(CNN) – ¿Hay alguna época del año más dulce que la de las fresas? Tan pronto como los árboles empiezan a brotar de color rosa, las primeras fresas comienzan a hacer su aparición en los mercados de agricultores locales. Mayo es oficialmente el Mes Nacional de la Fresa, aunque las fresas estrarán en temporada a lo largo de junio en muchas regiones de Estados Unidos.
Si crees que todas las fresas son iguales, te sorprenderá saber que hay cientos de variedades que varían en color, tamaño, dulzor y temporada de cultivo. Los cultivadores eligen su variedad preferida “bien por la calidad o por la cantidad”, afirma Tannwen Mount, copropietario de Terhune Orchards, en Princeton, Nueva Jersey. “Los mayoristas quieren las que crecen en cantidad” y que pueden soportar mejor el trayecto que algunas de las variedades más frágiles.
Aunque algunas de las variedades más exóticas son cada vez más populares entre los cultivadores de todo el país, como la llamada “pineberry”, de color rosa pálido, las granjas locales suelen plantar algunas variedades diferentes para que se adapten mejor a su región.
“Tener una fresa local, y no una que ha sido recogida antes de estar madura, hace la diferencia”, afirma Mount.
Ahora es el momento de visitar los mercados locales o granjas cercanas y probar algunas fresas.
Para encontrar las fresas más maduras y dulces, los mismos consejos se aplican tanto si se recogen frescas como si se evalúan las cestas de bayas en el mercado. “Busca fresas que sean completamente rojas”, aconseja Mount. “Si tiene una punta blanca o verde, no está lista”.
Al igual que con todos los productos, examínalas lo mejor posible en busca de puntos blandos o magullados. Son signos de que ya no está en su punto óptimo, y es mejor para convertirla en mermelada que para comerla fresca.
La mermelada es solo una de las formas de aprovechar la temporada alta de fresas. Aunque es difícil mejorar una fresa perfectamente madura que se come recién recogida, a veces es bueno agregar un poco de variedad. Aquí tienes algunas ideas para mejorar tu botín de fresas.
Tartaleta de fresas estilo “shortcake”
Cuando se trata de hacer brillar el sabor de las fresas perfectamente maduras, “me encanta la tartaleta de fresas”, dice Mount. Con tres componentes principales: fresas, nata montada y bizcochos, es fácil de preparar.
“En nuestra tienda de la granja, horneamos los bizcochos y nos esforzamos por hacer nata montada fresca”, dice, y lo mismo puede hacerse en casa. Si tienes una receta de bizcocho favorita, ya vas por buen camino. También puedes probar esta receta de bizcocho casero para “shortcake”.
Para los más ambiciosos, o para los que sientan nostalgia por las barritas de tarta de fresa del camión de helados del barrio, también se pueden hacer helados de inspirados en la vieja escuela.
En mermelada
La mermelada es una forma de conservar las fresas para disfrutarlas durante todo el año, y un bote de mermelada casera es mucho más fresca que cualquiera que encuentres en el supermercado. Además, con tus propios lotes de mermelada, puedes experimentar añadiendo otros sabores.
Como las fresas tienen poca pectina, dependen de otros ingredientes que ayudarán a que la mermelada se espese y cuaje, en lugar de quedar líquida y suelta. Muchas recetas requieren pectina comercial, pero el azúcar y el limón son dos ingredientes naturales que también ayudan.
Esta sencilla mermelada de fresa para la nevera solo utiliza fresas, azúcar y jugo de limón, y rinde 1 pinta (473 ml) de mermelada. La mermelada balsámica de fresa cambia el vinagre por la acidez del limón sin sacrificar la dulzura. Y esta receta de mermelada de fresas y lavanda utiliza semillas de chía como otro espesante natural.
Asadas
Más sencillas que la mermelada e igual de versátiles, las fresas asadas son otra forma de capturar la dulce jugosidad de la fruta e intensificarla. El método es el mismo que para asar verduras: mezcla las fresas recortadas con los condimentos y ásalas en una charola forrada con papel para hornear a alta temperatura.
Como ocurre con muchas recetas, las opciones de condimentación son adaptables. Un endulzante, ya sea jarabe de maple o miel, o inlcuso azúcar ahumado, ayuda a convertir el jugo cocido en jarabe. Un chorrito de vinagre balsámico o de vino tinto añade brillo. Y las especias, desde la canela hasta la pimienta negra o la vainilla, cambian el sabor en varias direcciones.
Las fresas asadas se pueden poner en tazones de yogur, en helados o como cobertura de pan tostado con queso de cabra o ricotta.
Bebidas y cócteles con fresas
Cuando las fresas estén de temporada, deshazte de la bolsa de fresas congeladas y prepara margaritas. Mezcla las fresas con albahaca para obtener un margarita fresco o mézclalo con hielo para obtener una versión granizada. (O haz lo mismo con un daiquiri de fresa).
La limonada de fresa puede prepararse en una licuadora sin necesidad de preparar previamente un jarabe simple en la cocina. Prepárala con azúcar granulado o néctar de agave, y siéntete libre de mezclar hierbas frescas como la albahaca o la menta para realzar el perfil de sabor.
Si quieres una bebida con menos azúcar, prepara agua fresca. O, si quieres una delicia cremosa, mezcla un lassi de fresa con el yogur que prefieras, cualquier opción rica en productos lácteos o sin ellos.
Congelarlas para después
“Las fresas frescas son las mejores, pero son una fruta muy fácil de congelar”, dice Mount, y “son una delicia para tener en pleno invierno”. Siempre guarda unas cuantas bolsas en el congelador para los batidos de tus hijos y otros antojos.
Para congelar las fresas frescas, límpialas con un paño húmedo o enjuágalas suavemente y sécalas bien con una toalla de algodón. Quita los tallos verdes con un cuchillo de pelar o un descorazonador de fresas, y luego colócalas con el tallo hacia abajo en una sola capa en una bandeja para hornear forrada con papel para hornear o encerado.
Congela en la charola durante al menos cuatro horas hasta que las fresas estén congeladas, y luego pásalas a bolsas con cierre o séllalas al vacío en porciones. Las fresas se conservan en el congelador hasta un año, justo a tiempo para la cosecha de la próxima primavera.
Casey Barber es escritora, ilustradora y fotógrafa especializada en alimentos, y autora de “Pierogi Love: New Takes on an Old-World Comfort Food” y “Classic Snacks Made from Scratch: 70 Homemade Versions of Your Favorite Brand-Name Treats”; y editor del sitio web Good. Food. Stories.