(CNN Español) – Gustavo Petro, presidente electo de Colombia, ganó este domingo la segunda vuelta presidencial en su país tras una campaña en la que se expusieron sus ideas, pero también sus polémicas, tanto por su pasado guerrillero como por su gestión en la alcaldía de Bogotá.
Esta es una mirada sobre las principales polémicas en torno a la figura de Petro.
1978-1990: la militancia en la guerrilla M-19
En su juventud Petro fue miembro del M-19, un grupo guerrillero desmovilizado en 1990, pero que dio muchos golpes de opinión y propició uno de los episodios violentos más trágicos en la historia del país, la toma del Palacio de Justicia en 1985.
Petro ingresó al Movimiento 19 de abril con 18 años. El grupo era parte de la llamada segunda ola de movimientos guerrilleros en el país que creció en toda la región en la década de 1970, influenciados por la Revolución cubana.
En 1978 vivía en Zipaquirá, un pueblo a las afueras de Bogotá, cuando leyó los documentos donde se resumía la Conferencia del M-19, según cuenta él mismo en su libro, Petro una vida, muchas vidas. “Desde un punto de vista racional, su tesis era muy lógica y popular: había que reivindicar la historia patria, el alma popular. Para nosotros fue fácil comprender la necesidad de esa reivindicación, pues vivíamos en medio de ese mundo popular”, escribe Petro sobre los argumentos del grupo.
A sus 21 años Petro ya estaba involucrado en la política de Zipaquirá, primero como personero, luego como concejal, mientras continuaba su militancia.
“Yo era militante clandestino del M-19, pero desarrollaba una actividad legal en la ciudad de Zipaquirá, incluso como concejal”, le dijo a la periodista Guylaine Roujol en su canal de YouTube, Bándalos, en 2021.
Petro fue arrestado en 1985 y pasó un año y medio en prisión por orden de la justicia penal militar. Fue liberado en 1987, y en 1990 El M-19 se acogió a un proceso de paz con el Gobierno de Virgilio Barco.
2013: la crisis de las basuras en Bogotá
En 2011 Petro ganó las elecciones locales y se convirtió en alcalde de Bogotá. Su paso por al alcaldía es recordado principalmente por una crisis en la recolección de basuras que llevó a su destitución y posterior restitución.
Tras una investigación disciplinaria por el manejo de la crisis, Petro fue destituido por la Procuraduría por 15 años para ejercer cargos públicos en 2013.
En concreto, Petró había desprivatizado la recolección de basuras en la capital colombiana, entregando a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá el sistema de recolección de residuos. El proceso de transición en 2012 llevó a un caos en la recolección de basura en la ciudad que duró tres días y causó importantes gastos, lo cual fue considerado una “falta grave” por el entonces procurador general, Alejandro Ordóñez.
Pero lo que podría leerse como una “muerte política”, le dio a Petro un impulso popular que dejó imágenes muy recordadas, con el alcalde defendiese en plaza pública y una multitud llenando la Plaza de Bolívar en el centro de Bogotá.
Luego, Petro obtuvo una victoria jurídica internacional ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ordenó su restitución como alcalde de Bogotá en 2014, lo que además le permitió catapultarse como el líder de izquierda que se ha construido hasta hoy.
2018: el “petrovideo”
Durante el debate en noviembre de 2018 en el Senado de Colombia sobre el escándalo de Odebrecht, la congresista Paloma Valencia presentó un video en el que se veía al entonces senador Petro recibiendo fajos de dinero y poniéndolos en una bolsa, lo cual generó un escándalo.
La conversación entre Petro y otra persona es inaudible, pero se puede ver al senador recibiendo los billetes y conversando.
Petro, por su parte, compartió en su cuenta de Twitter una declaración de su abogado diciendo que el video fue un intento de “desprestigiar y descalificar la gestión política” del senador. Añadió que examinando el video cree que fue tomado de manera ilegal por un “excompañero del senador Petro hace más 14 años”. Dijo que se trataba de una actividad interna de recolección de recursos para el “mantenimiento y sostenimiento del movimiento”.
“No corresponde a ningún acto corrupto ni de recibir dineros de contratistas ni de ningún empresario interesado en decisiones públicas”, dijo el abogado.
2022: la polémica sobre la venta de votos
El 12 de marzo de 2022, un día antes de las elecciones legislativas y consultas internas en Colombia que precedieron por dos meses a estas primera vuelta por la presidencia, Petro hizo un polémico pedido a los votantes a través de sus redes sociales.
“Por todas las redes que tengan disponibles pídanle a la gente que si van a recibir dinero de los compradores de votos, lo hagan pero que voten por Petro y por el Pacto”, dijo en su cuenta de Twitter. “Es la hora del Cambio”.
No fue la primera vez, ni la última, en la que Petro y su campaña condenaron la compra de votos de parte de otros políticos, pero, como en ese tuit, lo hacían instando a las personas a aceptar el dinero pero votar por Pacto Histórico, lo cual fue visto por algunos como una incitación al delito.
“Dr. Petro no estimule la compra de votos, no incite al delito, algún día la justicia le perderá el miedo”, dijo en marzo el expresidente Álvaro Uribe en Twitter.
Mientras que Daniel Palacios, ministro del Interior de Colombia, dijo en Twitter que “el mensaje de un candidato presidencial debería ser el de pedirle a los ciudadanos que no se presten para la compra de votos, en vez de motivarlos”.
2022: la iniciativa del “perdón social”
En repetidas ocasiones Petro se ha referido al “perdón social”, una propuesta de amnistía que ha generado polémica y sorpresa y, sobre todo, confusión.
Petro lo ha definido como un perdón generalizado para los victimarios, basado en la “verdad y reparación de las víctimas, a través de mecanismos concretos”, y que tendría lugar en el contexto de “dos siglos de guerras perpetuas” en Colombia.
Pero más allá de la propuesta en sí misma, el “perdón social” de Petro ha generado una polémica mayor luego de que a principios de abril medios de comunicación colombianos revelaron que Juan Fernando Petro, hermano del candidato, visitó en el Complejo Carcelario y Penitenciario Metropolitano de Bogotá “La Picota” al exsenador Iván Moreno, condenado por corrupción.
Petro aseguró que su hermano no forma parte de su campaña y que la reunión se dio en forma independiente. “Yo no mandé hablar a nadie con Iván Moreno. Son los presos que pidieron hablar con la comisión intereclesial de Justicia y Paz. Ni se me pasó por la cabeza eso”, dijo en su cuenta de Twitter.
Algunos de sus rivales en las elecciones no tardaron en ligar al “perdón social” con este encuentro.
“Tus antiguos socios y jefes políticos (que hoy están en la cárcel x corruptos [sic]), tienen con vos un pacto que vos mismo pusiste en evidencia para darles un tal “perdón social” a cambio de votos. Ya el país lo sabe”, dijo en su cuenta de Twitter Federico Gutiérrez, candidato a la presidencia de Colombia por la coalición Equipo por Colombia.
“¿Perdón social? Cero tolerancia con quienes buscan votos con la corrupción”, dijo Sergio Fajardo, quien fue cuarto en los comicios del 29 de mayo, por coalición Centro Esperanza.
Petro rechazó estar usando el “perdón social” para obtener réditos políticos, asegurando que irá a la justicia para defenderse, y ofreció más detalles sobre su proyecto desde su cuenta de Twitter.
“¿Significa el perdón social que los corruptos salen de la cárcel o se les rebaja las penas? Para nada. Al contrario. El perdón social implica que todos los corruptos vayan a la cárcel sin excepción, y paguen sus penas. La corrupción es la ruptura del perdón”, dijo.