(CNN Español) – En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, basta con una cifra para dimensionar el problema: más de una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual durante su vida. Y esta estadística es previa a la pandemia, que no ha hecho más que empeorar la situación. Para combatir la violencia de género, es clave aprender a reconocerla y saber qué puedes hacer ante una situación de violencia, tanto si eres la víctima como si formas parte de su red de apoyo. Sin embargo, ¿es posible prevenir la violencia contra las mujeres?
CNN Español dialogó sobre este tema con Leah Tandeter, especialista en Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres de la Oficina Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, y con Ángel Manuel Turbi, Dr. en Psicología y Ciencias de la Salud por la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”. Aquí, algunas claves de la conversación.
Detección temprana para evitar que el patrón se repita
La clave para prevenir que los hombres jóvenes y adultos desarrollen comportamientos violentos es “garantizarles vidas libres de violencia a todas las niñas y niños”, explica Tandeter a CNN en Español. “Si desde la infancia nos desarrollamos en un contexto de paz y seguridad, tanto en el espacio privado como en el espacio público, aumentamos considerablemente la posibilidad de que esas niñas y niños no reproduzcan violencias más adelante en sus vidas”.
Existe evidencia de que los patrones de violencia intrafamiliar se repiten de generación en generación. Una investigación realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2017 concluye que “la posibilidad de que una mujer adulta experimente violencia física por parte de su pareja es, en promedio, 12 puntos porcentuales más alta si fue testigo de violencia física perpetrada hacia su madre”. Y esto no ha cambiado necesariamente con el paso de los años: el BID sostiene que el riesgo de que una mujer que presenció violencia sea víctima se mantiene, haya nacido en 1970 o 1990.
“La mejor manera de evitar esa repetición es la detección precoz (de las situaciones de violencia) para una intervención temprana. Cuanto antes el menor reciba ayuda, mayor es la probabilidad de desarrollarse como un adulto sano mentalmente”, explica Turbi a CNN en Español.
Y esto implica, ante una situación, intervenir rápidamente tanto si los niños son también víctimas de la violencia como si son espectadores.
“Los menores víctimas que han estado expuestos a estas situaciones pueden desarrollar psicopatología como estrés postraumático u otros traumas emocionales, es importante que reciban ayudan profesional, a la vez de proporcionar relaciones de ayuda y confianza con los adultos, trabajar el autoconcepto y autoestima, así como favorecer relaciones saludables con el grupo de pares, reduciendo los factores de riesgo y potenciando los de protección”, explica.
El lugar del deporte mixto y las mujeres en ciencias
Parte del cambio estructural que necesitan las sociedades para poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas es que exista un sistema educativo “libre de estereotipos de género”, explica Tandeter.
En muchas ocasiones, se destacan las historias de mujeres que rompieron barreras y se abrieron paso en espacios donde tradicionalmente han estado más visibilizados los hombres, por ejemplo la ciencia, por lo que esto significa en términos de derechos. Sin embargo, también está vinculado con la violencia. “Las actividades deportivas mixtas y las figuras de liderazgo femeninas en el aula en áreas de ciencias, tecnología, así como en espacios deportivos, ha demostrado un efecto en positivo en niños que desarrollan masculinidades libres de violencia basada en género”, asegura Tandeter.
Reconocer los signos
Prevenir no significa de ninguna manera intentar controlar las conductas del victimario. “Si existe riesgo grave lo mejor es alejarse, si bien no siempre se está preparada para ello (miedo, culpa o en muchos de los casos dependencias afectivas). Lo que sí es más que recomendable es buscar una red de apoyos (familiares, amistades de confianza) donde poder verbalizar el problema”. Es importante que las mujeres sepan y sientan que no están solas.
Sin embargo, es de vital importancia poder detectar los primeros signos de maltrato, ya que si se advierten y se logra verbalizarlos y actuar en respuesta, se pueden llegar a evitar algunas de las consecuencias de la violencia. Entre estos signos destaca, con base a las recomendaciones de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, del Gobierno de España, los siguientes:
- Ignora o desprecia tus sentimientos con frecuencia
- Ridiculiza, insulta o desprecia a las mujeres en general
- Te humilla, grita o insulta en privado o en público
- Amenaza con hacerte daño a ti o a tu familia
- Te ha agredido alguna vez físicamente
- Te aísla de familiares y/o amistades
- Te ha forzado a mantener relaciones sexuales en contra de tu voluntad
- Te controla el dinero y toma las decisiones por ti
- No te permite trabajar
- Amenaza con quitarte a tus hijas e hijos en caso de dejarlo
- Controla tu manera de vestir
- No expresas tus opiniones libremente por miedo a su reacción
- Revisa tu teléfono móvil y las redes sociales
- Continuamente te sientes inferior o menos que él
- Muestra celos frecuentemente
- Has dejado de salir con tu círculo de amistades porque a él “no le caen bien”
¿Cómo pueden ser los hombres aliados en la prevención?
“Los hombres son casi siempre los autores de la violencia ejercida contra las mujeres y las niñas. De acuerdo con los estudios realizados sobre la perpetración de violencia, los hombres son los responsables de la gran mayoría de los actos de violencia cometidos tanto en América Latina y el Caribe como en el mundo”, explica Tandeter.
Algunas cifras ponen esta realidad en contexto. Según un estudio comparativo de 12 países de la región, entre el 13,4 % y el 52,3 % de las mujeres que han mantenido alguna vez una relación sufrieron violencia física por parte de una pareja íntima masculina, afirma la experta.
Los hombres, que en muchos contextos sigue ocupando gran parte de los cargos de poder, puede ser cómplices de que se perpetúen las normas sociales vigentes que legitiman la violencia. Y esto pueden hacerlo no solo quienes son agresores, dice la experta, sino también aquellos que sin ejercer directamente la violencia ni apoyar abiertamente las normas vigentes, tampoco hacen nada para cuestionarlas.
Sin embargo, los hombres también pueden ser aliados en la prevención. “Los hombres pueden hacer mucho más que dejar de ser parte del problema, dado que también pueden ser parte de la solución”, dice. Y lo explica de la siguiente manera: “Los hombres tienen la oportunidad de influir en el comportamiento de las personas que los rodean, sobre todo de otros hombres, ya sea a través de la función que desempeñan en las familias, en el trabajo, como observadores o en diversos cargos de poder que tienen en la sociedad. Asimismo, pueden trabajar de manera activa para cambiar las normas sociales existentes por otras nuevas. Por último, involucrar a los hombres puede aliviar la carga que recae en las mujeres para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas”.