(CNN) – La seguridad de los suministros energéticos de Europa parece cada día más inestable.
Apenas 24 horas después de que Ucrania redujera el flujo de gas natural a través de su territorio hacia Europa, culpando a la interferencia de las tropas rusas, Gazprom suspendió el suministro a través del gasoducto Yamal-Europa que atraviesa Polonia, y dejó de enviar gas a un distribuidor en Alemania.
Aunque los volúmenes afectados son reducidos, ya que en total representan solo un pequeño porcentaje del consumo total de gas en Europa, cada golpe al suministro pone de manifiesto la vulnerabilidad de la región y la urgente necesidad de que la Unión Europea se desvincule de las vastas reservas energéticas de Rusia.
“Ahora que empezamos a ver estos diferentes problemas, esto ilustra por qué Europa no debe dar por sentado el suministro de gas”, declaró a CNN Business Simone Tagliapietra, miembro del grupo de expertos Bruegel. “Los gobiernos deben actuar ahora como si estuvieran en una situación de emergencia”, añadió.
Rusia impuso sanciones a 31 empresas extranjeras el miércoles, según la agencia estatal de noticias RIA Novosti. Gazprom Germania y EuRoPol Gaz, el operador de la sección polaca del gasoducto Yamal-Europa, estaban en la lista.
“No habrá relaciones con estas empresas, simplemente están prohibidas”, dijo este jueves el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck -cuyo país es uno de los principales compradores de gas ruso-, dijo que Rusia había dejado de suministrar a las filiales de Gazprom Germania, pero que se había asegurado un suministro alternativo.
Los precios de los futuros del gas natural neerlandés, la referencia europea, subieron brevemente un 14% este jueves por la mañana, pero desde entonces han vuelto a bajar, según datos del Intercontinental Exchange.
Los acontecimientos muestran una creciente audacia de Rusia para interrumpir sus exportaciones de energía a Europa.
El mes pasado, Moscú cerró los grifos a Polonia y Bulgaria, cumpliendo la promesa del presidente Vladimir Putin de interrumpir los flujos de gas a los países “poco amistosos” que se negaran a pagar sus facturas en rublos, en lugar de los euros o dólares establecidos en sus contratos.
En 2021, Rusia representó alrededor del 45% de las importaciones totales de gas de Europa. La Unión Europea se propone reducir su consumo de gas ruso en un 66% para finales de año, pero aún no presenta un plan detallado sobre cómo lograrlo.
Ucrania cierra los grifos
A pesar de que la guerra ha hecho estragos durante más de dos meses, el gas procedente de Rusia ha seguido fluyendo hacia occidente, en gran parte a través de gasoductos en Ucrania. Pero a última hora del martes, el operador del sistema de transmisión de gas de Ucrania dijo que había suspendido los envíos de gas a través de su punto de tránsito de Sokhranivka, que procesa hasta 32,6 millones de metros cúbicos al día. Eso es aproximadamente un tercio del gas ruso que fluye a través de Ucrania hacia Europa.
El operador ucraniano culpó a la “interferencia de las fuerzas de ocupación” al anunciar la suspensión de la ruta. Acusó a las fuerzas rusas de manipular el punto de tránsito y desviar el gas. Como resultado, el operador dijo que la “estabilidad y seguridad de todo el transporte de gas ucraniano” se había visto comprometida, y se vio obligado a suspender los flujos de gas.
No estaba claro cuándo se reanudaría el flujo de de este combustible a través de Sokhranivka.
El impacto más amplio es, de momento, limitado. Aunque Ucrania transporta en total cerca del 30% del suministro de gas ruso a Europa, según los Servicios Independientes de Inteligencia de Productos Básicos, el gasoducto afectado representa solo el 2,3% del suministro total de gas de Europa.
La modesta reacción del mercado se debió en gran medida a los buenos niveles de almacenamiento de gas, al clima favorable y al volumen récord de importaciones de gas natural licuado en Europa el mes pasado, dijo Tom Marzec-Manser, jefe de análisis de gas de ICIS.
“El mercado está bastante bien abastecido en este momento, teniendo en cuenta todos los factores”, dijo.
Sin embargo, el cierre plantea la incómoda perspectiva de que se produzcan nuevas interrupciones en el suministro de gas en Europa a medida que continúen los combates. Las consecuencias podrían agitar los mercados y hacer que los precios de la energía, ya elevados, suban aún más.
Reorientación de los flujos de gas
Según Kateryna Filippenko, analista principal de suministro de gas a nivel mundial de Wood Mackenzie, el cierre de Sokhranivka crea una escasez de 16 millones de metros cúbicos al día. Pero “hay suficiente capacidad física para compensar totalmente esta interrupción”, dijo a CNN Business.
El operador de gas ucraniano dijo que podría aumentar los volúmenes de gas en otro punto de tránsito, llamado Sudzha, que se encuentra más al oeste en el territorio que controla el gobierno de Ucrania.
Pero Gazprom se ha negado a reservar flujos adicionales por esta ruta alternativa, alegando que sería “técnicamente imposible”.
No obstante, Filippenko dijo que el impacto sería leve y que Europa debería seguir cumpliendo sus objetivos de almacenamiento de gas para finales de este año.
Las instalaciones de almacenamiento de gas de la UE están llenas en un 37%, según datos de Gas Infrastructure Europe. Se trata de una cifra normal para la época del año, pero muy alejada del objetivo del 80% fijado por el bloque para noviembre.
¿Más cierres?
Los analistas afirman que, con la guerra en marcha, no se pueden descartar nuevos cortes de las rutas de tránsito de gas más importantes.
Las tensiones podrían aumentar aún más la próxima semana, cuando más empresas energéticas europeas deban realizar pagos de gas a Rusia, dijo Tagliapietra, de Bruegel.
“Todavía estamos esperando que la Comisión de la UE diga si el pago en rublos es una violación de las sanciones o no”, añadió. “Así que en las próximas dos semanas podríamos ver cómo se producen posibles interrupciones, no podemos dar por sentado el suministro de gas”.
Kaushal Ramesh, analista de gas y gas natural licuado en Rystad Energy, dijo a CNN Business que la Unión Europea debería crear una alianza de compradores, en la que los países se aprovisionen conjuntamente de envíos de gas de todos los proveedores, “lo antes posible” para evitar que los países compitan por los mismos suministros de este combustible y hagan subir los precios.
Los países de Europa Central y del Este serían los más directamente afectados por la caída de los flujos de gas ruso a través de Ucrania, según una nota de investigación de la consultora Eurasia Group.
Alemania, la mayor economía del bloque, depende especialmente del gas natural ruso, pero está relativamente a salvo del último cierre de Sokhranivka. La mayor parte de su gas importado de Rusia se transporta a través del gasoducto Nord Stream 1 que atraviesa el Mar Báltico, según declaró el miércoles a CNN Susanne Ungrad, portavoz del Ministerio de Economía.
Benjamin Brown, Nadine Schmidt y Anna Chernova contribuyeron a este artículo.