Londres (CNN) — La reina Isabel II de Gran Bretaña hizo una aparición sorpresa en el balcón del Palacio de Buckingham este domingo, como parte del último día de celebraciones para conmemorar su histórico reinado de 70 años.
La reina no acudió a los eventos del viernes y el sábado, un servicio de acción de gracias en la Catedral de San Pablo y una tarde en el hipódromo de Epsom, después de experimentar “incomodidad” durante el desfile del día inaugural el jueves.
La reina estuvo flanqueada por tres generaciones de su familia: el príncipe Carlos y su esposa, Camila, la duquesa de Cornualles, así como el príncipe William y Kate, la duquesa de Cambridge, y sus tres hijos, para deleite de miles de personas que se habían reunido a lo largo de la explanada para un evento jubilar único.
La multitud gritó cuando la monarca de 96 años salió con una amplia sonrisa y contempló el mar patriótico de simpatizantes que ondeaban la bandera Union Jack ante ella.
Fue la tercera aparición en balcón de la monarca durante el fin de semana jubilar. Previamente vio un vuelo con su familia y recibió el saludo de los soldados cuando regresaban del desfile militar Trooping the Colour el jueves. También participó en la ceremonia de encendido de balizas esa noche desde el Castillo de Windsor.
El príncipe Harry y Meghan, duquesa de Sussex, que mantuvieron un perfil bajo durante su regreso al Reino Unido para las festividades, no estuvieron presentes en las celebraciones del domingo. El hijo deshonrado de la reina, el príncipe Andrés, también estuvo ausente después de que recientemente dio positivo por coronavirus.
La aparición en el balcón coronó una espectacular gran final de jubileo el domingo. Más temprano, un elenco de 6.000 personas salió a las calles del centro de Londres para The People’s Pageant en su honor.
Siguiendo una ruta de 3 kilómetros, marcharon personal militar, artistas, trabajadores clave y voluntarios de todo el Reino Unido y la Commonwealth, representando la coronación de la reina hace 70 años. La procesión del carnaval desfiló por las calles de Westminster, a lo largo del bulevar y hacia el Palacio de Buckingham.
Las multitudes que esperaban ver a la reina recibieron una pista de que la monarca había decidido hacer una aparición sorpresa cuando se izó la bandera Royal Standard sobre el palacio hacia el final del desfile.