de cero covid-19”.
China alberga siete de los diez principales puertos de contenedores del mundo, entre ellos Shanghái, Ningbo-Zhoushan, Shenzhen y Hong Kong. En Shanghái, el epicentro del actual brote de covid-19 en China, la situación sigue siendo grave.
El número de buques en espera en el puerto de Shanghái había aumentado hasta 384, el 25 de abril, un 27% más que un mes antes, según los datos más recientes de S&P Global Market Intelligence.
La presión también está aumentando en otros puertos chinos, ya que los buques tratan de encontrar puertos alternativos para atracar. Desde finales de marzo, los buques se enfrentan a crecientes retrasos fuera del puerto de Ningbo-Zhoushan, el tercero más grande del mundo, a menos de 160 kilómetros de Shanghái, según Lloyd’s List Intelligence.
Los contenedores también se están acumulando debido a la escasez de camiones.
En el momento álgido del confinamiento en Shanghái, los contenedores permanecieron hasta 15 días en el puerto antes de ser recogidos por los camioneros, frente a los menos de 5 días que tardaron en entrar en vigor las restricciones, según los datos de Project44. El tiempo medio de espera se ha reducido desde entonces, pero el miércoles pasado seguía siendo de 10 días.
Zhang Wei, vicealcalde de Shanghái, reconoció, la semana pasada, que la ciudad está experimentando una “menor eficiencia” en el transporte de mercancías y una “mala logística” desde el inicio de la cuarentena.
La industria y el comercio se resienten por los retrasos
La agitación en los puertos ya ha afectado a las fábricas y al comercio exterior de China, ya que los fabricantes tienen que esperar más tiempo para conseguir materias primas.
También les resulta más difícil enviar sus productos a los clientes. Los inventarios de productos acabados han alcanzado el nivel más alto en una década, ya que los productos se acumulan en los almacenes debido a la escasa demanda y a la dificultad de encontrar camiones para trasladarlos.
Las últimas encuestas del PMI –publicadas el sábado– mostraron que la actividad de las fábricas se desplomó hasta el peor nivel desde febrero de 2020, cuando China luchaba contra el brote inicial de covid-19. Los nuevos pedidos de exportación que recibieron los fabricantes en abril cayeron a un ritmo mucho más rápido que en marzo.
El descenso de los pedidos de exportación mostró que el caos en algunos de los principales puertos, incluido el de Shanghái, ha afectado al comercio de China con el resto del mundo, según los analistas de Goldman Sachs.
“Preocupantemente, hubo muchas evidencias del empeoramiento de las presiones de la oferta, con el colapso de los plazos de entrega de los proveedores, el aumento de los precios de los insumos y el aumento de los inventarios de productos terminados a su nivel más alto desde junio de 2012”, escribió Mitul Kotecha, jefe de Estrategia de Mercados Emergentes de TD Securities, en un informe.
“Estas presiones de la oferta tendrán ramificaciones en todas las cadenas de suministro a nivel mundial, como ya se ha puesto de manifiesto en algunos informes recientes de resultados del primer trimestre en el sector tecnológico de EE.UU.”, añadió.
La inflación mundial subirá por los retrasos en el transporte
La situación en Shanghái hará que la inflación mundial aumente este año, según Daejin Lee, director asociado de S&P Global Market Intelligence.
Señaló que la inflación del año pasado se vio impulsada por dos factores: la escasez de piezas clave debido a los cuellos de botella en la cadena de suministro, y las elevadas tarifas de los fletes de los contenedores, que alcanzaron niveles récord.
Ambos problemas continúan este año, incluso cuando la invasión rusa de Ucrania ha alimentado la inflación mundial al hacer subir los precios de la energía y otras materias primas clave.
“Otro largo retraso” en el suministro marítimo de piezas clave debido a la congestión portuaria de China podría aumentar los precios al consumidor “mucho más rápido de lo que se esperaba”, dijo Lee.
Maersk dijo el miércoles que las tarifas de los fletes se mantendrán elevadas mientras persistan las presiones en la cadena de suministro. Según la empresa, la congestión en sectores como el transporte por carretera y el almacenamiento en China continental, han creado “cuellos de botella, lo que ha dado lugar a servicios de gestión de la cadena de suministro desafiados y tarifas elevadas”.
La tarifa media de transporte de la empresa se disparó un 71% en el primer trimestre con respecto al año anterior.