Nota del editor: El Dr. Kee B. Park (@keepark) es director del Proyecto de Política de Salud de Corea en la Facultad de Medicina de Harvard. Ha trabajado junto a médicos norcoreanos durante más de 20 visitas a Corea del Norte y es miembro del Comité Nacional sobre Corea del Norte, que facilita el compromiso de principios entre EE. UU. y Corea del Norte. Las opiniones expresadas en este comentario pertenecen al autor. Lee más opiniones en CNNEE.
(CNN) – Si algo aprendí después de realizar innumerables operaciones junto a cirujanos en Pyongyang durante los últimos 15 años, es que los norcoreanos no desperdician nada.
He usado bisturí desafilado por reutilización para hacer incisiones. Una vez vi a un anestesiólogo usar sus manos para apretar una bolsa cada tres o cuatro segundos para ventilar a un paciente durante varias horas durante una operación.
Era lo de siempre en un lugar donde los equipos médicos como los ventiladores mecánicos son escasos. Y siempre he admirado su capacidad para trabajar con recursos limitados.
Pero ahora temo por la seguridad de los médicos y enfermeras, así como por su capacidad para atender el aumento de pacientes con covid-19 en los hospitales.
La semana pasada, Corea del Norte anunció el primer caso confirmado de covid-19 dentro del país. Desde entonces, nos hemos enterado de al menos 1,72 millones de “casos de fiebre”, con aproximadamente la mitad en cuarentena y decenas de muertes hasta el momento. La variante ómicron BA.2 se encontró en al menos una de las muertes.
Con casos sintomáticos que representan aproximadamente el 7% de la población de 25 millones, el brote covid-19 es un desastre para Corea del Norte.
Necesitamos ayudar a Corea del Norte inmediatamente. Dado que toda la población aún no ha sido vacunada, el número de muertos podría no tener precedentes.
Corea del Norte, al igual que China, ha adoptado una estrategia de cero covid para gestionar el virus. A su favor, esta estrategia de priorizar la prevención de que el virus ingrese a sus fronteras parecía altamente efectiva, aparentemente sin casos confirmados durante más de dos años.
Pero las variantes de ómicron altamente transmisibles lo cambiaron todo. China había frustrado con éxito el virus hasta hace poco, sucumbiendo a confinamientos drásticos en varias ciudades, incluida Shanghái.
La situación de salud en Corea del Norte
Ahora, el virus ha traspasado las defensas de Corea del Norte. Y la capacidad relativamente débil del país para responder al brote masivo es alarmante.
Primero, carecen de medidas médicas. La capacidad para tratar a un gran número de pacientes con enfermedades respiratorias graves es limitada. Necesitan oxígeno, fluidos intravenosos, ventiladores, equipo de protección personal (especialmente para los trabajadores de la salud) y antibióticos.
Pero los artículos más valiosos en este momento son los antivirales recientemente desarrollados contra el covid-19. El Paxlovid parece ser eficaz contra la variante ómicron BA.2, se puede tomar por vía oral y no requiere ningún método especial de almacenamiento y transporte. Deberíamos enviar estas contramedidas médicas lo antes posible. La gente está muriendo ahora, y podemos y debemos ayudar.
En segundo lugar, su capacidad para tomar pruebas es lamentablemente inadecuada. Según los informes de situación de la oficina de la Región de Asia Sudoriental de la OMS, Corea del Norte ha estado realizando pruebas de covid-19 a unas 1.500 personas cada semana.
Si esta es su capacidad máxima, sería imposible evaluar la cantidad actual de pacientes sintomáticos, que hasta el momento va en 1,72 millones y contando, y mucho menos sus contactos. También necesitan pruebas de covid-19 para confirmar el diagnóstico antes de iniciar Paxlovid. Deberíamos enviar diagnósticos en cantidades suficientes ahora; están volando a ciegas.
Tercero, el país sufre inseguridad alimentaria. Los confinamientos son duros para la gente, especialmente para los más pobres. Se esperan medidas de aislamiento aún más estrictas ahora que el virus ha ingresado al país.
Se necesita ayuda alimentaria inmediata para mitigar el hambre de aquellos que carecen de suministros para sobrellevar los cierres.
Corea del Norte no ha vacunado a su población. Han rechazado ofertas de vacunas, presumiblemente creyendo que podrían sobrellevar la pandemia de forma aislada hasta que desaparezca.
Un posible plan de vacunación para Corea del Norte
El riesgo de que el virus entrara vía cargamentos o que extranjeros infectados lo trajeran no valía para ellos la pena a pesar del beneficio que traerían las vacunas. Corea del Norte confiaba demasiado en su capacidad para mantener alejado el virus y, por lo tanto, no estaban preparados para el brote.
La brecha y el consiguiente brote requieren una nueva estrategia que pueda aumentar la protección de la población frente a nuevos brotes. Las vacunas de ARNm son eficaces contra la variante ómicron BA.2. Se deben ofrecer rápidamente cantidades suficientes de vacunas y suministros de despliegue a Corea del Norte. Nuestra investigación ha demostrado que Corea del Norte puede implementar vacunas de ARNm utilizando la red existente de refrigeradores.
El primer grupo de personas en ser vacunado debe ser el personal de salud de primera línea, ya que se enfrentan a una avalancha de pacientes con covid-19 todos los días.
Al brindar asistencia a Corea del Norte, el “quién” y el “cómo” son tan importantes como el “qué”. Una crisis nacional requiere que todos los actores trabajen juntos.
Las Naciones Unidas están en la mejor posición para coordinar las diferentes agencias, como la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos y organizaciones no gubernamentales; gestionen la compleja normativa y logística; y para ayudar a implementarlos junto con el gobierno de Corea del Norte.
Los requisitos de seguimiento y evaluación no deberían ser un punto conflictivo en este momento: las vidas de las personas están en juego. También deberíamos adoptar un enfoque solidario y no exigir que Corea del Norte pida ayuda primero. Nuestras manos deben salir primero; su necesidad es clara.
Corea del Norte también necesita volverse más flexible. No deberían tratar de manejar la crisis juntando paquetes de ayuda aislados de organizaciones individuales. Necesitamos un punto focal claro de comunicación para coordinar con la comunidad internacional. La contraparte obvia de las Naciones Unidas es la Misión de la RPDC en Nueva York.
Sin duda, la ayuda a Corea del Norte es controvertida. El mismo día que se anunció el brote, Corea del Norte disparó tres misiles balísticos de corto alcance. Tal vez podamos tener una moratoria sobre cualquier actividad militar en la península de Corea hasta que se contenga el brote. Tal actividad desvía valiosos recursos y atención de las necesidades urgentes de la gente.
Todas las partes deben tener sus ojos puestos en contener la pandemia. Es de interés de todos ayudar a Corea del Norte a contener este brote y prevenir futuros.