(CNN) – Los bebés de madres que tuvieron covid-19 durante el embarazo pueden tener más probabilidades de sufrir trastornos del desarrollo neuronal en su primer año de vida, según sugiere un nuevo estudio. Los autores del estudio y expertos externos afirman que es necesario realizar más estudios.
Entre más de 7.000 bebés, el 6,3% de aquellos cuyas madres tuvieron covid-19 durante el embarazo fueron diagnosticados con trastornos del neurodesarrollo en los 12 meses siguientes al nacimiento, en comparación con el 3% de los bebés cuyas madres no dieron positivo durante el embarazo, según el estudio, publicado este jueves en la revista académica JAMA Network Open.
“Estos resultados preliminares sugieren que la exposición al covid-19 puede estar asociada a cambios en el neurodesarrollo y ponen de relieve la necesidad de investigar de forma prospectiva los resultados de los niños expuestos al covid-19 en el útero”, escribieron los investigadores, del Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard.
El estudio incluyó datos de 7.772 bebés que nacieron en Massachusetts entre marzo y septiembre de 2020. Los registros electrónicos de salud mostraron que 222 nacieron de madres que dieron positivo a covid-19 mientras estaban embarazadas. Los investigadores encontraron que 14 de esos 222 bebés, el 6,3%, recibieron un diagnóstico de trastorno del neurodesarrollo dentro de los 12 meses posteriores a su nacimiento.
“La mayoría de estos diagnósticos reflejaban trastornos del desarrollo de la función motora o del habla y el lenguaje”, escribieron los investigadores.
También señalaron que, aunque las madres que tuvieron covid-19 durante el embarazo tenían un mayor riesgo de parto prematuro, “el ajuste por parto prematuro no explicaba todo el mayor riesgo observado de incurrir en un diagnóstico de trastorno del neurodesarrollo”. Además, las tasas de diabetes e hipertensión fueron similares entre los dos grupos de madres.
Los investigadores escribieron que sus hallazgos de una posible relación entre la exposición de un bebé al covid-19 en el útero y los diagnósticos de neurodesarrollo posteriores son coherentes con “un gran número de publicaciones que incluyen estudios en humanos y animales que vinculan la infección viral materna y la activación inmunológica materna con los trastornos del neurodesarrollo de la descendencia más adelante en la vida, algunos de los cuales pueden ser identificados ya en el primer año de vida”.
Aun así, el estudio solo describe una correlación y no una causa directa.
En general, “el entorno inflamatorio que se observa con la infección es preocupante por las consecuencias adversas a largo plazo para la salud de la descendencia y se ha demostrado con otras infecciones”, escribió la Dra. Torri Metz, de la Universidad de Salud de Utah, en Salt Lake City, en un comentario que se publicó junto al nuevo estudio.
“Sin embargo, nos preguntamos si es el propio virus o los cambios sociales y el estrés de la pandemia lo que está afectando negativamente a los resultados de la infancia”, añadió.
“Quizá la pregunta más importante sea cómo intervenir para ayudar a mitigar los efectos adversos de la pandemia en los niños pequeños”. escribió Metz. “Los estudios prospectivos para validar estos hallazgos, desentrañar algunos de los matices e identificar a los que están en mayor riesgo ayudarán a los profesionales de la salud a dedicar adecuadamente los recursos para mejorar los resultados a medida que seguimos el curso de la vida de esta generación de niños nacidos durante la pandemia de covid-19”.
Dorothy Bishop, profesora de neuropsicología del desarrollo de la Universidad de Oxford, dijo en una declaración facilitada al Science Media Centre que la investigación preliminar no es concluyente. Se necesita más investigación en muestras más grandes de niños a medida que crecen, cuando estos diagnósticos se realizan más típicamente, dijo Bishop, que no participó en la investigación.
“Está claro que las mujeres embarazadas deberían hacer todo lo posible por evitar el covid, pero si se infectan, las probabilidades de que su bebé no tenga problemas evidentes de neurodesarrollo en el primer año de vida son altas”, dijo Bishop.