(CNN) – La invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin ha sido contraproducente en varios frentes. Pero una de las consecuencias más desastrosas de todas para el presidente de Rusia es la perspectiva cada vez más probable de que Finlandia entre en la OTAN.
Se espera que la nación nórdica anuncie su interés por ingresar en la OTAN ten los próximos días, después de que su Comité de Asuntos Exteriores redacte una respuesta al informe de seguridad del gobierno, que incluye la opción de ingresar en la alianza, y que los líderes del país manifestaran su apoyo a la membresía. Después, el parlamento finlandés celebrará un debate extraordinario sobre la aprobación de las recomendaciones del informe de seguridad.
En ese momento es muy probable que la OTAN invite al país a hablar de su adhesión a la alianza.
En general, se cree que esto ocurriría muy rápidamente, ya que Finlandia ya cumple la mayoría de los criterios y es muy poco probable que algún miembro de la OTAN se oponga.
Múltiples encuestas de opinión recientes han mostrado que al menos el 60% de los finlandeses están ahora a favor de la adhesión a la OTAN, lo que supone un enorme salto desde el máximo anterior de alrededor del 30% en años anteriores.
Si esto se desarrolla como se espera, este país de menos de 6 millones de habitantes habrá redibujado el mapa de la seguridad europea de una forma que antes era inconcebible y que puede tener enormes consecuencias para Rusia.
Antes de que Putin invadiera Ucrania, dejó clara su creencia de que la OTAN se había acercado demasiado a Rusia y debía volver a sus fronteras de la década de 1990, antes de que algunos países vecinos de Rusia o exestados soviéticos se unieran a la alianza militar.
Actualmente, Rusia comparte unos 1215 kilómetros de frontera terrestre con cinco miembros de la OTAN, según la alianza. La adhesión de Finlandia significaría que una nación con la que Rusia comparte una frontera de 1290 kilómetros pasaría a estar formalmente alineada militarmente con Estados Unidos.
Esto no solo sería una mala noticia para el Kremlin, sino que la incorporación de Finlandia sería una gran ayuda para la OTAN. A pesar de su población relativamente pequeña, Finlandia es una gran potencia militar que ha estado alineada extraoficialmente con Occidente durante décadas. Su ejército ha utilizado durante décadas equipos comprados a Estados Unidos que son compatibles con los aliados de la OTAN, lo que significa que podría unirse fácilmente a las misiones de la OTAN si así lo decidiera.
Ideología de “supervivencia”
Muchos creen que la única razón por la que Finlandia no se había unido a la alianza antes de la crisis de Ucrania era el simple pragmatismo.
“La seguridad finlandesa siempre se ha basado en dos conceptos: en primer lugar, la geografía y la historia; en segundo lugar, el idealismo y el realismo”, dijo Alexander Stubb, ex primer ministro de Finlandia, a CNN.
“En un mundo ideal queremos cooperar con Rusia, a la que no podemos evitar por ser nuestro vecino geográfico. Pero también sabemos por la historia que la mayor amenaza realista para nuestra seguridad nacional es Rusia. Con el tiempo, la realidad de que Rusia está dispuesta a crear un mayor caos en nuestra región se ha hecho aún más clara, por lo que entrar en la OTAN se convierte en la opción pragmática”, dijo.
Históricamente, Finlandia ha sorteado estas realidades contrapuestas satisfaciendo simultáneamente las preocupaciones de seguridad de Rusia, por muy irracionales que sean, y manteniendo al mismo tiempo un elevado gasto en defensa y un ejército permanente compatible con los aliados occidentales.
“Siempre ha sido descabellada la idea de que un país occidental invada Rusia, pero hemos tratado de minimizar esas preocupaciones impulsando el comercio y cooperando en otros ámbitos”, afirma Charly Salonius-Pasternak, un destacado investigador en seguridad global del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales.
Sin embargo, añade que, además de políticas como el servicio militar obligatorio —todos los hombres finlandeses pueden ser llamados a filas— y el elevado gasto en defensa, los políticos finlandeses han vendido sistemáticamente a la opinión pública la idea de que el estilo de vida idealista de Finlandia debe mantenerse a toda costa.
“La ideología por defecto de Finlandia ha sido la de la supervivencia. En los últimos 100 años nos hemos convertido en un país fuerte y soberano con un alto nivel de vida. Hemos tenido que sacrificar tierras para mantener la paz”, dijo Salonius-Pasternak. “Por eso es de vital importancia que nuestro modo de vida sobreviva, ya sea mediante una diplomacia pragmática o adoptando una postura más dura contra nuestra mayor amenaza”.
No cabe duda de que la entrada de Finlandia en la OTAN sería un gran golpe para Putin. No solo significaría esos 800 kilómetros adicionales de frontera compartida con la alianza, sino que simbólicamente iría más allá en la unión de la coalición anti-Putin que ha surgido desde la invasión de Ucrania. Países que antes eran neutrales ahora están proporcionando financiación y armas a Ucrania y Putin es un paria internacional con menos aliados cada día.
También ampliaría la influencia de la OTAN en el norte de Europa hasta el Ártico, una zona cada vez más importante desde el punto de vista geopolítico debido a sus recursos naturales, su ubicación estratégica y sus numerosas reivindicaciones territoriales, incluidas las de Rusia, Finlandia y Estados Unidos.
Suecia, vecina de Finlandia por el oeste, también está considerando unirse a la alianza, y la adhesión de Finlandia lo haría más probable, ya que ambos países han emprendido un camino similar desde el inicio de la crisis de Ucrania.
La respuesta de Rusia
Por supuesto, existe la preocupación de cómo podría reaccionar Rusia cuando Finlandia exprese su deseo de ingresar en la OTAN.
Finlandia “debe ser consciente de la responsabilidad y las consecuencias” de unirse a la OTAN, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en un comunicado este jueves, añadiendo que Rusia “se verá obligada” a tomar medidas de represalia si el país se une a la alianza.
Martti Kari, quien anteriormente se desempeñó como jefe adjunto de inteligencia de defensa de Finlandia, dijo a CNN que Rusia ya está comenzando una campaña de desinformación en su contra. “El tema principal es que Finlandia es un país nazi, porque luchamos contra [la] Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial junto a la Alemania nazi”, dijo.
Prevé que Rusia podría violar el espacio aéreo de Finlandia y perturbar sus actividades en el mar, incluido el transporte marítimo, además de aumentar sus operaciones de inteligencia contra el país.
Håkon Lunde Saxi, profesor asociado de la Escuela Universitaria de Defensa de Noruega, cree que cualquier paso hacia la adhesión de Finlandia a la OTAN “probablemente provocaría una acumulación militar rusa a lo largo de la nueva frontera de la OTAN con Rusia, lo que en sí mismo no sería beneficioso para la seguridad finlandesa o europea”.
Sin embargo, cree que los beneficios superarían con creces las “posibles consecuencias negativas de una huella militar rusa algo mayor a lo largo de la frontera de Finlandia”.
Y a pesar de las preocupaciones sobre lo que ocurriría en el periodo intermedio, en el que Finlandia no estaría protegida por la pertenencia a la OTAN, sino que estaría en negociaciones, múltiples funcionarios han declarado a CNN que esperan que los miembros de la alianza, especialmente el Reino Unido y Estados Unidos, garanticen la seguridad finlandesa durante este proceso.
Por supuesto, nada es seguro hasta que Finlandia dé el primer paso declarando su intención. Pero con la aprobación pública, el apoyo político y Rusia proporcionando todas las razones para que otro de sus vecinos se una a su odiado rival, hay pocas dudas de que la táctica de Putin para disminuir la influencia de la OTAN en Europa ha fracasado, espectacularmente.