(CNN) – Un paciente que sacrificó su vida para salvar a su esposa. Dos médicos talentosos a los que apreciaban sus comunidades. Una recepcionista “con una vocación verdadera de servicio”.
Así eran las cuatro víctimas que murieron este miércoles en un tiroteo dentro de un hospital de Tulsa, Oklahoma.
Un hombre armado, que fue paciente del hospital, disparó y mató a William Love, al Dr. Preston Phillips, a la Dra. Stephanie Husen y a Amanda Glenn en instalaciones médicas del campus del Hospital Saint Francis en Tulsa, informaron las autoridades durante una conferencia de prensa este jueves.
“Se supone que nosotros que cuidamos a los demás durante tragedias como esta. Pensar que nuestros cuidadores fueron las víctimas es simplemente incomprensible para mí”, expresó la Dra. Ryan Parker, directora médica asociada de Saint Francis y doctora de emergencias, este jueves.
“Murieron mientras servían a otros”, dijo. “Murieron cumpliendo su deber”.
Luego de recibir una “gran cantidad de llamadas y comentarios de la comunidad”, el Sistema de Salud Saint Francis creó un fondo con la Fundación Comunitaria de Tulsa para aceptar donaciones que “ayuden con esta causa”.
Los fondos recaudados apoyarán a las familias de las víctimas y a los empleados afectados.
La tragedia de Tulsa es el tiroteo masivo número 233 que sucede en Estados Unidos solo en lo que va de 2022, según el Archivo de Violencia Armada. CNN y GVA definen un tiroteo masivo como un incidente en el que mueren o resultan heridas cuatro o más personas, sin incluir al atacante.
Esto es lo que sabemos sobre las víctimas.
Dr. Preston Phillips
Phillips era “una persona maravillosa, gentil y amable, con una sonrisa contagiosa y una palabra amable para todos”, detalló Sandy Thompson, amiga del médico, al que conoció en su club de tenis local.
Thompson señaló que conocía a Phillips desde hacía unos cinco años y se encontró con él el mes pasado, mientras ambos visitaban el club de tenis. Con cariño, la mujer recordó al doctor como un “verdadero caballero” que siempre “te miraba a los ojos y te ofrecía una sonrisa brillante, genuina, y saludo cálido”.
“Él hizo del mundo un lugar mejor y extrañaremos profundamente la presencia de Preston”, le dijo Thompson a CNN.
Phillips se graduó en 1990 de la Escuela de Medicina de Harvard y durante los últimos años trabajó como cirujano ortopédico con un enfoque en cirugía de columna, reconstrucción de articulaciones y tratamiento de fracturas, informó la policía de Tulsa en Facebook.
Ruth Folly, técnica quirúrgica en el Hospital Saint Francis, le dijo a CNN que ella y Phillips viajaron juntos a varias misiones médicas en África. En ese sentido destacó que él impactó la vida de muchos.
Phillips viajaba anualmente con la organización sin fines de lucro Light in the World Development Foundation, según Folly. Este grupo lo fundó Komi Folly, colega de Phillips y padre de Ruth Folly, con la misión de proporcionar servicios quirúrgicos a personas en áreas desatendidas de EE.UU. y África.
El padre de Folly invitó a Phillips a una misión en Togo en 2016, un viaje que el médico asesinado en Tulsa repitió durante los siguientes años. Tenía programado ir a otra misión a Togo a mediados de junio.
“Siempre me llamas hijo y yo te llamo padre”, escribió el Dr. Folly en Facebook. “Me dijiste la semana pasada en el trabajo, durante la hora del almuerzo, que no detuviera este proyecto en Togo en caso de que te sucediera algo. No sabía que me estabas dando el último consejo para nuestro viaje. Me entristece mucho ver que te vas sin un adiós. Tu trabajo continuará. Te extrañaremos”, añadió.
El Dr. Cliff Robertson, presidente y CEO de Saint Francis Health System, calificó la muerte de Phillips como “la gran pérdida para Saint Francis y para Tulsa”, durante la conferencia de prensa del jueves.
Phillips tenía 59 años.
Dra. Stephanie Husen
La Dra. Stephanie Husen era especialista en medicina osteopática del Hospital Saint Francis y Robertson la describió como “una persona increíble”.
La policía de Tulsa señaló que Husen era especialista médica en deportes y medicina interna de la Clínica Warren. Se graduó de la Universidad de Oklahoma, donde fue miembro de Chi Omega Sorority.
“Hoy lamentamos la pérdida de uno de nuestros propios miembros de la clase del 92”, compartió la agrupación en un mensaje en las redes sociales.
“Nuestros corazones están con la familia y los seres queridos que perdieron a una mujer tan increíble. Muchos la conocían y la querían y siempre será recordada. Ninguna palabra podría aliviar el dolor de los afectados, pero sepan que estamos aquí, en pleno apoyo y continuaremos orando”, agregó el mensaje.
Husen tenía 48 años.
William Love
William Love era un paciente en la Clínica Warren, donde ocurrió el tiroteo, según el jefe de policía de Tulsa, Wendell Franklin.
“A la familia del señor Love, lamento mucho que no hayamos podido salvarlo”, dijo Parker, el director médico adjunto, entre lágrimas. “Cuando me desperté esta mañana, realmente quería que todo esto fuera una pesadilla, pero esta es la realidad de nuestro mundo en este momento”.
En el momento del tiroteo, Love escuchó los disparos y supo que su esposa, Deborah, “no podría escapar del edificio por su cuenta. Sacrificó su vida por ella”, dijo la policía de Tulsa en Facebook, citando a familiares.
Los dos iban a celebrar su aniversario de bodas número 55 en agosto, según la Policía.
Love era un sargento retirado del Ejército con 27 años de servicio, incluido un tiempo en Vietnam, dijo la policía.
Le encantaba viajar y estar con su familia, agregaron las autoridades. A Love le sobreviven su hermano, hijas, ocho nietos y seis bisnietos, dijo la policía.
Tenía 73 años.
Amanda Glenn
Amanda Glenn era recepcionista en la Clínica Warren, dijo Franklin.
La amiga de Glenn desde hace cinco años le dijo a CNN que ella era madre de dos niños y que siempre tenía a sus hijos presentes en todo lo que hacía.
Y ellos, a su vez, eran “los niños de mamá”, dijo Amy Pennington.
Glenn fue una de las “madres más orgullosas” que Pennington haya conocido y compartió un fuerte vínculo con sus hijos.
A Glenn también le sobrevive su esposo.
“Ella era muy trabajadora, un alma bondadosa y haría cualquier cosa por ti”, dijo Pennington.
La policía de Tulsa la describió en términos similares: “Amanda, con una vocación verdadera de servicio, siempre puso a todos primero”, dijeron las autoridades. Y agregaron que trabajó en el campo de la medicina durante más de 18 años.
“Ella era la más feliz con solo estar con su familia, con el amor más increíble por sus hijos y su esposo”, dijo la policía. “Su familia dice que siempre tuvo la sonrisa más grande y el espíritu más amable”.
Glenn tenía 40 años.
Sara Smart, de CNN, contribuyó a este informe.