(CNN) — Tata, una mujer de 34 años, en la ciudad china de Chengdu, estaba mirando sus redes sociales este viernes en su oficina cuando se encontró con un video desgarrador que la sacudió hasta la médula.
Las imágenes de vigilancia muestran a tres mujeres que cenaban en un restaurante cuando un hombre se acerca a su mesa y pone su mano en la espalda de una de ellas. La mujer lo empuja, pero el hombre se niega a retroceder y vuelve a intentar alcanzar su rostro. Cuando ella aparta la mano de él, el hombre la abofetea y la tira al suelo mientras ella lucha por defenderse.
Sus amigas intentan ayudarla, pero también son atacadas por el hombre y sus amigos, quienes entran corriendo al restaurante cuando empieza el episodio violento. Luego, los hombres arrastran a la primera mujer del cabello por la puerta, la golpean con botellas y sillas, y pisotean repetidamente su cabeza mientras ella yace en la acera, con la ropa manchada de sangre.
La indignación por el video en China
El video es tan explícito y la agresión tan brutal que Tata tuvo que detenerlo a la mitad. “Inmediatamente me llené de indignación y horror. Pude identificarme totalmente con ella, el terror que debe haber sentido en ese momento”, dijo, mientras pidió que solo la mencionaran por su nombre en inglés. “Y esto podría pasarle a cualquiera de nosotras”.
La indignación y la ira se extendieron ampliamente mientras el video se regaba como pólvora en las redes sociales de China. Para la noche del viernes, el ataque, que ocurrió alrededor de las 2:40 a.m. de ese día en la ciudad de Tangshan, ya conmocionaba a todo el país, generaba cientos de millones de reproducciones y dominaba las discusiones en línea que continuaron todo el fin de semana.
A muchos les horrorizó que a una mujer la golpearan tan brutalmente simplemente por rechazar el acoso sexual de un hombre. Otros arremetieron contra la policía por no tomar medidas hasta que el incidente se volvió viral.
Tras la indignación generalizada, la Policía de Tangshan emitió un comunicado el viernes en el que informó que había identificado a los sospechosos y que “no escatimaría esfuerzos” para arrestarlos. En la tarde del sábado, las autoridades anunciaron la detención de los nueve hombres que estarían involucrados en la agresión, incluidos cuatro que huyeron a unos 965 kilómetros al sur de la provincia de Jiangsu.
Dos mujeres fueron hospitalizadas con lesiones que no son mortales y se encuentran en condición estable, según la Oolicía.
Se reaviva el debate por la violencia de género
El ataque, además, reavivó el debate sobre la violencia contra las mujeres y la desigualdad de género en China. Un país que, afirman los críticos, sigue teniendo una sociedad altamente patriarcal con una misoginia generalizada, a pesar de la creciente conciencia sobre asuntos de género entre las mujeres jóvenes.
“Lo que sucedió en el restaurante de Tangshan no fue un incidente social aislado, sino parte de la violencia de género sistémica. Necesitamos… reconocer que aún vivimos en un entorno que apoya, alienta e impulsa a los hombres a ejercer la violencia contra la mujer basada en el género”, se leía en un artículo compartido ampliamente en redes sociales.
Durante los últimos años, una serie de incidentes de violencia espeluznante contra las mujeres ha desatado la indignación en el país. El año pasado, una mujer tibetana que hacía videoblogs murió después de que su exesposo le prendiera fuego mientras transmitía en directo a sus seguidores en redes sociales. El hombre fue condenado a la pena muerte en octubre. A principios de este año, una madre de ocho niños apareció en un video encadenada por el cuello en un cobertizo en la provincia rural de Jiangsu. Después de que inicialmente las autoridades lo negaran en repetidas ocasiones, finalmente admitieron que fue víctima de trata de personas.
“Por supuesto que deberíamos emprender acciones legales para castigar a los agresores y perpetradores específicos. Pero si no abordamos la opresión de género sistemática, si no cambiamos las normas sociales que promueven el machismo y alientan la violencia, nuestra furia simplemente continuará con el siguiente incidente”, señaló el artículo difundido en redes sociales.
Al Gobierno de China parecen molestarle las discusiones tras el video
Sin embargo, tales discusiones no parecieron sentarle bien al Gobierno chino, que durante mucho tiempo ha empleado medidas de mano dura contra el movimiento feminista del país, al arrestar y silenciar a activistas y censurar los debates en línea. El artículo, que se publicó en WeChat junto con otros contenidos de redes sociales sobre cuestiones de género, se eliminó de internet.
Weibo, la plataforma china similar a Twitter, dijo en un comunicado este sábado que había bloqueado 992 cuentas por infracciones que incluían “provocar deliberadamente una confrontación de género”, al discutir el ataque de Tangshan.
La cuenta oficial de Weibo compartió algunas de las publicaciones de los usuarios que bloquearon, las cuales incluían lenguaje violento y despectivo hacia las mujeres de China. Sin embargo, otras publicaciones que Weibo censuró, y que CNN pudo captar, fueron de usuarios que expresaban su preocupación por la violencia contra la mujer e instaban a las personas a “seguir diciendo lo que pensaban”.
Inicialmente, algunos reportes de los medios estatales minimizaron el acto de acoso sexual del hombre al señalar que estaba “tratando de entablar una conversación”. Lo que provocó una reacción negativa de las lectoras.
Las autoridades y los medios estatales han tratado de mostrar el ataque como un evento aislado, y de desviar el foco sobre las cuestiones de género hacia la violencia de pandillas locales. Cinco de los sospechosos tenían antecedentes penales, que iban desde delitos de detención ilegal hasta daño intencional a otros, según la estatal Radio Nacional de China. Este domingo, las autoridades de Tangshan lanzaron una campaña de dos semanas para combatir el crimen organizado.
“Esto no enfrentará la violencia contra la mujer”
Lv Pin, una destacada feminista china que ahora vive en Nueva York, dijo que al desvincular el ataque en Tangshan de la perspectiva de género, el Gobierno se distancia de la responsabilidad que debería asumir por no abordar los problemas de desigualdad de género y de violencia en la sociedad.
“Cuando hablamos de problemas sistemáticos, la responsabilidad debe recaer en el Gobierno. Pero ahora, el Gobierno está usando su mano dura [contra el crimen organizado] para reforzar su legitimidad. Este tipo de represión al estilo de campaña no enfrentará el problema de la violencia de género, dijo.
Feng Yuan, fundadora de Equality, un grupo en Beijing que defiende los derechos de las mujeres, dijo que para eliminar la violencia de género sistemática, China debería comenzar por incorporar más contenido acerca la igualdad de género en la educación.
“No se trata solo de enseñar a los niños lemas y conceptos abstractos, sino de mostrarles cómo aplicarlos en la vida real, como mostrar respeto mutuo”, apuntó.
Las fuerzas de seguridad también deberían dejar de lado su pasividad cuando se trata de casos de violencia de género, añadió Feng.
“En muchos casos de violencia doméstica, la respuesta de la policía con frecuencia resultó superficial, mientras que una gran cantidad de casos de agresión sexual se desestimaron fácilmente porque no había pruebas suficientes”, dijo.
Castigos relativamente leves
Los castigos relativamente leves por violencia de género tampoco disuaden a los agresores. Después del ataque de Tangshan, los usuarios de las redes sociales volvieron a compartir reportes de los medios estatales sobre un incidente similar en 2020. En la provincia oriental de Zhejiang, un grupo de hombres golpeó a una mujer, de 25 años, hasta que se desmayó en un restaurante, después de que ella rechazara el acoso sexual de un hombre. La víctima estuvo hospitalizada durante 15 días, mientras que los hombres estuvieron detenidos entre 10 y 13 días. No se presentaron más cargos.
Tata, la empleada de oficina en Chengdu, dijo que el ataque a las mujeres en Tangshan demostró que la violencia de género le puede pasar a cualquiera.
“Las mujeres chinas han sufrido durante mucho tiempo la vergüenza de ser víctimas de la violencia de género. Pero, las jóvenes que fueron agredidas en Tangshan son víctimas ‘perfectas’. No salían solas y no iban ligeras de ropa”, dijo, refiriéndose a las acusaciones que a menudo son dirigido a las víctimas de agresión sexual en China.
“Todo lo que hicieron fue tratar de protegerse a sí mismas y a sus amigas. Pero a pesar de que hicieron todo bien, igual fueron sometidas a una violencia tan brutal. Eso es lo que nos asusta a tantas de nosotras”.