(CNN) – El presidente Joe Biden ha reconocido que es poco lo que puede hacer sobre el control de armas sin el apoyo de los republicanos en el Congreso, para detener los horribles tiroteos masivos que ocurren en Estados Unidos con una frecuencia alarmante.
Durante un viaje la semana pasada a Buffalo, Nueva York ––tras el tiroteo masivo en una tienda de comestibles de esa ciudad––, el presidente dijo que no había “mucho en la acción ejecutiva” que él pudiera implementar para reforzar las medidas de control de armas. Y señaló que, en su lugar, tenía que “convencer al Congreso” para que aprobara leyes como la prohibición de las armas de asalto de 1994.
Después de que 19 niños y dos profesores fueran asesinados este martes en una escuela primaria de Uvalde, en Texas, un Biden visiblemente conmovido rogó al Congreso que “convierta este dolor en acción”. Pero las propuestas para ajustar las leyes de control de armas enfrentan grandes dificultades por la oposición republicana.
“¿Habrá más acciones ejecutivas y haremos más? Lo evaluaremos. Siempre buscamos hacer más”, dijo este jueves la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a periodistas. “Pero ahora mismo necesitamos la ayuda del Congreso. Necesitamos que intervengan”, añadió.
Las organizaciones de prevención de la violencia armada, como Everytown for Gun Safety y Brady, han elogiado las múltiples acciones ejecutivas que el presidente ha firmado en relación con las armas desde que asumió el cargo. Entre ellas, la de frenar el uso de las llamadas armas fantasma y la de reforzar los programas de intervención en la violencia comunitaria.
Pero hay varias medidas adicionales que dicen que les gustaría que Biden tomara. Esta es la lista.
Aclaración del Departamento de Justicia
La ley federal exige que todas las personas “dedicadas al negocio” de las armas de fuego obtengan una licencia federal de armas de fuego y realicen verificaciones de antecedentes a los posibles compradores. Una de las opciones que tiene Biden es ordenarle al Departamento de Justicia que aclare específicamente que el término “dedicadas al negocio” también incluye a las personas que realizan ventas de armas en tiendas de internet o en exhibiciones de armas, con el fin de cerrar vacíos legales.
“Así como en los aeropuertos no tenemos una fila para las personas que están dispuestas a someterse a un control de seguridad y otra para las que prefieren evitarlo, no podemos permitir que los individuos que venden múltiples armas con fines lucrativos sigan comerciando con completos desconocidos sin hacer preguntas”, apuntó John Feinblatt, presidente de Everytown for Gun Safety, a CNN.
Una nueva oficina en la Casa Blanca y un coordinador de control de armas
Varios grupos, entre ellos la organización Brady, han abogado por crear una oficina de prevención de la violencia armada dentro de la Casa Blanca y por el nombramiento de un coordinador dedicado a este tema dentro del Departamento de Justicia que supervise todos los esfuerzos del gobierno dedicados a frenar la violencia con armas.
“Muchas de las acciones ejecutivas y directrices de esta administración han requerido que el Departamento de Justicia se centre en el impacto de la violencia con armas de fuego en Estados Unidos. Debería existir un coordinador dentro del Departamento de Justicia que se enfoque exclusivamente en trabajar para acabar con la violencia armada”, dijo el vicepresidente de política de Brady, Christian Heyne, a CNN.
Mayor información pública sobre las armas
Heyne dijo que le gustaría que el gobierno de Biden emitiera una comunicación para dejar claro que la información sobre el rastreo de armas de fuego debería ser pública, con el objetivo de entender mejor cómo frenar el flujo de armas ilegales. En ese sentido, señaló que las “interpretaciones perjudiciales” de la Enmienda Tiahrt de 2003 restringen la capacidad del público de obtener información sobre los datos de rastreo. Debido a las limitaciones de la enmienda, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, pos sus siglas en inglés) no puede publicar información detallada de rastreo.
“Se trata de una cuestión básica de responsabilidad”, sostuvo Josh Horwitz, codirector del Center for Gun Violence Solutions de Johns Hopkins, a CNN.
Implementación de las leyes de “bandera roja” que ya existen
Horwitz dijo que el gobierno de Biden también podría priorizar la financiación de manera que respalde la implementación de órdenes de protección de riesgo extremo, también conocidas como ley de “bandera roja”. Esta medida permite retirar temporalmente las armas a las personas que se consideran tienen un alto riesgo de lastimarse a sí mismas o a otros. El experto señaló que la eficacia de las órdenes para prevenir actos de violencia depende totalmente de su implementación y cumplimiento.
Medidas que Biden ya ha tomado sobre las armas
Desde que asumió el cargo, la Casa Blanca ha presentado varios paquetes de acciones ejecutivas para controlar las llamadas armas fantasma, promover el almacenamiento seguro de las armas de fuego, reforzar las fuerzas policiales y ampliar los programas de intervención en la violencia comunitaria.
Armas fantasma
Biden anunció una nueva regulación para contener el uso de las llamadas armas fantasma, que son armas de fuego ensambladas de forma casera por quien las compra, con piezas manufacturadas, que no tienen número de serie y son difíciles de rastrear y regular. Los kits de armas fantasma pueden comprarse por internet y el arma puede armarse en tan solo 30 minutos.
La normativa exige que cualquier persona que compre un kit de este tipo se someta a una verificación de antecedentes. También exige que quienes vendan los kits marquen los componentes con un número de serie. Además, obliga a los vendedores de armas de fuego a añadir un número de serie a las armas fantasma que ya se ensamblaron.
Ahora bien, las armas fantasma representan una parte relativamente pequeña de aquellas que las fuerzas del orden logran recuperar. Pero las autoridades afirman que estas armas son cada vez más frecuentes en las escenas crímenes en los últimos años.
Almacenamiento seguro de las armas de fuego
El año pasado, Biden presentó una nueva estrategia para la prevención del suicidio de militares y veteranos, que incluye promover el almacenamiento seguro de las armas de fuego y detallar las mejores prácticas para los comerciantes de armas de fuego.
El plan incluye un enfoque federal para mejorar la seguridad de los medios letales, que es una práctica voluntaria que busca reducir el riesgo de suicidio limitando el acceso a los objetos que pueden utilizarse para autolesionarse, incluyendo medicamentos, armas de fuego o instrumentos afilados.
El presidente ordenó al Departamento de Justicia anunciar una nueva norma para aclarar las obligaciones que tienen los comerciantes de armas de fuego de poner a disposición de los compradores dispositivos de seguridad o almacenamiento seguro de armas. Biden también pidió a la ATF que publicara una guía de buenas prácticas para todos los comerciantes federales de armas de fuego con el fin de recordarles las medidas que deben tomar legalmente para mantener seguras a las comunidades.
Otras medidas del Departamento de Justicia para el control de armas
El verano pasado, el Departamento de Justicia implementó una iniciativa contra el tráfico de armas centrada en Chicago, Los Ángeles, Nueva York, la zona de la bahía de San Francisco y la ciudad de Washington: corredores conocidos en los que se trafican armas ilegales que se utilizan en tiroteos mortales y otros delitos. El objetivo de la iniciativa es coordinar mejor a las fuerzas de seguridad de todas las jurisdicciones para desmantelar las redes de tráfico.
El Departamento de Justicia propuso aclarar las restricciones a los kits que transforman una pistola en un rifle de cañón corto. Los rifles improvisados de cañón corto se utilizaron en dos tiroteos masivos: en Boulder, Colorado, y en Dayton, Ohio.
Biden ordenó al Departamento de Justicia que publicara modelos de leyes de “bandera roja” para los estados que permiten retirarles temporalmente las armas a las personas consideradas de alto riesgo de lastimarse a sí mismas o a otros.
Reforzar los programas de seguridad y de intervención contra la violencia comunitaria
El paquete de ayuda de covid-19, que ascendió a los US$ 1,9 billones y se conoció como Plan de Rescate Estadounidense, destinó US$ 350.000 millones a los estados, gobiernos locales, territorios y tribus. El gobierno dice que los fondos están disponibles para fines de aplicación de la ley, así como para ampliar los programas de intervención contra la violencia en la comunidad.
En julio, la Casa Blanca también creó la Colaboración para la Intervención de la Violencia Comunitaria, un grupo que incluye a alcaldes, funcionarios de seguridad y expertos en intervención en la violencia comunitaria. El grupo dice que está evaluando la mejor manera de utilizar los fondos del Plan de Rescate Estadounidense y otros fondos públicos para aumentar las inversiones en la “infraestructura de intervención de la violencia comunitaria”.
El candidato de la ATF
Varios grupos han elogiado el candidato que propuso Biden para dirigir la ATF: Steve Dettelbach, un exfiscal federal. Si el Senado lo confirma, Dettelbach sería el principal regulador de armas del país.
Durante una audiencia de confirmación este miércoles, el día después del tiroteo en la escuela primaria de Uvalde, Dettelbach prometió a los legisladores que no se dejaría influir por consideraciones políticas si conseguía el cargo.
El presidente sostiene que la confirmación de Dettelbach como cabeza de la la ATF es clave para implementar las leyes sobre armas y frenar los delitos con armas. La ATF ha operado bajo una serie de directores interinos desde que el último líder que confirmó el Senado en 2013 dimitió en 2015.